El vicepresidente primero de la Comunidad Valenciana, Vicente Barrera, en una exposición taurinaEduardo Manzana / Europa Press

Comunidad Valenciana  Barrera apuesta por la caza en la Región frente a la «criminalización» de Ximo Puig

El vicepresidente primero de la Generalitat lamenta que el sector haya estado «reiteradamente perseguido» por el expresidente socialista y sus socios y se compromete a «devolverle la libertad»

Existen determinados asuntos ante los que al PSPV-PSOE se le ve notablemente incómodo a la hora de posicionarse y ante los que opta por la ambigüedad. Un 'sí pero no'. Una muestra de ello es el Puerto de Valencia. Esta misma semana, los socialistas se abstuvieron a la hora de exigir al Gobierno central el desbloqueo de las obras para la ampliación de la terminal norte del recinto. Frente a la defensa sin ambages del Partido Popular y Vox y la oposición total de Compromís, los de Ximo Puig optaron por quedarse en el medio.

Esta no es la única materia en la que la sección valenciana del PSOE escoge no posicionarse. Otra es la de la caza. Pocos días antes de que se celebrasen las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo, la presidenta de la Federación de Caza de la Comunidad Valenciana (FCCV), Lorena Martínez, inició una ronda de contactos con los diferentes partidos políticos con representación parlamentaria en las Cortes regionales con el objetivo de que se adhirieran a los «Acuerdos por una Caza Viva», un documento que persigue la «implicación» con el sector cinegético.

PP, Vox y Ciudadanos lo firmaron sin reparos, algo que no hizo el PSPV-PSOE, ya que en tres de los 12 puntos de los que consta el texto no aparece la rúbrica de Puig. El primero es el que alude al compromiso de fomentar esta actividad entre mujeres y jóvenes; otro es el que critica la situación de inseguridad jurídica en la que deja a los cazadores la Ley de Bienestar Animal impulsada por la ministra Ione Belarra y el último se refiere a promover lo cinegético en el ámbito de la enseñanza para evitar su discriminación en los planes educativos.

Barrera, junto a la directiva de la Federación de Caza de la Comunidad ValencianaGVA

Trato de «igualdad y libertad»

Esa defensa a medias de la caza es lo que ha llevado a la Generalitat Valenciana a apostar decididamente por el sector. De este modo, el vicepresidente primero y consejero de Cultura, Vicente Barrera, lamenta que el tripartito de PSPV-PSOE, Compromís y Unidas Podemos convirtiera todo lo relacionado con la caza en algo «reiteradamente perseguido», por lo que pretende «devolver la libertad». «Nosotros no queremos perseguir a nadie, sino apoyar a todo el mundo», remarca el número dos del Consell.

Así, los planes del Ejecutivo autonómico pasan por «apoyar la libertad también en el sector de la caza», puesto que esta es una actividad «legal y milenaria». Al respecto, cabe destacar que la cinegética es el deporte «con más personas federadas en la Comunidad Valenciana», con lo que es «un ente vivo que tiene que seguir creciendo», indica Barrera. Por tanto, subraya que a los que lo practican «no se les puede silenciar, hay que atenderlos con un trato de igualdad y libertad como a cualquier otro deporte», por lo que irán «de su mano» para «escuchar sus reivindicaciones para mejorar su marco regulatorio en aquello que se pueda».

La relevancia que Vox le da a la caza no se limita a las políticas impulsadas desde la Consejería de Cultura, sino que van mas allá y también se puede comprobar en las Cortes Valencianas. En este sentido, el diputado Pepe Muñoz destaca que la cinegética tiene un «gran arraigo cultural, tradicional, económico y deportivo» tanto en la región como en el resto de España. En cifras, en la Comunidad hay 40.000 cazadores y en el conjunto del país «más de 800.000».

Miles de cazadores manifestándose en Valencia en defensa del sectorJorge Gil / Europa Press

En este sentido, el parlamentario denuncia el discurso de determinados sectores políticos y sociales sobre este ámbito, que lo intentan caricaturizar como una «cosa de cuatro gatos». «La caza, pese a que algunos la quieren etiquetar de una actividad más propia de las clases altas y de la derecha, es una tradición que no entiende ni de etiquetas ni de política. Es una actividad integradora y transversal en lo que se refiere a lo social», sostiene Muñoz.

Impacto de 455 millones de euros

Igualmente, el diputado de Vox rechaza argumentos supuestamente ecologistas para desprestigiar la caza, ya que ésta, a su juicio, es «una herramienta imprescindible para la correcta gestión de los ecosistemas» como consecuencia de que ayuda a la «conservación del medio natural» y «mejora» la biodiversidad. Coincidiendo con Barrera, también critica la actitud del anterior Gobierno de la Generalitat, incidiendo en que de Puig y sus socios la caza «solo ha recibido palos, criminalización, persecución y cero financiación». Por contra, «para chiringuitos de ecologistas que solo saben dejarse el pelo largo y tocar la flauta sí hay dinero», lamenta Muñoz.

De cara al corto y medio plazo, el parlamentario autonómico hace hincapié en que Vox va a proponer una batería de medidas cuyo fin será «poner a la caza en el lugar que se merece»; es decir, en el «centro de las políticas ambientales, de conservación y de protección de nuestra agricultura». Precisamente, este último aspecto está causando mucha preocupación entre los campesinos. Según explica el diputado, en lo que va de año las pérdidas en el sector agrario «por culpa de jabalíes y otras especies llegan a los 40 millones de euros», un problema acuciante ante el que el tripartito «lo único que hizo fue poner más trabas y criminalizar».

Por último, Muñoz reitera que su partido «lo tiene claro» porque «solo hay una respuesta», que es la de «sí a la caza, menos limitaciones burocráticas y leyes absurdas y más apoyo al sector», porque «sin caza el campo no produce y la ciudad no come» y se pierden «beneficios económicos importantes». «En la Comunidad Valenciana el impacto económico es de 455 millones de euros por temporada de caza, pero a esto hay que sumarle la aportación que supone también a las arcas públicas en concepto de licencias por tenencia de armas –900.000 euros–, además del gasto en hoteles, restaurantes, textil y accesorios de caza», detalla Muñoz.