Zona citrícola de Onda afectada, una de las de mayor valor agrícola y económico de la Comunidad ValencianaAsociex

Una planta solar proyectada en Castellón puede acabar con una de las mayores zonas citrícolas valencianas

La Asociación de Exportadores de Fruta de Castellón denuncia que el proyecto, que abarca 605 hectáreas entre Onda y Alcora, supondría un daño irreparable para una tierra con «una productividad y rentabilidad récord»

Un nuevo parque de plantas solares proyectado en la provincia de Castellón podría suponer un daño irreparable a una de las zonas citrícolas de mayor valor de la Comunidad Valenciana. Así lo denuncia la Asociación de Exportadores de Fruta de Castellón, Asociex, puesto que el proyecto plantea 751.632 placas solares levantadas sobre 605 hectáreas repartidas entre los municipios castellonenses de Onda y Alcora.

El proyecto, encabezado por la filial de la firma de EnerHi, Harbour Maestrat 4, todavía está en fase de información pública. De llevarse a cabo como está planteado, afectaría a un área citrícola que tiene «una productividad y rentabilidad récord», donde la tierra pasaría por «un cambio paisajístico radical», según afirma Asociex en un comunicado.

La asociación advierte de la importancia de las tierras donde se levantará la inmensa mayoría de esa red de módulos fotovoltaicos, pertenecientes al municipio de Onda: «Se hallan seis grandes fincas, entre ellas, dos de más de 100 hectáreas y otra de 83 hectáreas, un importante Centro de Investigación Citrícola (ICCSA), así como las explotaciones de unos 140 medianos citricultores. Todos ellos abastecidos por la Comunidad de Regantes Cota 220, también una de las más importantes de la región, que da servicio a 2.847 hectáreas agrícolas, pero que verá afectada por el proyecto en torno al 10 % de su superficie. Todas estas propiedades quedarán total o parcialmente dañadas», asegura el colectivo.

Hasta 30.000 empleos menos

Asociex estima que solo la producción de las fincas de las cinco firmas de sus empresas asociadas suponen una producción por temporada de entre 15.000 y 20.000 toneladas que, a salida del almacén, tendría un valor aproximado de 22 millones de euros. «Se trata de grandes explotaciones, bien dimensionadas, modernizadas y con fertirrigación localizada, productoras en su mayor parte de mandarinas protegidas, de las llamadas de 'club', cuyas cotizaciones suelen duplicar o incluso triplicar las de otras variedades competidoras», informa la asociación.

«La recolección citrícola de estas fincas genera alrededor de 25.000 y 30.000 jornales, frente al empleo casi nulo de mantener una planta solar de este tipo», detalla Asociex en el comunicado, donde alerta de la pérdida de mano de obra y de creación de empleo que supondría seguir adelante con el proyecto.

Igualmente, añade se trata de «una gran extensión que tiene un gran valor agrícola por tratarse de tierras muy fértiles, con bajo contenido en cal. Se trataría, además y por todo ello, de una de las zonas en las que se ha superado el minifundismo reinante en la citricultura valenciana y muy especialmente en el de esta provincia pues, no ya tan sólo las grandes fincas aludidas sino las propias propiedades de particulares regadas por Cota 220 tienen superficies de entre 4,2 y 8,3 hectáreas, muy superiores a la media en Castellón».

Campos abandonados de Alcora con los que EnerHi ha llegado a acuerdos con sus propietariosAsociex

Por otro lado, el suelo ocupado por la planta afectaría de lleno a Investigación Citrícola de Castellón, S.A. (ICCSA), que nació en 2009 como la unión de un grupo de exportadores y cooperativas, como una sociedad destinada a la investigación, creación y desarrollo de nuevas variedades, sobre todo mandarinas. «El propósito de ICCSA, que trabaja en colaboración con el Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias, es proporcionar avances que permitan a las empresas ser más competitivas en los mercados, tanto en los procesos como en los productos. Pues bien, el proyecto solar ahora en ciernes obligaría a arrancar los campos de ensayo en los que se ha venido trabajando los últimos 14 años: 5.000 árboles donde se controla la evolución de hasta 24.000 líneas varietales diferentes», señala la la asociación en su escrito.

Pacto con vecinos de Alcora

Para que el proceso tenga luz verde e iniciar su tramitación, la promotora ha llegado a acuerdos con los titulares de zonas del otro municipio afectado, Alcora, hasta cubrir el mínimo porcentaje legal necesario para afectar al resto de propiedades. Según apunta Asociex, «la característica más relevante de esta parte del proyecto, cuyos propietarios sí lo apoyan, es que se trata fundamentalmente de zonas forestales o agrícolas abandonadas o semi abandonadas hace ya años. A cambio de este dominio, el promotor aspira a afectar con su proyecto a la zona de alto valor de Onda, cuyos propietarios en su totalidad lo rechazan y van a alegar en su contra pero que, de salir adelante, se verán abocados a acordar un justiprecio por sus propiedades».

No es el primer caso en el que se ha visto envuelto la promotora EnerHi. Recientemente, retiró un proyecto similar en Nules y otro en la zona de Villafamés, Cabanes y Useres. Según confirma desde Asociex, la promotora dice tener un presupuesto de 167,2 millones de euros para ejecución material del proyecto.

«Una vez acabada la planta, las subestaciones y las conducciones es bien sabido que los empleos que se generan para el mantenimiento de estas instalaciones son residuales. Calculamos que, sólo la recolección de las 5 fincas afectadas de sus asociados generan cada temporada entre 25.000 y 30.000 jornales en su recolección, a los que habría que sumar los empleados en los almacenes para manipular y confeccionar esta fruta», concluye el colectivo de exportadores de fruta.