Joan Ribó se despide del Ayuntamiento: «Nos costó mucho levantar el nombre de Valencia»
El exalcalde de Compromís, de 76 años, renuncia a su cargo de concejal en el Consistorio levantino entre aplausos y muestras de cariño
La política municipal ha enterrado el hacha de guerra, al menos por un rato, este miércoles en Valencia. ¿El motivo? La marcha del exalcalde de la ciudad del Turia Joan Ribó (Compromís), quien, a sus 76 años, ha renunciado a su cargo de concejal, como ya había adelantado que haría hace unas semanas.
Ribó ha abandonado el hemiciclo en un Pleno en el que ha recibido el aplauso y el cariño de todo el parlamento y tres regalos, dos de ellos de manos de la actual alcaldesa, la 'popular', María José Catalá. En nombre de la Corporación, Catalá le ha hecho entrega de las actas del pleno extraordinario del 13 de junio de 2015 y del 15 de junio de 2019, en los que asumió la alcaldía, así como de una litografía que reproduce una vista de la Valencia de 1844 y de la que únicamente se conservan tres ejemplares.
En su discurso de despedida, Ribó (Manresa, 1947) ha recordado que llegó a Valencia con 17 años y que descubrió un valenciano «totalmente comprensible, una ciudad dinámica, alegre, que mira al futuro, y sobre todo una gente cercana y que se organiza en las luchas que cree justas».
Ha llamado a sus compañeros de partido a «cuidar» el «instrumento» que significa Compromís y ha agradecido a los vecinos de la ciudad el haberle dado «el regalo más grande que se puede hacer a un enamorado de Valencia», como fue la Alcaldía.
«Nosotros somos el único proyecto de estricta obediencia valenciana, gente de pueblo con conciencia de clase, gente que aprende y usa el valenciano a pesar de ser valencianos o murcianos», ha agregado.
A sus compañeros de coalición en el gobierno municipal durante ocho años, el PSPV, les ha dicho: «Viendo cómo se las gasta el Gobierno actual, creo que podemos sentirnos orgullosos del papel que hicimos, demostrando que la izquierda se puede poner de acuerdo».
«Os pido que tengáis trellat –sensatez o sentido común–, porque nos costó mucho levantar el nombre de Valencia», y ha añadido que observa con temor las «pulsiones retrógradas».
Por último, ha agradecido a la prensa el «no haber perdonado ni una» porque eso le ha hecho «mejor gobernante», y ha pedido que no se prive de «este regalo» a su sucesora.
«No es día para hacer política»
La alcaldesa, en nombre de los dos grupos que forman el equipo de Gobierno (PP y Vox), ha señalado que hoy «no es día para hacer política» y ha agradecido a Ribó la «colaboración y lealtad» mostradas en un traspaso de poderes que ha calificado de «tranquilo y modélico».
«Todos los alcaldes forman parte de la historia política de Valencia, ojalá se inicie, con este tono, una nueva etapa que creo necesaria, de respeto, estima y consideración por quienes dedican su vida, sus días, a la ciudad», ha agregado.
«Te deseo lo mejor a nivel personal, espero seguir contando con tu colaboración en cuestiones de interés para la ciudad. Mi compromiso es cuidar cada día Valencia como el olivo que me regalaste», ha concluido Catalá.
La portavoz de Compromís, Papi Robles, ha despedido con cariño a su «padre político» y le ha agradecido la enseñanza de que la izquierda «puede superar el pesimismo crónico y los postulados de trinchera». «Abriste el camino a una ciudad que hoy tiene más luz que nunca gracias al trabajo, la perseverancia y la confianza y demostraste que se puede gobernar de forma honrada y eficaz», ha añadido.
Igualmente, la portavoz socialista, Sandra Gómez, ha considerado que debe llenar el orgullo ser «el alcalde de la mejor ciudad para vivir».
«Si podemos reivindicar un legado conjunto es porque ha habido personas que lo hicieron posible con voluntad, diálogo, debate y acuerdo. Joan es una persona tranquila, que transmite serenidad y con la que se aprende a relativizar, y creo que gracias a él he madurado en política. No sólo tu grupo te echará de menos», ha concluido Gómez, quien ha regalado a Ribó una fotografía en la que ambos aparecen sonriendo.