Ribó rescata la vuelta de Mónica Oltra y azuza la crisis de Compromís
El exalcalde de Valencia apuesta por el retorno de la nacionalista «una vez deje la mochila que le han puesto encima» y pone en un aprieto a Baldoví, que se creía con el liderazgo de la coalición amarrado
En plena era tecnológica, en el ámbito institucional se suele decir que existen pocas cosas más peligrosas que un político a cargo de sus propios perfiles en redes sociales. De hecho, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, bromeó al respecto sobre Óscar Puente. Sin dejar de ser cierta esa afirmación, convendría complementarla con el testado riesgo que suponen las declaraciones de un representante público recién retirado o en proceso de estarlo en poco tiempo. Esa figura, sea usuaria o no de X (antes Twitter) Facebook, TikTok o cualquier otra plataforma, siempre estará presente, venciendo al paso del tiempo y a sus modas para deslizar mensajes 'prohibidos' o polémicos que durante su ejecutoria eran inviables.
El caso del exalcalde de Valencia Joan Ribó no podía ser menos. Semanas después de ceder la portavocía de Compromís en el Ayuntamiento levantino a su número dos, Papi Robles, ha realizado unas declaraciones que no hacen sino echar más leña al fuego a la ya de por sí incendiada situación interna de la coalición. Aunque en las elecciones autonómicas del 28-M presentó al exparlamentario nacional Joan Baldoví como candidato a la presidencia de la Generalitat Valenciana eso no significa que el ahora diputado raso en las Cortes regionales sea el líder confirmado de esta indomable organización.
Ribó, sin ningún tapujo apuesta por la vuelta a la primera línea política de quien fuera hasta junio de 2022 vicepresidenta primera del Consell y mandataria todopoderosa de Compromís, Mónica Oltra. Actualmente imputada por, supuestamente, haber encubierto los abusos sexuales de su marido a una menor de 14 años tutelada por su Consejería, la nacionalista anunció a finales del pasado año su vuelta a la abogacía. Eso sí, no deja ser curioso que lo hiciera bajo su motivación de «combatir las injusticias» y «contribuir a la paz social», ya que proviene de alguien cuyo apellido da nombre a una causa de especial gravedad.
Debate sucesorio y guerra interna
Cabe recordar que Compromís lo forman Més, cuya figura más representativa es Baldoví, Iniciativa del Poble Valencià, la formación de Oltra y los suyos, y Els Verds, la 'pata' minoritaria. Entre las dos con mayor peso la pugna es tan notable como incesante. Precisamente por ello, que Ribó haya rescatado a la exmandataria no parece que pueda ser un gesto que el portavoz nacionalista en el Parlamento autonómico se pueda tomar a risa.
«Una vez deje la mochila que le han puesto encima, perfectamente podría ser la líder, es una persona muy válida para ser lo que quiera en política», dijo el exregidor en una entrevista en la televisión pública regional À Punt. Con intención o sin ella, pero con carnaza. A día de hoy, Compromís vive en un alambre interno, por lo que es de suponer que esta suerte de pensamientos lanzados a la opinión pública no son del agrado de los dirigentes nacionalistas.
No lo es por un doble motivo. El primero es que esas aseveraciones reabren un debate sucesorio que en el seno de la coalición prácticamente todos creían cerrado. Tras conseguir, no sin ímprobos esfuerzos, que la sucesora de Oltra, Aitana Mas, renunciase a presentarse a las primarias para ser la candidata a la presidencia de la Generalitat, Baldoví se pensaba que tenía amarrada la dirección del partido.
Sin embargo, una eventual vuelta a la vida pública de la exvicepresidenta situaría al diputado en una situación más que incómoda. Dicho retorno necesariamente tendría que ser consecuencia de un archivo de la causa en la que está investigada o de que tras el juicio resultase absuelta. En cualquiera de los casos, la vuelta de Oltra obligaría a Baldoví a dar un paso al lado en aras de que su compañera comenzase a restituir su vida política. Por tanto, pocas carcajadas para el síndico de Compromís en las Cortes Valencianas: sin vicepresidencia de la Generalitat, en la oposición con un rol secundario y, para colmo, cediendo el liderazgo del partido. El pan como unas tortas, pensaría si lo anterior se cumpliera.
Oltra no es Aitana Mas
El otro gran motivo por el que las palabras de Ribó van en contra de los intereses de la coalición es porque vuelven a poner sobre la mesa la guerra entre Més e Iniciativa, que alcanzaría unos niveles sin precedentes si Baldoví y Oltra pugnasen por el liderazgo. Las diferencias entre ambas formaciones se han visto recrudecidas durante todo 2023, con una lucha constante entre ellas por la confección de las listas electorales y poner a los suyos en puestos de responsabilidad, tanto en la Comunidad como en el Senado.
El pulso Baldoví-Mas reprodujo ese enfrentamiento. En él, el diputado supo jugar sus cartas en tiempo y forma, valiéndose de su trayectoria en el Congreso de los Diputados, pero en política poco o nada es extrapolable: su actual número dos en las Cortes no es como Oltra, ni por experiencia, conocimiento orgánico, poder acumulado ni capacidad de liderazgo.
Por todo lo descrito, está por ver si los debilitados cimientos de Compromís soportarían una nueva tormenta en forma de vuelta de Oltra. De no ser así, Ribó, que cuando todo pudiera suceder ya estará disfrutando de su jubilación, en la obra que él ayudó a construir quizás solo vea un solar.