Mazón cesa a todos los miembros de Vox de su Gobierno
Reacciona al anuncio de Abascal de romper con los gobiernos autonómicos del PP con la publicación de un decreto en el que agradece los «servicios prestados» al vicepresidente primero y consejero de Cultura y Deporte y a los responsables de Agricultura y Justicia e Interior
El presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, ha cesado a última hora de este jueves a todos los miembros de Vox de su Gobierno tras el anuncio del presidente de Vox, Santiago Abascal, de que su formación rompe los pactos de coalición con el Partido Popular en aquellas autonomías donde gobernaban. El dirigente 'popular' se adelanta, así, a las previsibles dimisiones que se iban a producir tras la decisión de la directiva de Vox.
El político alicantino ha publicado un decreto en el Diario Oficial de la Generalitat Valenciana en el que se dispone el cese de manera inmediata de Vicente Barrera como vicepresidente primero y consejero de Cultura y Deporte, de Elisa Núñez como consejera de Justicia e Interior y de José Luis Aguirre como consejero de Agricultura, Ganadería y Pesca «agradeciéndoles los servicios prestados».
Mazón había reunido a la dirección del Partido Popular de la Comunidad Valenciana este jueves a las seis y media, en un encuentro que se producía en paralelo al de la Ejecutiva de Vox en la que se decidía quebrar sus alianzas autonómicas con los de Abascal tras el reparto de menores extranjeros no acompañados acordado por el PP de Alberto Núñez Feijóo y el Gobierno de Pedro Sánchez. En el caso de la Comunidad Valenciana, el acuerdo estipulaba que serían 23 los menas que llegarían a los centros de acogida de la región para aliviar la situación asistencial de Canarias.
Pese a las advertencias de Vox, los 'populares' se mostraron firmes en su decisión de acoger a los menores, alegando que se trataba de una cuestión de «solidaridad». Una posición contraria a los de Abascal, que argumentaban que estos menas provocarían situaciones de inseguridad tales como «machetazos» y «violaciones». Ambas formaciones han acatado las decisiones de sus respectivas cúpulas y no han podido explorar vías de encuentro que derivasen en algún tipo de acuerdo que pudiera salvar los gobiernos. En el caso del valenciano, surgido de las urnas tras las elecciones del pasado 28 de mayo y que apenas llevaba un año de mandato.
En la Generalitat Valenciana, más allá de roces puntuales por discrepancias ideológicas que ambos partidos han sabido sobrellevar, el Ejecutivo de ha caracterizado por ser estable, como demuestra la aprobación no solo de los Presupuestos, sino de una batería legislativa con leyes referentes a la educación, medidas antifraude, la radiotelevisión pública autonómica o la Ley de Concordia, aprobada en el Pleno de las Cortes Valencianas este mismo jueves, cuando, paradójicamente, la deriva de ruptura parecía ya inevitable, como finalmente ha sucedido.
En el plano personal, la sintonía entre presidente y vicepresidente primero se podía palpar tanto en las distancias cortas como cuando se les preguntaba en público. «Mi relación personal con el señor Mazón es extraordinaria. Es una persona a quien yo no conocía. Lo he descubierto, le quiero a nivel personal mucho y además estoy seguro de que va a ser mi amigo por el resto de mi vida», apuntaba Barrera en una reciente entrevista en El Debate sobre su trato personal con el jefe del Consell.
En la misma, sin embargo, precisaba que «lo importante» no era su «relación personal», sino la «relación institucional», sobre la cual, apuntaba, ambos eran dos «personas absolutamente responsables». Tanto uno como otro han seguido las directrices marcadas por sus jefes de filas y han acatado una ruptura que deja la gobernabilidad valenciana en el aire. Los 'populares' pueden hacer valer su mayoría simple en la Cámara autonómica, con sus 40 escaños, siempre que obtengan el apoyo o la abstención de los 13 representantes de Vox. Enfrente, el PP tiene a una oposición de izquierdas en la que Compromís y PSPV suman 46 asientos. Y estos últimos, de la mano de su líder, Diana Morant, ya se frotan las manos y piden a Mazón que convoque elecciones.