Vacas en Morella, CastellónAVA-ASAJA

La sequía obliga a los ganaderos de Castellón a sacrificar vacas por no poder hacer frente a los sobrecostes

Desde AVA-ASAJA piden ayudas al Gobierno central y la Generalitat Valenciana para parar esta situación extrema

La extrema situación con la sequía en la Comunidad Valenciana, y especialmente en la provincia de Castellón, está llevando a los agricultores y ganaderos a tomar medidas extremas para poder sobrevivir económicamente este año. El sacrificio de vacas en algunas zonas rurales de la comarca de Els Ports es una de las situaciones dramáticas a las que han tenido que llegar los ganaderos.

Aunque las precipitaciones de estos días suponen un ligero alivio en zonas puntuales de la Comunidad Valenciana, la histórica sequía que arrastra el sector a lo largo del año hidrológico, con un déficit de lluvias del 72% desde octubre, ya está dejando estas medidas extremas. Varios miembros de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA), han advertido sobre esta difícil situación que atraviesa el sector ante la imposibilidad de seguir afrontando los extraordinarios costes de alimentación y agua derivados de la falta de precipitaciones.

Los efectos de la sequía pueden resultar determinantemente catastróficosMarc BoixDelegado AVA-ASAJA en Morella

El delegado de AVA-ASAJA en Morella, Marc Boix, asegura que «la sequía comienza a ser insostenible. Este invierno no ha nevado y esta primavera apenas ha llovido. Como en los montes no hay pastos, tenemos que gastar mucho dinero en paja, forraje y piensos. Y con el agua más de lo mismo, como las balsas se han secado, estamos abocados a pagar una barbaridad para contratar el transporte de cubas de agua. En mi granja estoy tratando de aguantar toda la cabaña, pero si los números siguen rojos me planteo vender las vacas menos productivas antes de que acabe el verano».

A Boix le consta que «otros ganaderos no pueden más y en los últimos días se han visto obligados a llevar al matadero a más de 50 vacas. Esto es un drama, si reduces la cabaña en exceso y tan repentinamente estás poniendo en peligro, más pronto o más tarde, la viabilidad de toda la explotación. Una vaca suele tardar tres años en empezar a ponerse de parto, por lo que hablamos de una actividad que requiere muchos años para compensar gastos e ingresos. Los efectos de la sequía pueden resultar determinantemente catastróficos».

Se necesita una «actuación inmediata»

Por ello, AVA-ASAJA reclama al Gobierno central y a la Generalitat Valenciana la aprobación urgente de una línea de ayudas destinadas a los ganaderos para cubrir los gastos excepcionales que implican el transporte y la adquisición de agua y alimentación animal a las explotaciones afectadas por la sequía.

El presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado, asegura que «sólo una actuación inmediata de la Administración puede ayudar a los ganaderos a afrontar la falta de agua y de pastos y evitar así el cierre de granjas. En este momento tan crítico las administraciones tienen la oportunidad de demostrar si prefieren un sector agropecuario vivo o si, por el contrario, optan por el abandono, el despoblamiento, los incendios y el desierto».

Además de ayudas directas, AVA-ASAJA solicita para todos los sectores que están sufriendo los efectos devastadores de la sequía algunas demandas como la aplicación del módulo cero en la declaración del IRPF del ejercicio 2024 y un estudio de todas las necesidades hídricas de la Comunidad Valenciana, con mayor profundidad y con los consensos más amplios posibles.

Además, desde la asociación insisten en que se apueste por el impulso de la reutilización de aguas depuradas, perforaciones de emergencia y canalizaciones a las explotaciones afectadas. También una política hídrica que prevenga los ciclos de sequía y que contemple la construcción de infraestructuras para almacenar el agua cuando llueve y distribuirla a las zonas deficitarias cuando las necesitan y la mejora de los seguros agrarios para cubrir todos los riesgos climáticos.