El presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, en su visita a la feria cerámica Cersaie, en Bolonia.GVA.

Comunidad Valenciana  Mazón triplica las ayudas a fondo perdido al sector cerámico, uno de los más castigados por la inflación

El presidente de la Generalitat Valenciana destinará 120 millones a mejorar las condiciones de las líneas de crédito y pide a Sánchez que cese el «maltrato» a las empresas afectadas

La inflación es uno de los problemas socioeconómicos más acuciantes en la actualidad no solo para las familias, sino también para las empresas, que no son ajenas a sus efectos. En la Comunidad Valenciana, el sector de la cerámica es uno de los que más está sufriendo el imparable aumento de los costes de producción por su enorme dependencia del gas. Por tanto, se está viendo especialmente afectado debido a una doble causa: tanto la guerra en Ucrania como las reducción del gas proveniente de Argelia.

Ante este poco alentador panorama, la Generalitat Valenciana aprobará un ambicioso plan de ayudas al sector cerámico. Así lo ha avanzado su presidente, Carlos Mazón, señalando que las medidas a implementar tendrán carácter excepcional y exprés y que consistirán en duplicar e incluso triplicar la parte no reembolsable dependientes de las distintas líneas de apoyo otorgadas por el Ejecutivo autonómico a través del Instituto Valenciano de Finanzas.

Con ello, el montante de las ayudas públicas al sector de la cerámica a fondo perdido aumentará en una cuantía que oscilará entre los doce y los quince millones de euros y estarán orientadas a lograr una mejora de las condiciones para responder a las necesidades existentes en este ámbito de actividad empresarial y, de ese modo, «agilizar y flexibilizar» los trámites, según palabras del propio Mazón.

Plazo hasta el 31 de diciembre

Las iniciativas que contempla el plan supondrán aumentar en diez puntos extraordinariamente el tramo que las empresas cerámicas no han de devolver en aquellos préstamos que la Generalitat haya concedido a través de Invierte Gran Empresa Industrial y Reactiva Feder, tengan estos como finalidad la inversión o el refuerzo del capital circulante. Además, cabe destacar que, al igual que sucederá con las rebajas y bonificaciones fiscales anunciadas la semana pasada, estos incentivos tendrán efecto retroactivo, por lo que se podrán a acoger a ellos los empresarios con una línea de crédito ya en vigor.

En términos porcentuales, la línea circulante Reactiva Feder pasará del 12 % al 22 %, mientras que la inversión Reactiva Feder pasa del 20 al 30 %. En el caso de Gran Empresa Industrial, el préstamo circulante pasará del 5 al 15 % y el de inversión del 10 al 20 %. El principal requisito es que las operaciones deberán cerrarse antes del 31 de diciembre, ya que este tipo de ayudas está sujeto al marco temporal europeo y, por ende, el calendario no lo establece el Gobierno valenciano, sino que depende de Bruselas.

Las previsiones de Mazón son las de que «de aquí a finales de año» se puedan abordar entre «tres y cuatro veces más de las operaciones crediticias que se han dado en este año y medio, ya que tan solo se han producido once». Es decir, se espera que en los tres meses que restan de 2023 se cierren «entre cuarenta o cincuenta operaciones» y con tal de alcanzar ese objetivo y que tenga efectos positivos en las empresas del sector y en su competitividad destinará 120 millones de euros.

Esta línea de actuación de firme apoyo a la cerámica contrasta con la actitud manifestada por el Gobierno central y su presidente en funciones, Pedro Sánchez. Al Ejecutivo Mazón le reclama determinados cambios en la legislación actual, de cara a que las empresas puedan recibir mayor apoyo y así mitigar o aliviar el incremento producido por los costes de la energía y las materias primas y que permita mantener los puestos de trabajo en consonancia con las medidas que ya han implementado otros países europeos como Italia o Grecia.

La cerámica, en su proceso de forjado.FPRJ

En este sentido, el presidente autonómico ha marcado distancias en lo político con su antecesor en el cargo, el socialista Ximo Puig, a quien acusa de no haber exigido a su jefe de filas las reivindicaciones planteadas por la patronal cerámica. «Los tiempos en los que la Generalitat Valenciana miraba a otro lado cuando nos quedábamos sin el apoyo del Gobierno de España se han acabado», asegura Mazón. En particular, le pide a Sánchez que actúe y ejecute modificaciones legales en las condiciones de los préstamos que están en marcha, como la línea de créditos «que vienen siendo insuficientes, créditos que vienen estando mal gestionados, que no están simplificando, que están siendo muy tardíos y que poco menos que con cuentagotas», lamenta el mandatario valenciano. En general, denuncia «maltrato» y espera un cambio de actitud de Moncloa ante las necesidades de la industria.

Mazón, en Bolonia con el sector

Tanto el anuncio de las iniciativas como las quejas hacia el Gobierno no las ha hecho el popular en un sitio al uso, sino en la feria Cersaie, el mayor escaparate internacional del azulejo y que se ha convertido en su primer viaje de carácter internacional desde que fue investido a finales del mes de julio. En dicho salón, la Comunidad Valenciana ha expuesto su fortaleza en el sector cerámico y se ha reivindicado como una gran potencia exportadora.

Junto a Ascer y Anffecc, la asociación empresarial que reúne a los productores de fritas, esmaltes y colores cerámicos, el jefe del Ejecutivo regional ha respaldado a una actividad económica que en 2022 incrementó sus exportaciones hasta llegar a los 4.281 millones de euros de negocio. Esas cifras adquieren aún más importancia cuando se habla de la Comunidad, ya que concentra el 84 % de la exportación cerámica de España y el 95 % de las ventas en el exterior del azulejo español.

Sirva como ejemplo del músculo cerámico que de las 152 empresas españolas que hasta el día 29 participan en el evento de Bolonia, 140 son de la región. Por tanto, las mejoras financieras anunciadas por Mazón se han dado a conocer en el lugar idóneo, en una feria sectorial que el año pasado congregó a más de 91.000 visitantes, de los que casi la mitad eran internacionales.