Lara A. Serodio: «La infidelidad es uno de los elementos que más puede desestabilizar la vida»

El Grupo Editorial Planeta termina de lanzar en el mercado editorial un nuevo sello, N de novela, donde la apuesta por valores emergentes en el mundo de la literatura es su objetivo principal. Coincidiendo con este debut, la editorial publica la última novela de la escritora viguesa Lara A. Serodio, La piel infiel. Una historia que ya se ha podido disfrutar en audiolibro pero que en papel su protagonista Emma nos recuerda al clásico de Gustave Flaubert Madame Bovary, en lo que puede considerarse como una versión actualizada de la obra en pleno siglo XXI. De su debut con N de Novela y su novela habló Serodio con El Debate.

–Lara, ¿qué ha supuesto la publicación de la La piel infiel bajo un nuevo sello editorial como es N de Novela dentro del grupo Planeta?

–Es una mezcla de emociones, muy grande. Por un lado, llevo unos cuantos años en el mundo editorial con la publicación de varias novelas anteriores a La piel infiel, y para mí vivir esta nueva experiencia es una oportunidad inmensa porque supone un premio a la trayectoria, el esfuerzo y la perseverancia. Por otro lado, el hecho de publicar con un nuevo sello supone una parte de celebración única porque es un sello nuevo para todos, con lo que todos estamos viviendo la experiencia de la primera vez: autores, editores, equipos de comunicación, todos a una.

–Con La piel infiel, ¿nos está incitando a ser infieles para solucionar nuestros problemas?

–¡No! ¡Yo no incito a nada! (ríe) ¿Acaso los thrillers incitan al asesinato? Sería muy básico pensar que los elementos de cultura tienen este componente atávico que nos incitan a hacer cosas como la violencia, el sexo…, en absoluto. Lo que sí es cierto es que incito a reflexionar sobre lo que supone una infidelidad exponiendo el tema desde los diferentes puntos de vista que pueda tener.

–¿Por qué eligió como eje narrativo principal la infidelidad?

–Es un tema que siempre me ha interesado y que he abordado, como articulista, porque tiene muchos enfoques y se puede ver de muchas maneras. Junto con la muerte, la infidelidad es uno de los elementos que más puede desestabilizar la vida de un ser humano y abordarlo también me da la posibilidad de tratar otras cuestiones como que hay que bajar a ellos para reflexionar y comprenderlos. La infidelidad es el primero, o el central, porque a través de ella se desencadena toda la historia.

–En ella, y al hilo de lo que comenta, hay tiempo para hablar del vértigo que todos podemos vivir en la sociedad actual, de la salud mental, de las relaciones tóxicas, de los entornos tóxicos…

–Así es. Si bien la infidelidad es la espoleta que dispara toda la historia, a lo largo de la misma se abordan esos temas que ha mencionado, adentrándonos en cuestiones que están muy presentes en la mayoría de la vida de la gente. Son cuestiones en las que cualquier lector se puede ver identificado. Un mundo rápido, duro, donde el trabajador parece un robot o autómata como puede ser el mundo laboral y del que todos formamos parte. Me pareció muy interesante enmarcar la historia en un entorno laboral complicado y tóxico, donde se comparte muchas horas con los compañeros de trabajo y donde surgen también relaciones tóxicas no solo entre personas sino con el propio entorno, de lo cual se habla muy poco en la actualidad.

La protagonista está rodeada de esa toxicidad laboral y, huyendo de ella, cae en una relación de infidelidad también toxica

En este caso, la protagonista está rodeada de esa toxicidad laboral y, huyendo de ella, cae en una relación de infidelidad también toxica donde surgen relaciones de poder de las que no es fácil salir o incluso darse cuenta que lo estás sufriendo. Y, todo ello, nos lleva al tercer elemento principal de la novela como es la salud mental, donde la protagonista ve como su salud se va minando hasta darse cuenta que tiene que anteponerla por encima de todo lo demás. El affaire que parece va a ser una huida de la situación acaba siendo una trampa para ella a nivel emocional y mental.

–¿Emma pedía a gritos salir al exterior y cobrar vida en una novela?

–Es la primera vez que escribo una novela en primera persona y, aunque muchas veces, al escribir así los personajes se pueden confundir con el autor, lo cierto es que he empleado el recurso porque también puede engañar al lector. Con la primera persona he querido que se escuche a Emma y que, desde una subjetividad tan acusada, se pueda hablar de cuestiones que, seguramente y de otro modo, no se abordarían o se tratarían, por eso he apostado por la primera persona y que sea Emma la que hable.

–De todos modos, Emma ya existía en audiolibro… ¿Difiere mucho la Emma del audiolibro a la protagonista de la novela?

–Lo del audiolibro es un tema curioso. La novela siempre nació como novela. Nunca la escribí pensando que se podría convertir en un audiolibro. Pensé la historia para verla en papel, pero las circunstancias de la vida hicieron que la primera oportunidad que existió fue para darle vida a través del audiolibro y me pareció que tenía mucho sentido que fuese un audiolibro porque estamos ante una confesión. Imaginar esa confesión susurrada en la voz de la protagonista hacía más mágica la historia.

Siempre intento canalizar en mis novelas algún pensamiento que me envuelve o una vivencia o un tema que me interesa

Hubo que adaptar la historia al formato audio y, cuando hubo posibilidad de publicarla en papel la ajusté para que todo adquiriese una mayor redondez. Publicarla me ha dado la oportunidad de profundizar en la historia, en su personalidad, en algunos instantes de lo narrado, en tramas, en subtramas, en personajes, en reescribir el entorno profesional…

–¿Ha sido catártico para usted reescribir la historia, como si de una segunda oportunidad o nacimiento se tratase. ¿Emma le ha hecho descubrir algo nuevo de sí misma?

–La historia era la que era y no quería entrar a edulcorarla, desvirtuarla o cambiarla, pero sí que es verdad que esta reescritura me ha servido incluso para canalizar experiencias profesionales que he podido vivir y que han podido ser similares a la que vive la protagonista. Siempre intento canalizar en mis novelas algún pensamiento que me envuelve o una vivencia o un tema que me interesa y, en este caso, se dio la oportunidad de poder aportar la experiencia que he ido adquiriendo con los años, desde su primera escritura hasta ahora en papel, pero todo sin alterar su esencia.

En cuanto a Emma y a mí, creo que todos los personajes tienen algo del autor, de su creador, sea experiencias, sensaciones, dudas. A mí me interesaba en esta reescritura trasladar momentos vitales al personaje de Emma. Ya lo hice cuando escribí originalmente la historia y ahora que he tenido esta oportunidad también he incluido esa visión personal o experiencial.

–Usted viene del mundo audiovisual y ahora está en el literario. ¿Escribe pensando siempre en imágenes o el hecho de escribir para publicar varia su modo de contar la historia?

–Mi manera de concebir el mundo es en imágenes. Tengo una imaginación que en todo momento me está proyectando la vida en imágenes. Mi formación es como guionista y vivo mi escritura de la manera en la que se escriben los guiones. Cuando se habla de escritor brújula o mapa yo soy de los que tengo todo planificado a la hora de crear la historia: diálogos, personajes, escenarios, guion, escaleta.

Cuando dicen que una imagen vale más que mil palabras a veces necesito las mil palabras para dibujar esa imagen

En este sentido, todas mis novelas son audiovisuales e intento valerme de lo mejor que tienen los dos mundos, el audiovisual y el literario. Cuando dicen que una imagen vale más que mil palabras a veces necesito las mil palabras para dibujar esa imagen. Hasta donde no llega el audiovisual llega la literatura y a la inversa y navegar esos dos mundos me parece una experiencia muy bonita.

–Y, ¿cuál de los dos territorios le enriquece más?

–Me gustan mucho ambos territorios, no me gustaría perder ninguno de ellos, aunque ahora me gusta mucho escribir. Me encantaría poder coger una historia en papel y convertirla en audiovisual.

–¿Hacia dónde dirige, ahora, sus pasos?

–Ahora la cabeza está en La piel infiel, en escuchar lo que dicen los lectores de ella y en detectar qué temas podría profundizar en un futuro a través de la literatura. Se plantean varios caminos como es seguir tirando del hilo de estas historias y llevarlas a otros formatos audiovisuales. También he comenzado una nueva libreta en la que voy apuntando nuevas ideas que no sé si fraguarán en una próxima historia.