El presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, junto a la consejera de Hacienda, Ruth Merino.

El presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, junto a la consejera de Hacienda, Ruth MerinoGVA.

Comunidad Valenciana  Mazón aprueba una bajada de impuestos de 800 millones para beneficiar a jóvenes y rentas bajas y medias

El presidente de la Generalitat Valenciana promueve deducciones en el IRPF a los sueldos de hasta 32.000 euros y reduce el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales para facilitar la compra de viviendas

La bajada de impuestos a la que el presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, se comprometió en su pleno de investidura va tomando cuerpo a medida que la legislatura también va arrancando. Si en el mes de agosto anunció que el Gobierno autonómico suprimiría antes de fin de año los impuestos de Sucesiones y Donaciones, esta semana ha hecho lo propio avanzando una reforma fiscal por impacto de 200 millones de euros anuales, lo que a lo largo de la legislatura serán 800.

Esta tiene dos grandes grupos sociales que saldrán notablemente beneficiados, como son los jóvenes y las rentas medias y bajas. Así, de dicho montante, 180 millones corresponden a medidas que afectan al Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) mediante una serie de deducciones y bonificaciones para todas aquellas personas con un salario de hasta 32.000 euros o hasta los 48.000 si la declaración es conjunta.

Una de esas medidas es la reducción del 30 % hasta una cuantía máxima de 150 euros para los gastos derivados de tratamientos de salud bucodental, mientras que la cantidad será de hasta cien euros cuando sea algún asunto de oftalmología, como la compra de cristales graduados o de lentes de contacto. También habrá una deducción del 30% con un tope de 150 euros para pagos por realizar actividad deportiva, entre lo que caben conceptos como federarse en alguna disciplina, apuntarse a un gimnasio o contratar los servicios de un monitor profesional. Según Mazón, esta iniciativa se debe a que el deporte va más allá del ocio y significa «bienestar», por lo que la «vida sana merece un incentivo fiscal».

Más de dos millones de beneficiados

El mismo porcentaje y misma cantidad se aplicará a todos aquellos gastos entre las personas con los niveles de renta indicados que tengan que costearse algún tratamiento relacionado con la salud mental. Si a lo que hay que hacer frente es algún tipo de problema derivado de enfermedades crónicas de alta complejidad dentro de la unidad familiar, la bonificación será de cien euros, ampliables hasta los 150 si se tratara de familia numerosa o monoparental. Además, idénticos criterios económicos se establecen si hubiera un familiar con alzhéimer o con daño cerebral adquirido.

Según el presidente de la Generalitat, todas estas medidas van destinadas a los valencianos «que más lo necesitan, a las franjas más bajas». En total, los cálculos del Ejecutivo regional estiman que serán más de dos millones de contribuyentes los que se podrán acoger a la bajada de impuestos promovida por Mazón, es decir, «casi nueve de cada diez», en palabras del propio presidente. En este sentido, cabe destacar que todas ellas tendrán efecto retroactivo desde el 1 de enero de 2023 y serán acumulables y compatibles entre sí. Es decir, que no habrá problema para combinar, por ejemplo, la deducción en oftalmología con los cien euros por gastos a causa de cuidar de un familiar con alzhéimer.

El otro gran bloque de la reforma fiscal avanzada es el que concierne a la vivienda, teniendo a los jóvenes y la reducción del Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (ITP) –conocido comúnmente como el Impuesto a la Vivienda– en el centro. De esta manera, se reduce del 8 al 6 % este tributo para los menores de 35 años que adquieran un inmueble de hasta 180.000 euros. En este caso, la previsión es que se acojan a ello en torno a 150.000 jóvenes y que la rebaja tenga un impacto de 14,7 millones de euros.

El candidato del PP a la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón.

Carlos Mazón.BIEL ALIÑO/EFE

Complementariamente, Mazón también aliviará en un 25 % la carga fiscal que supone el ITP a la hora de comprar la vivienda habitual, siempre y cuando esta sea de protección oficial en régimen general y tampoco exceda de 180.000 euros. En estos casos, se ha aprobado un tipo «superreducido» del 3 % en el mencionado gravamen para cuando la adquisición la hagan familias numerosas, mujeres que hayan sido víctimas de violencia de género o personas con discapacidad. Esta es otra de las principales novedades respecto a la política impositiva practicada durante ocho años por el tripartito de Ximo Puig y sus socios de Compromís y Unidas Podemos.

Reforma «prioritaria», no definitiva

A diferencia de las deducciones en el IRPF antes detalladas, las ayudas que tienen que ver con el acceso a la vivienda no tienen en cuenta el nivel de renta, de modo que el único límite para poder acceder es que el valor del piso no sobrepase los 180.000 euros.

En términos generales, el valor de estas medidas será de 200 millones de euros al año, pero si se le suman las repercusiones de suprimir Sucesiones y Donaciones -que tendrán que aprobar las Cortes regionales- el montante será de 365 millones de euros anuales. Al tener en el foco a aquellos valencianos «que menos ganan» para que puedan hacer frente a las «necesidades que apremian», Mazón señala que esta reforma es la «prioritaria», pero no la definitiva.

Tanto a lo largo de la campaña electoral como en su sesión de investidura, el jefe del Ejecutivo autonómico se comprometió a rebajar tributos por un montante de 1.750 millones de euros a lo largo de esta legislatura. Es por eso que insiste en que la política que seguirá su Gobierno será la de «una reforma fiscal continua» porque un plan de este tipo «no se establece de una vez y para siempre», sino que «irá a más», adelanta. En otras palabras, es un «primer gran paso», pero se darán más porque el objetivo es «reactivar sectores económicos».

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