Comunidad Valenciana La Generalitat Valenciana apuesta por la innovación en la industria y prevé una etapa «de grandes inversiones»
El Gobierno de Carlos Mazón invertirá 400 millones de euros en un transporte regular de pasajeros «eficiente y sostenible» y quiere colocar a la Comunidad como líder en la fabricación microchips
El presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, ha empezado el curso político con optimismo. El pasado viernes acudió a una cena con militantes y simpatizantes del Partido Popular en la que se mostró satisfecho y orgulloso de haber conquistado en las elecciones municipales y autonómicas decenas de ayuntamientos, las dos diputaciones donde la formación no gobernaba (Castellón y Alicante), así como la presidencia del Ejecutivo autonómico.
Pero esas buenas sensaciones no se limitan a expresarlas ante los suyos, sino que el dirigente también las lleva a la faceta institucional. Así, Mazón ha avanzado que en la Comunidad Valenciana se abre «una nueva etapa de grandes inversiones» –especialmente en movilidad– que irán orientadas a fomentar la sostenibilidad en el transporte público y situar a la región «en la vanguardia», al igual que sucedió en la década de los 90, cuando se convirtió a raíz de un sistema que garantizó la accesibilidad y la vertebración en un «ejemplo en Europa».
En este sentido, la consejera de Infraestructuras, Salomé Pradas, ha anunciado que la Generalitat invertirá alrededor de 400 millones de euros para la adquisición de 600 autobuses entre modelos completamente eléctricos, híbridos y, en menor medida, convencionales. Según sus propias palabras, la intención del Gobierno de Mazón es la de «avanzar desde todos los frentes hacia formas más eficientes y eficaces de transporte de personas que tengan el menor impacto posible en el medio ambiente».
«Movilidad es oportunidad»
De hecho, ha asegurado que el presidente valenciano «asume el reto de que ninguno de los 542 municipios de la Comunidad Valenciana carezca de un servicio de transporte interurbano moderno, eficaz, eficiente y sostenible». El plazo para lograr ese objetivo es de dos años como máximo, si bien la Consejería espera «acortarlo en la medida de lo posible» por la importancia que tiene el asunto: «Movilidad es sinónimo de oportunidad y de ahí que sea responsabilidad de la Administración facilitar los mejores medios de transporte público para la ciudadanía y que estos servicios sean universales, accesibles y, por supuesto, sostenibles», afirma Pradas.
Otra apuesta «prioritaria» para la Generalitat es la de los microchips. Así lo subraya el secretario autonómico de Industria, Comercio y Consumo, Felipe Carrasco, quien destaca que en la región están instaladas cinco multinacionales relacionadas con este sector y las universidades valencianas cuentan con tres nuevas Cátedras de Empresa «para el fortalecimiento del ecosistema de microchips y semiconductores».
Igualmente, el contexto de la Comunidad en este campo es más que óptimo. En la actualidad, en los Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) al respecto lidera los dos principales activos que se pueden tener en esta materia: «Por un lado, es líder en talento. El cincuenta por ciento de todo el talento nacional está concentrado en este territorio gracias a la excelencia académica de nuestras universidades que han permitido consolidar ese ecosistema industrial», indica Carrasco.
Pero las buenas cifras y estadísticas no se quedan ahí, ya que también lidera la «gobernanza estratégica del proyecto». La principal causa que lo ha hecho posible es la unión de «todos los actores públicos y privados relevantes en esta materia» para establecer, según el secretario autonómico, «un marco de colaboración al servicio de un proyecto para todos». Buena muestra de ello es la gigafactoría que la automovilística Volkswagen está construyendo en la localidad valenciana de Sagunto y que significará un antes y un después. Incluso el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez y el Rey Felipe VI han visitado las obras.
Este proyecto permitirá a la Comunidad posicionarse en el terreno de la gigafabricación, pero la ambición es aún mayor. El siguiente «reto cualitativo» es, tal como detalla Carrasco, el de la nanofabricación, es decir, los microchips. Esto presentará «un grado de dificultad y sofisticación mucho mayor», pero dado el panorama de la «potenciación de la política industrial valenciana», para el Ejecutivo de Mazón «tiene todo el sentido apostar por ellos, máxime por lo que supone de desarrollo de un sistema bien contextualizado tanto en la Unión Europea (UE) como a escala global».
Tan es así, que en las tres Cátedras anteriormente mencionadas - Diseño Microelectrónico, Chips Fotónicos y la de Materiales Avanzados- se establecen las bases para la creación del Campus Internacional de Semiconductores. Este hecho será sin duda de enorme importancia, ya que como consecuencia «convertirá a la Comunidad Valenciana en la región de referencia a nivel nacional y una de las principales referencias internacionales», pronostica Carrasco.
En esta línea de actuación, el secretario autonómico viajó la semana pasada a Bruselas para firmar el acuerdo fundacional de la European Semiconductor Regional Alliance (ESRA). Este convenio permitirá que la Comunidad pueda «participar proactivamente en la agenda de trabajo de las regiones más avanzadas de Europa en la industria de microchips», considerada por la Comisión Europea «el sector tecnológico más estratégico y de mayor valor añadido de toda la economía de la UE».