Un nuevo fallo eléctrico, la causa del segundo incendio fatal en apenas diez días en la Comunidad Valenciana

Tan solo diez días después de que Valencia sufriera el peor incendio de su historia, el del bloque de viviendas de Campanar en el que murieron diez personas, la Comunidad Valenciana ha vuelto a ponerse de luto tras otro trágico fuego, en el que han perdido la vida tres personas. En este caso, en Villajoyosa, en la provincia de Alicante; en un suceso con tantas similitudes como diferencias con el acontecido en la ciudad del Turia.

En ambos casos, el origen de las llamas, a tenor de las pesquisas, ha sido un fallo eléctrico. En Valencia, al parecer se produjo por un cortocircuito en el mecanismo de un toldo eléctrico. En el de la localidad alicantina, si bien se desconocen los detalles, por una sobrecarga en el enchufe del salón de la vivienda de los tres fallecidos: un niño de cinco años, su padre, de unos 30, y su abuela, de 75.

Así lo confirmó este lunes el presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, quien se refería a esta oleada de sucesos relacionados con el fuego como un «momento difícilmente interpretable».

Otro de los parecidos entre ambos sucesos ha sido la envergadura y la tipología de los edificios donde se han producido los incendios: ambos bloques de gran tamaño y densamente poblados. En el de Villajoyosa, de 24 plantas, tuvieron que ser desalojadas más de un centenar de personas. En el de Valencia, que era doble, y tenía 12 en su punto más alto, perdieron sus casas más de 300. Sin embargo, los bloques de viviendas en uno y otro caso distaban bastante en cuanto a sus materiales de construcción.

El fuego de Villajoyosa, acaecido en La Cala de Finestrat pasadas las dos de la madrugada –en un momento de máxima ocupación de las casas–, podría haber tenido un saldo mortal mucho más elevado de no ser por que la fachada era de hormigón, lo que impidió una rápida propagación de las llamas, como en el caso de Campanar.

Con la mente en Campanar

Un episodio, este último, que irremediablemente recorría las mentes de los afectados por el fuego del municipio alicantino. Según el presidente de la Diputación de Alicante, Toni Pérez, 15 personas tuvieron que ser atendidas, «fundamentalmente por cuestiones de ansiedad de nervios y seguramente también algunas mentes llevaban al incendio de hace unos días en Valencia, y alguna afección por inhalación de humo, pero de forma leve».

«Lo primero que he pensado ha sido en Campanar y en el revestimiento» del edificio, apuntaba en este sentido en declaraciones a Efe Marina, una de las vecinas.

El miedo a que se repitan episodios de esta índole se pudo sentir incluso en la Crida, el acto inaugural de las Fallas, en Valencia, cuando una pequeña columna de humo obligó a interrumpir el discurso de la fallera mayor. Finalmente se trató solo de un pequeño fuego en una palmera, probablemente fruto de la chispa de algún artefacto pirotécnico del espectáculo. Pero los ejemplos de este temor son recurrentes.

Hace unos días, los vecinos de uno de los considerados como «edificios gemelos» del de Campanar, en la avenida de Las Cortes, pedían que se alejara de su fachada una falla. Ahora, la gestora del otro, la Torre Navis, en la vecina localidad de Mislata, encargará un estudio específico de resistencia al fuego de los materiales utilizados en su construcción. Según la gestora, la compañía InmoCaixa, la solución técnica de la fachada de este otro edificio «difiere sustancialmente de la del edificio siniestrado en Campanar, fundamentalmente por el hecho de que las terrazas ocupan la mayor parte de la superficie».

La Generalitat Valenciana ha puesto a disposición del Ayuntamiento de Villajoyosa una vivienda pública en Benidorm para acoger a la familia contigua al piso donde se produjo el incendio, ya que la madrugada del domingo al lunes estuvo alojada en un hotel. El Consell no descarta que pudiese haber alguna necesidad más de realojo para las personas afectadas por este nuevo drama.