Varios ninots de las Fallas, en Valencia

Varios ninots de las Fallas, en ValenciaAyuntamiento de Valencia

Historia Valenciana

¿Cuál es el origen de las Fallas de Valencia?

El punto de partida de estas fiestas tan emblemáticas sigue siendo un verdadero enigma

En marzo, Valencia se transforma en un escenario de felicidad, color y tradición. La pólvora estalla, las falleras y falleros lucen sus mejores galas, la música invade las calles y la gastronomía despierta los sentidos. Los majestuosos monumentos falleros predominan en cada esquina, contando historias y satirizando la realidad. Sin embargo, el verdadero protagonista de las Fallas es el fuego, ese elemento que libera la energía acumulada durante días, el que las consume y da el significado.

Las Fallas, una fiesta tan emblemática que parece haber existido siempre. Sin embargo, ¿cuál es el origen de las Fallas de Valencia? ¡Ojalá lo supiésemos! La procedencia de esta tradición valenciana sigue siendo todo un enigma. Las investigaciones históricas no han logrado aclarar su nacimiento, ni siquiera situarlo en una fecha aproximada.

Existen numerosas teorías, algunas más populares que otras, pero ninguna con pruebas definitivas.

La tradición carpintera

Esta es la teoría más extendida y popular de todas. Muchos habitantes de Valencia creen que la tradición de las Fallas se originó en una antigua práctica de los carpinteros, donde celebraban a su patrón San José (19 de marzo), iluminando sus talleres con candiles sostenidos en un palo llamado parot. Se dice que, para conmemorar a su patrón y el final de las jornadas invernales, sacaban este palo a la puerta del taller y lo quemaban junto con virutas.

Con el tiempo, esta hoguera fue evolucionando al añadir más objetos, incluso vistiendo al parot con ropas para representar a alguien a quien quisieran criticar, en línea con la sátira valenciana. Esta figura primitiva se fue transformando con la adición de más elementos hasta dar origen al primer ninot (muñeco que se quema en las fallas).

Mascletà, en la plaza del Ayuntamiento de Valencia, este marzo

Mascletà, en la plaza del Ayuntamiento de Valencia, este marzoAyuntamiento de Valencia

A pesar de su difusión, no hay evidencia documental que respalde esta teoría. Los antiguos reglamentos del Gremio de Carpinteros de Valencia no mencionan la quema de objetos en San José, sino más bien celebraciones religiosas. En documentos antiguos sobre las Fallas, los carpinteros aparecen principalmente como constructores de los monumentos. Por lo tanto, no se puede afirmar con certeza que fueran los iniciadores de las Fallas, aunque es probable que hayan participado en su creación.

Fallero como oficio

Durante el siglo XIX, la tradición de las Fallas fue creciendo gradualmente, pero en 1851 las autoridades, al notar el tono satírico que adquirían, implementaron una censura previa que se aplicó entre 1868 y 1870. Se controlaba mucho el contenido que representaban, y es que al poder no le gustaba esta tradición y limitaron la libertad de expresión. Fueron perseguidas por la censura hasta que en 1885 surgió un movimiento en defensa de las tradiciones.

En la segunda mitad del siglo XIX, surgió la popular «falla erótica», que satirizaba temas como el matrimonio y las relaciones sexuales. En esa época también comenzaron a circular los llibrets, panfletos explicativos vendidos por niños en las calles.

A raíz de estas censuras, el Ayuntamiento de Valencia, en 1901, empezó a premiar los mejores monumentos falleros, dando inicio a las «fallas artísticas». Este reconocimiento impulsó la calidad artística sobre la crítica, llevando a los falleros a crear obras más estéticas y contratar artistas de renombre para su construcción.

Este cambio dio lugar a la profesión de artista fallero, donde escultores, pintores y carpinteros dedicaron su vida laboral a la creación de las Fallas.

Sea cual sea su origen, las Fallas se han convertido en una fiesta única e irrepetible, que llena de color, alegría y sátira las calles de Valencia cada año.

Así recibe la ciudad de la capital del Turia la entrada de la primavera, entre bandas de música, estruendos de las mascletàs, y más de 700 monumentos falleros, algunos de 25 metros de altura.

Durante las Fallas, buena parte de Valencia se transforma en una zona peatonal, permitiendo disfrutar de las mascletàs en la Plaza del Ayuntamiento a las 14:00 horas. Este evento es una experiencia sensorial completa: se pueden escuchar los estruendosos masclets, contemplar el fuego y el humo, percibir el aroma de la pólvora y sentir cómo el cuerpo vibra con la emoción del momento.

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