Rajoy acusa a Sánchez de «violentar principios constitucionales» y «liquidar los grandes acuerdos nacionales»

El expresidente del Gobierno Mariano Rajoy ha acusado a su sucesor en el cargo, Pedro Sánchez, de «violentar principios constitucionales» y de «liquidar los grandes acuerdos nacionales». Lo ha dicho en Valencia, donde, al igual que José María Aznar hizo este mismo lunes, ha participado en las jornadas Memoria y Legado de la Transición, que organiza la Universidad CEU Cardenal Herrera.

A lo largo de su conferencia, el exmandatario ha hecho una férrea defensa de las democracias liberales y ha puesto como gran peligro al «populismo». Ensalzando el valor que la Transición trajo, ha destacado que sus dos mayores logros fueron el paso «de un sistema autoritario a uno democrático» y, consecuentemente, la aprobación de la Constitución Española de 1978 mediante el «consenso», un «método» que ha calificado como «algo prácticamente inusual en la historia de España».

En su opinión, esa época ha traído «valores superiores» como las «elecciones libres e imparciales, la igualdad, el imperio de la ley o el Estado de Derecho», lo que, a su vez, ha contribuido a que el país haya vivido «sus mejores tiempos en términos de democracia, libertad y progreso económico y social». Sin embargo, para Rajoy esa dinámica se truncó con la formación del «Gobierno 'Frankenstein'» en 2018 y la llegada de Sánchez al Palacio de la Moncloa.

«Contagio del populismo»

Según ha apuntado, esa es la fecha en la que en España los «grandes asuntos nacionales» como la política exterior dejaron de cimentarse sobre acuerdos y pasan a gestionarse estando «sujetos a bandazos políticos» y «alejados» del consenso reinante hasta el momento. En este contexto, ha reprochado a Sánchez que haya conducido al partido Socialista a una deriva de «contagio del populismo», una forma de hacer política que deriva en que el «enemigo» esté «en casa».

En este sentido, Rajoy ha enumerado las que considera características de un populista y que se han visto y se siguen viendo en la España actual. Así, la primera es que el líder en cuestión se «suele presentar como el salvador de un pueblo oprimido por las elites», para lo que ha puesto como ejemplo a la Argentina de Perón y el uso del término «casta». Otro rasgo es que pone «en tela de juicio todo lo hecho hasta que él llego al mundo, todo lo anterior estaba mal». Del mismo modo, los populistas creen que poseen «el monopolio de la verdad y los buenos sentimientos», ejerciendo una «superioridad moral» tal que les permite que «cualquier atropello encuentra amparo y disculpa».

La cuarta característica es que «prometen un mundo feliz». En este caso, ha puesto la situación vivida en Cataluña durante el procés: «Iban a llegar empresas a patadas y al final se fueron empresas a patadas. Iban a entrar en Europa en media hora y no hubo ni un solo país del mundo que les apoyara», ha apostillado. Frente a todo ello y a otros aspectos típicos del populismo como que del carisma en el liderazgo se pasa «automáticamente al autoritarismo y a la autocracia» o que tienen «falta de respeto a la ley», el exjefe del Ejecutivo ha comentado algunas recomendaciones.

Estas no conciernen únicamente a los políticos, sino también a otros sectores como los medios de comunicación y a la sociedad en general. Entre ellas, está la necesidad de «trabajar para fortalecer los principios democráticos, como pueden ser el imperio de la ley y realzar que el Poder Judicial «solo se somete a ley y a nadie más». Igualmente, ha incidido en mantener los «controles» a los políticos» y en lo que ha llamado «contención democrática y verbal».

Alianza de países democráticos

La primera acepción hace referencia a que el hecho de que hayan votado a un gobierno a este «no le da derecho a hacer lo que le dé la gana» y la segunda a que, aunque «se puede discrepar», la crítica siempre ha de hacerse «con educación», dado que lo contrario sería poner frente al espejo «las peores conductas del ser humano, como el insulto o la mediocridad». También ha instado a que se dé «a los jóvenes una educación ética que explique qué es la democracia y qué responsabilidades tienen».

Finalmente, el expresidente del Gobierno ha hecho un breve repaso por la situación internacional que se vive hoy en día. En él, ha mencionado que Rusia, «ha movido el tablero» y «quiere recuperar la influencia en los países de la URSS y otros», amén de influir en otros como Siria o los de la zona del Sahel, así como en la política interior ajena, poniendo el caso de las injerencias rusas a lo largo del procés catalán.

Por tanto, y retomando la defensa de las democracias liberales occidentales frente a otros sistemas donde sus ciudadanos no disfrutan de esas bondades, Rajoy ha llamado a crear una «alianza de países democráticos para defenderse, fomentar sus valores esenciales y proteger la paz en el planeta». «Los aliados no son Maduro, los peronistas, López Obrador ni el Grupo de Puebla. Son las democracias liberales», ha concluido.