Fachada del número 26 de la avenida Cortes Valencianas, un edificio 'gemelo' al calcinado en CampanarEl Debate

Valencia  Los vecinos del edificio 'gemelo' del incendiado piden desplazar la falla ante el miedo a otra tragedia

Aunque los residentes de la finca y alrededores aseguran no tener miedo, ven con buenos los ojos la propuesta de mover tanto el monumento como el lugar donde tirar petardos

Las pavorosas imágenes del edificio del barrio valenciano de Campanar en llamas consternaron el pasado jueves a España entera. Diez fallecidos, un rescate angustioso vivido en directo y centenares de vidas a reconstruir fue el trágico balance de una tragedia sin precedentes. Además de las víctimas y los afectados, estos últimos con los que los Reyes han mantenido un encuentro esta semana, en la ciudad existe una irremediable sensación de miedo.

Especialmente, esa angustia se está dando en todas aquellas fincas que, habiendo sido o no construidas por la misma empresa que el de la avenida Maestro Rodrigo, sí se han levantando utilizando los mismos materiales y que, según las primeras investigaciones, podrían haber favorecido la rápida propagación de las llamas. Tanto es así, que residentes de un edificio así han pedido al Ayuntamiento que desplace la falla que en unos días se plantará y la zona de fuegos donde tirar petardos con tal de evitar una nueva tragedia en caso de otro hipotético incendio.

Al respecto, El Debate ha hablado en persona con varios de esos vecinos. Uno de ellos es Martín, que lleva viviendo en el Edificio Estrella, situado en la avenida Cortes Valencianas, dos años: «Podría ser una buena medida», indica, aunque reconoce que la situación es consecuencia de lo reciente que aún está el fuego.

Miedo no; precaución sí

Respaldando la propuesta, también aboga por que se haga una «revisión técnica» y, en el caso de que haya que modificar algo, «quede todo en condiciones». En este sentido, quiere dejar de manifiesto que «nunca» ha pasado «nada», pero apoya a los que tengan reservas porque «lo que ha pasado es muy duro».

Por su parte, Adrián es camarero en uno de los múltiples negocios de moda, muchos de ellos cadenas, que abarcan desde el nuevo estadio de Mestalla hasta el Palacio de Congresos de la capital levantina y respalda la postura de Martín: «Yo no tengo miedo de que pase otra vez lo que ha ocurrido. Ha sido una desgracia, pero llevamos 15 años sin que pase nada y no creo que vaya a pasar todos los días», destacando que en Fallas hay «muchas medidas» extraordinarias en materia de seguridad.

Vista del edificio 'gemelo' al incendiado' desde la plaza donde se planta la fallaEl Debate

«Si los vecinos quieren, como medida preventiva, que el monumento y la zona de petardos estén un poco más alejados por si acaso, lo veo bien, aunque no tengo pánico», insiste, remarcando que ve «normal» que haya gente que tenga «algún miedo», pero se muestra seguro, ya que «van a revisar todas las fachadas».

Saliendo del edificio en cuestión, y prácticamente sobre la hora en que el incendio se originó en Campanar, Jose atiende a este medio. Él no reside en el 26 de esta amplia vía, pero acude tres veces por semana a una academia de inglés que imparte clases en uno de sus pisos. «Estamos un poco sensibles por el incendio y porque esta fachada te lo recuerda». En su opinión, si que el monumento y las tracas se muevan unos metros sirve para que la gente que vive en la zona se quede «un poco más tranquila» no ve «por qué no hacerlo». «En un tiempo la gente se empezará a relajar, ahora hay un poco de psicosis, pero todo volverá a ser normal», augura.

Finalmente, una pareja de la finca que vive justo al lado del edificio que ha hecho la reclamación también se solidariza con los del Estrella: «Miedo no tenemos, pero entendemos que los vecinos pidan que se retire un poco la falla por si la fachada pudiera tener algún tipo de peligro. Si es de las mismas características, desde luego», afirma. Al igual que los anteriores testimonios, ambos recalan que «nunca ha habido ningún problema», pero, con la estructura de Maestro Rodrigo aún en la retina de todos los valencianos y aunque su casa es «de ladrillo», no les «incomodaría» ese hipotético movimiento: «Sin problema», hacen hincapié.