Joan Baldoví y Aitana Mas, en las Cortes ValencianasEuropa Press

Comunidad Valenciana

El debate sobre la reestructuración del partido lleva a Compromís a una situación límite

Los nacionalistas sufren una salida de militantes y cargos desde Iniciativa a Més por la negativa de los de Oltra a configurarse en partido político tradicional o en una federación de partidos

Hacia dónde se dirige la izquierda en la Comunidad Valenciana es uno de los asuntos que lleva coleando desde el pasado 28 de mayo de 2023, fecha de las elecciones municipales y autonómicas. Han pasado meses y más de un acontecimiento relevante, pero ni el PSPV-PSOE ni Compromís parecen tener claro cuál va a ser su futuro en el corto y medio plazo. Si en el caso de los socialistas la pregunta más cercana a resolver es con quién diseñar los años venideros, los nacionalistas deben responder antes al cómo.

Y es que la situación de la coalición valenciana es límite más allá de la enorme pérdida de poder institucional sufrida en los últimos comicios, ya que es su contexto interno el que le ha llevado a abrir el debate acerca de cómo se debe organizar. Actualmente, está conformada, de mayor a menor peso, por Més, Iniciativa del Poble Valencià y Els Verds. Sin embargo, tras más de una década con este formato de metodología asamblearia, no son pocas las voces que reclaman evolucionar hacia otra fórmula.

Es en este aspecto cuando las roces entre Més e Iniciativa se recrudecen. Sus enfrentamientos son constantes y públicos, ya que ambas formaciones ejecutan esa prohibida costumbre en comunicación política de airear los trapos sucios propios, pero en los últimos días se han incrementado debido a un nuevo repunte de salidas de militantes y altos cargos desde Iniciativa, el partido de Mónica Oltra y Aitana Mas, hacia Més, el de Joan Baldoví. Si a finales de año pesos pesados como la exsecretaria autonómica de Servicios Sociales Helena Ferrando y el exvicealcalde de Valencia Sergi Campillo dieron ese paso, diversos dirigentes de Iniciativa en Castellón han hecho lo propio esta misma semana.

«Final de un ciclo político»

Esta decisión la han tomado, aseguran, con el fin de trabajar «en un proyecto común» que concluya en que Compromís sea un partido político como tal o, en su defecto, una federación de partidos. Entre los díscolos están la diputada regional Verònica Ruiz y el concejal en el Ayuntamiento de la capital de La Plana Pau Sancho, así como otras personalidades a nivel local y que hasta la fecha ocupaban importantes responsabilidades.

En su opinión, el panorama en el que los nacionalistas están inmersos es el de «final de un ciclo político», por lo que consideran «necesario empezar a construir algo nuevo o más fuerte» para así «hacer frente a la extrema derecha que gobierna en la Comunidad Valenciana y en las principales ciudades». Al respecto, tienen claro cuál es la vía para conseguir ese objetivo: «Un equipo que trabaje en algo común y no en tres partidos».

La diputada de Compromís-Sumar Águeda Micó, en el CongresoEuropa Press

Pasando de la teoría a la práctica las diferencias entre Més e Iniciativa se evidencian. Por una parte, la dirección de los últimos, aunque a medias, ha recogido el guante y ha emplazado a sus dos socios a constituir una mesa de partidos para configurar una hoja de ruta que permita el «relanzamiento» y «fortalecimiento» de Compromís. Eso sí, que no falte el reproche. En esta ocasión, ha ido dirigido veladamente a Baldoví al advertir Iniciativa que existen «cuestionamientos internos» y que se han de rechazar «las prácticas personales vividas recientemente que desprecian los espacios de decisión de los partidos».

Portazo a Yolanda Díaz

Por su parte, Més, como organización más beneficiada de la marejada nacionalista, prefiere no entrar en ataques personales y, por el contrario, mantener un perfil bajo y de búsqueda de acuerdos. Así lo demuestra la diputada en el Congreso Àgueda Micó: «Cualquier problema en el seno de la coalición se resolverá conjuntamente y respetando siempre la pluralidad interna», indica, mientras reconoce que, «como todos los proyectos políticos», el suyo está atravesando una «crisis» que espera que se zanje «conjuntamente, hablando y consensuando las fórmulas que nos vienen bien a todos».

Dos voces importantes se han unido al debate de la organización de Compromís. Por una parte, el exalcalde de Valencia Joan Ribó, que no milita en ninguna de las tres 'familias', ha abogado en una entrevista en la televisión autonómica À Punt por que 2024 se confirme para los nacionalistas como el año de la «estructuración» y del «paso adelante». En este sentido, cree que la formación debería apostar por unas «estructuras internas muy flexibles que permitan diferentes corrientes determinadas» en el caso de optar por el formato de partido al uso.

Si Compromís se decantara por ser una federación de partidos, el exregidor levantino advierte de «un matiz importante», como es que «mucha gente no está en ningún partido». «Queremos estar y participar», ha recalcado poniéndose a sí mismo como ejemplo. Aún con todo, Ribó prefiere la fórmula de partido tradicional. «Cualquiera de las dos, de alguna manera, puede valer. Yo me inclinaría más por un partido, pero sinceramente, la otra opción también es muy válida», apunta el nacionalista.

Por último, quien no parece que vaya a tener demasiada influencia en la refundación de la por ahora coalición va a ser Yolanda Díaz. Sobre la mesa estaba una propuesta para que Compromís pasase a formar parte de la estructura orgánica de Sumar. No obstante, el deseo de la vicepresidenta segunda del Gobierno no se va a cumplir porque ha sido la propia Micó quien ha cerrado la puerta a una hipotética integración: «Compromís es un proyecto de estricta obediencia valenciana», remarca la parlamentaria en Madrid.