Ximo Puig, en Madrid, en una imagen de archivoAlberto Ortega / Europa Press

La 'ONG del catalán' constata el fracaso de la inmersión de Puig, que no evitó la caída del uso del valenciano

Plataforma per la Llengua asegura que el 32 % de los valencianos habla el idioma autonómico, un porcentaje que reconoce que «se ha reducido en los últimos años», coincidiendo con la etapa en la que el socialista presidía la Generalitat

La autodenominada 'ONG del catalán', la asociación Plataforma per la Llengua, ha concluido su ciclo de conferencias y charlas tituladas Valenciano: emergencia lingüística, después de haber recorrido más de 25 municipios de toda la Comunidad Valenciana. Las conclusiones, sin embargo, respaldan su tesis de que el idioma regional no lo habla tanta población como los responsables del colectivo independentista quisieran y, a la par, constatan el fracaso del modelo de inmersión lingüística que impulsó el socialista Ximo Puig durante los ocho años que estuvo al frente de la Generalitat.

Y es que, tal como señala el filósofo y escritor Xavier Serra, que ha participado activamente en el programa de actividades de Plataforma per la Llengua, «los hablantes habituales del valenciano sólo son el 32 % , un porcentaje que se ha reducido en los últimos años», una etapa que coincide con el tripartito que formaban el PSPV-PSOE, Compromís y Unidas Podemos. Además, cabe recordar que los de Baldoví gestionaban áreas como Cultura y Educación.

Huelga educativa y «gobiernos hostiles»

En este sentido, el autor remarca que «lejos de mejorar, con el cambio de Gobierno en la Generalitat Valenciana la situación está empeorando, teniendo en cuenta que el nuevo Ejecutivo es abiertamente hostil a la lengua propia del País Valencià y ya ha anunciado la retirada de ayudas en defensa de la lengua y el cierre de la Oficina de Derechos Lingüísticos», en alusión al Ejecutivo de coalición del Partido Popular y Vox. Así, ambos partidos ya anunciaron durante la campaña electoral que eliminarían la citada Oficina por considerarla «policía lingüística».

Igualmente, la asociación critica al actual Consell por lo que define como «censura» al referirse a no renovar las subscripciones a revistas en valenciano en las localidades de Burriana, Torrente, Meliana y Montserrat. Aún con todo, su presidente, Òscar Escuder, valora positivamente las conferencias organizadas porque, en su opinión, «favorecen la concienciación y el empoderamiento de la ciudadanía para proteger los derechos lingüísticos de los valencianoparlantes». En base a ello, reclama que haya «ciudadanos activos» ante una situación de «lenguas minorizadas y los gobiernos hostiles» con estas.

Por último, y con el objetivo de conseguir movilización, Plataforma per la Llengua anuncia una «huelga educativa para defender la lengua en las aulas» el próximo 23 de mayo y a la que llama a ir con una camiseta verde con el lema de su última campaña, La llengua no es toca! «Se debe dejar claro que a pesar de la hostilidad de los gobernantes actuales, la ciudadanía defiende la lengua propia del País Valencià de manera firme», hace hincapié Escuder, comparando el contexto del valenciano con el del córnico o el hebreo.