Comunidad Valenciana  Mazón aprueba una batería de deducciones e incentivos fiscales por valor de 365 millones de euros al año

Una de las grandes promesas del presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, durante la campaña electoral del 28 de mayo fue la de llevar a cabo una importante reforma fiscal que beneficiase «a todos los ciudadanos». Este jueves, ya con su Gobierno formado, está comenzando a avanzar medidas.

Estas están orientadas a «aliviar la presión» que están sufriendo las familias en la Comunidad, fomentar la competitividad entre las empresas y, en el marco de los jóvenes, facilitar su acceso al mercado de la vivienda. Entre ellas, por ejemplo, el Diario Oficial de la Generalitat detalla diversas deducciones en el Impuesto de la Renta de las Personas Físicas (IRPF). La nueva norma también contempla ventajas fiscales en transmisiones patrimoniales. Todo ello tendrá un impacto de alrededor de 200 millones de euros y beneficiará a nueve de cada diez valencianos.

La línea básica de actuación, según ha explicado Mazón junto a la consejera de Hacienda, Ruth Merino, es la de ser un Ejecutivo autonómico que promueva una «fiscalidad activa» como consecuencia de ser el «Gobierno del cambio». De ese modo, los Presupuestos que el Gabinete regional está elaborando reducirán «grasa política» heredada de la etapa del socialista Ximo Puig, lo que conllevará en una reducción del déficit. En otras palabras, las cuentas públicas serán «por primera vez» un texto «riguroso», ha señalado el popular.

365 millones de euros al año

Estas medidas tendrán efecto retroactivo desde el 1 de enero de 2023 y su aplicación no excluye de beneficiarse de otras iniciativas aprobadas a lo largo del verano, tales como la supresión del Impuesto de Sucesiones, con lo que el impacto acumulado será de 365 millones de euros anuales.

En concreto, las deducciones en el IRPF están relacionadas con los gastos producidos por la salud mental o bucodental, así como con ayudas a las familias numerosas o monoparentales. Otra de las que destacan es la bonificación de un 30% en actividades para la práctica deportiva, lo que también incluye apuntarse a un gimnasio. Según ha indicado Mazón, «el deporte no es solo ocio, también bienestar». Por tanto, el Gobierno valenciano contempla este ámbito como una parte más de su «política sanitaria y la vida sana merece un incentivo fiscal».

En cuanto al aspecto bucodental, la cantidad máxima a bonificar son 150 euros por el 30% de los gastos asociados a ello. Los referentes a la óptica tendrán un beneficio máximo de 100 euros por el mismo porcentaje. Respecto a lo estrictamente sanitario, los beneficios son estos: hasta 150 euros en lo concerniente a la salud mental; 100 euros en enfermedades raras y la misma cantidad para los tratamientos que tengan que ver con alzhéimer o daño cerebral.

Los jóvenes es una de las prioridades en la política económica y fiscal de la Generalitat. Así, los menores de 35 años que adquieran un piso tendrán una reducción del Impuesto de Transmisiones Patrimoniales del 6% frente al 8% del tripartito por un inmueble de valor inferior a 180.000 euros. Los efectos de ello los ha indicado el presidente autonómico, ejemplificando que si un joven que cumpla los requisitos adquiere una casa de 170.000 euros, se ahorrará 3.500, una medida que según los cálculos «conservadores» del Gobierno regional podrá beneficiar a 15.000 jóvenes, aunque no se descarta que esa cifra se eleve hasta los 20.000.