La diputada de Compromís-Sumar, Águeda Micó, en el CongresoEuropa Press

Compromís, convidado de piedra en la elección del nuevo portavoz de Sumar en el Congreso

Salvo sorpresa mayúscula, Águeda Micó se quedará lejos de sustituir a Marta Lois en la Cámara Baja una vez renuncie a su acta para centrarse en la campaña de las elecciones gallegas

La convocatoria de elecciones anticipadas en Galicia para el próximo 18 de febrero realizada por el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, está desencadenando una serie de efectos que van más allá de la política de la comunidad autónoma. También en clave valenciana, con dos aspectos que pueden alterar los tiempos y las formas del día a día institucional regional, afectándoles de pleno a los dos partidos de izquierdas con representación parlamentaria, el PSPV-PSOE y Compromís.

Respecto a los socialistas, la llamada a las urnas les ha obligado a modificar el calendario inicialmente previsto para celebrar su Congreso Extraordinario del que saldrá el nombre del sucesor del defenestrado Ximo Puig. Este lunes estaba convocado un Comité Nacional con tal de fijar la fecha del cónclave, pero prácticamente a última hora se aplazó con tal de «ajustar el calendario» e intentar llegar a una única candidatura de unidad entre la ministra de Ciencia y Universidades, Diana Morant, y sus dos hipotéticos rivales, Carlos Fernández Bielsa y Alejandro Soler, con el nombre de la ministra como la gran apuesta de Ferraz.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quiere espantar cualquier atisbo de división interna no solo en plena campaña gallega, sino también con vistas a las convocatorias en el País Vasco y al Parlamento Europeo, un trío de elecciones que supondrá el primer barómetro acerca de qué efectos demoscópicos tienen la ley de amnistía y todos los pactos y las cesiones del líder del PSOE a los independentistas. Por tanto, la cita de la federación valenciana se supeditará a las urnas.

Raquítica influencia

En cuanto a Compromís, los comicios del 18-F pueden tener una doble conclusión: o sirven para que los nacionalistas ganen peso orgánico en Sumar o, por contra, para corroborar su raquítica influencia en la macrocoalición. Este aspecto se dirimirá en cuestión de días o semanas a muy tardar, que será cuando el grupo parlamentario deba elegir a su nuevo portavoz en el Congreso de los Diputados, una vez la actual, Marta Lois, renuncie a su acta en San Jerónimo para dedicarse a tiempo completo a la campaña en Galicia como candidata del partido de Yolanda Díaz a presidir la Xunta.

Actualmente, el cargo más representativo de los nacionalistas en la Cámara Baja es el que ostenta Águeda Micó como portavoz adjunta segunda. El partido valenciano buscará ganar importancia en Sumar aprovechando los cambios obligatorios que ha de hacer. Sin embargo, no parece que esas aspiraciones vayan a tener demasiado éxito, dado que, salvo contraviniendo todas las quinielas y apuestas, la que fue cabeza de lista por Valencia en las generales del 23 de julio no promocionará.

Yolanda Díaz, antes de su entrada a un mitin en Valencia, junto a Águeda Micó e Íñigo ErrejónCarlos Latorre

Para sustituir a Lois quien suena con más fuerza es Íñigo Errejón por tres razones que se relacionan entre sí. Una de ellas es que no fue agraciado con un ministerio en la última formación de Gobierno a manos de Sánchez. Asimismo, Díaz presumiblemente optará por un equilibrio de fuerzas entre las organizaciones que conforman su proyecto y ahí Más Madrid, sucursal de Más País (fundado por Errejón) juega un rol más que crucial. Del mismo modo, su experiencia como portavoz le sitúa en cabeza. De hecho, ha venido desarrollando esa labora más en lo mediático que en lo parlamentario desde que se constituyó el Congreso en el mes de agosto, sabedor del desconocimiento público hacia la figura de Lois. Además, es uno de los dirigentes de la formación con mayor influencia en lo ideológico.

Los pesos pesados, por delante

A todo lo anterior habría que añadir el factor Podemos. Ya en el Grupo Mixto, los 'morados' ejercerán una tan llamativa como dura oposición a una Díaz a quien no le perdonan los pasos dados desde que fue aupada por Pablo Iglesias a vicepresidenta segunda del Gobierno. De este modo, optar por Micó, todavía sin curtir en la más que compleja labor en la Cámara Baja y con un papel secundario, se antoja una posibilidad cuanto menos quimérica. Por si no fuera suficiente, por delante de Micó están otros pesos pesados como Enrique Santiago, Txema Guijarro o Aina Vidal.

De confirmarse lo descrito, significaría la enésima prueba de que la voz y el voto de Compromís como integrante de Sumar están notablemente devaluados. Como ejemplo de ello sirve poner el asunto de la financiación autonómica. Compromís, al igual que el resto de partidos políticos valencianos, aboga por reformar el sistema de reparto de fondos entre las regiones, con especial atención a la Comunidad Valenciana, la mas perjudicada del actual modelo. No obstante, su disolución en Sumar ha provocado su mudez en el Congreso para reivindicar esta y otras materias.

En este sentido, a los nacionalistas ya poco se les escucha hablar de financiación en Madrid, centrando todos sus esfuerzos retóricos en abordarlo en declaraciones a la Prensa desde Castellón, Valencia y Alicante. Dicho con otras palabras, si Compromís ha pasado a ser un convidado de piedra de cara a tener postura propia en la financiación y está sometido a los dictados de Yolanda Díaz, la elección del futuro portavoz de Sumar en San Jerónimo puede volver a poner negro sobre blanco que la formación poco pinta frente a los intereses y estrategias de la ministra de Trabajo.