¿De dónde viene el nombre de Alicante?

La ciudad de Alicante, portuaria y la segunda más poblada de la Comunidad Valenciana con 349.282 habitantes, esconde sendas leyendas de amor y guerra. Este municipio, que se erige como uno de los más turísticos y atractivos de España por su gastronomía y clima esconde curiosidades que explican el origen de su denominación.

La historia más conocida es una que data del medievo en la que dos jóvenes compiten por conquistar a una princesa. Hace siglos, donde a día de hoy se levanta la ciudad de Alicante, vivía un Califa junto a su familia, de las que destacaba su hija Cántara, por su belleza que superaba el ideal de belleza de la época: ojos grandes, cabello largo, piel clara, dientes blancos y perfectos, dedos finos… En definitiva, no le faltaban pretendientes.

Almanzor y Ali

Dos de estos candidatos fueron Almanzor y Ali, que como Cántara no sabía con quien quedarse, su padre decidió que el que ganase una prueba sería elegido como pretendiente de la princesa.

El primero de ellos era un general de Córdoba que tenía fama por todo la península por sus gestas militares; mientras que Ali, no era tan conocido pero sí apuesto, y venía de una familia noble, por lo que estaba a la altura para cortejar a la princesa.

Almanzor tuvo que ir a la India en busca de sedas y especias para ofrecer a su amada pero Ali tuvo más suerte, ya que su misión fue construir una acequia. Esto le permitió estar más tiempo con Cántara para poder conquistarla. Le cantaba a todas horas, le escribía y recitaba poemas… por lo que antes de terminar su tarea ya estaba perdidamente enamorada y tenía claro que con quien quería casarse era con él.

El desenlace fue otro

Cuando Almanzor regresó, ajeno al romance que había surgido entre Ali y Cántara, el Califa le entregó la mano de su hija, ya que era un hombre justo y había terminado la tarea antes que Ali. Cuando este se enteró, no pudo soportar el dolor y acabó lanzándose por un barranco.

Por su parte, Cántara cuando supo de lo ocurrido también decidió saltar al vacío para acabar con su sufrimiento. Pero por si no fuese bastante la tragedia de estos dos amantes, el Califa cayó en una depresión en la que dejó de comer, no dormía, por lo que finalmente optó por lanzarse desde lo alto de su castillo.

Fue tal el revuelo, que los habitantes quedaron consternados y como homenaje decidieron cambiar el nombre por «Alcántara», una fusión de Ali y Cántara para rendirles homenaje. Con el paso del tiempo, ese nombre pasó a ser Alicante, tal y como lo conocemos hoy.

Leyenda contra realidad

No se sabe hasta qué punto es leyenda o si tiene alguna parte de realidad, pero hay lugares que hoy en día se pueden visitar y que deben su nombre a esta historia. Como la Presa de Tibi, ya que fue allí donde supuestamente Ali se lanzó, provocando que surgiera agua de las montañas; mientras que Cántara perdió su vida en la Sierra de San Julián, también conocido como el Salto de la Mora.

Pero sin duda, lo más llamativo de la historia es el Monte Benacantil y la Cara del Moro, dado que bajo el Castillo de Santa Bárbara, en la fachada que da al mar frente a la playa del Postiguet, se aprecia claramente la cara de un hombre, conocida como la Cara del Moro, que hace referencia al Califa de la leyenda.