Comunidad Valenciana
Mazón viajará personalmente a Cataluña para tratar de pescar empresas en el río revuelto separatista
El Gobierno autonómico valenciano también abrirá una oficina para atraer a las compañías amenazadas por Junts
Se cierra una puerta y se abre una ventana. Las amenazas del separatismo catalán de sancionar a las empresas que se marcharon de Cataluña por el procés si no regresan ha supuesto una oportunidad para atraer a otras a la Comunidad Valenciana, que ya cuenta con las sedes de compañías emblemáticas de origen catalán como Caixabank o Sabadell.
O así, al menos, lo ve el presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, quien ha anunciado que viajará personalmente a Cataluña para tratar que otras empresas se trasladen a la región en ese contexto de río revuelto que representa el fantasma de Junts, el partido del prófugo Carles Puigdemont, que fue de donde surgió la idea de castigar a las compañías que no retornaran, y que, aunque no ostente actualmente el Gobierno de la Generalitat catalana, podría hacerlo en el futuro e intentar aplicarlo.
Mazón visitará la comunidad autónoma vecina para publicitar la «nueva etapa de prosperidad» que defiende que vive la Comunidad Valenciana bajo su mandato, surgido de las urnas el pasado 28-M y sustentado en el apoyo de Vox. Un ejecutivo que, según ha asegurado este viernes en Valencia, está «inaugurando una nueva etapa de libertad, de amplitud, de puertas abiertas, de simplificación administrativa, de apoyo a la actividad económica que es la que da luego la cohesión social».
«Acudiremos a Cataluña como vamos por toda España, como vamos por toda la Unión Europea, diciendo que aquí hay una nueva etapa, que hemos abierto la persiana para que la gente pueda venir a la Comunidad Valenciana sin prejuicios, con toda la ambición del mundo», ha señalado Mazón, quien se ha marcado también el objetivo de «demostrar a la sociedad catalana que hay otra manera de vivir, que hay otra manera de desarrollarse, que hay otra manera de implantarse».
Una crítica velada al tripartito de Ximo Puig y a los sucesivos gobiernos secesionistas que viene teniendo Cataluña en los últimos años, primero con Convergència y sus sucesores de Junts y ahora con la ERC de Oriol Junqueras y el presidente catalán, Pere Aragonès, con quien Mazón no tiene intención de reunirse. El dirigente 'popular', no obstante, sí avisará a su homólogo de esta visita, «por cortesía» y al contrario de como actuó Aragonès el pasado octubre, cuando visitó Valencia para promocionar el pancatalanismo sin comunicar oficialmente su presencia.
Apoyo a las empresas que huyeron
Mazón también ha recordado, durante un foro organizado por Las Provincias, que su Gobierno ya está «desarrollando un marco especial para las que ya han venido, para el casi millar de empresas que están aquí» tras abandonar Cataluña por la inseguridad jurídica derivada del proceso independentista. Estas compañías suponen para él una «nueva tipología de empresas que ha aparecido en España, desgraciadamente, que son las empresas amenazadas» y que «también merecen un tratamiento por nuestra parte».
Un tratamiento que vendrá dado por la oficina de apoyo que anunció hace unas semanas que su Ejecutivo crearía para evitar que regresen a Cataluña. «Desde luego no van a tener ni amenaza de sanción ni ningún otro tipo de avisos negativos», ha precisado al respecto el dirigente alicantino, quien ha añadido que lo que tendrán en la Comunidad Valenciana serán «una gran comunidad que ha cambiado, que ha abierto sus puertas, que es amable a la inversión y que, por tanto, podrán tomar la decisión libremente, que es lo que se merecen las empresas catalanas como españolas que son».
Tras la propuesta de Junts
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En este sentido, ha defendido la «libertad de establecimiento» de las compañías. «Si una empresa quiere volver a Barcelona, yo no voy a decir 'múltelos', pero sí voy a intentar hacer mis propios deberes y ser lo más atractivo posible para que se establezcan en la Comunitat Valenciana», ha zanjado.