El presidente de la Generalitat Valenciana Carlos Mazón

El presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos MazónGVA

Mazón encara su segundo año de mandato ya sin Vox y con el reto de gobernar en solitario

El presidente de la Generalitat sigue con la misma hoja de ruta pese a la salida de los de Santiago Abascal del Consell, aunque tendrá que granjearse apoyos puntuales para sacar adelante leyes importantes, comenzando por la de Presupuestos de 2025

Este miércoles se cumple un año desde que Carlos Mazón jurara su cargo como presidente de la Generalitat Valenciana desde la mesa de las Cortes autonómicas. Tres días más tarde de tomar posesión, nombró a un Consell de coalición del Partido Popular y Vox que se puso a trabajar para revertir la gestión del tripartito encabezado por Ximo Puig y que tenía como fundamentos la bajada de impuestos, terminar con el procés a la valenciana y recuperar unos servicios sociales eficaces y eficientes.

Hoy día, los objetivos son los mismos, pero algunos integrantes del Ejecutivo regional han cambiado como consecuencia de la abrupta ruptura impuesta por Santiago Abascal desde Madrid y que ha derivado en los ceses de Vicente Barrera como vicepresidente primero y consejero de Cultura, de Elisa Núñez al frente de Justicia e Interior y de Jesús Aguirre como responsable de Agricultura. Precisamente, el contexto de gobernar en solitario es el gran reto que debe afrontar Mazón.

La primera prueba de ello no será en ningún caso sencilla, ya que a la vuelta de las vacaciones de verano las distintas consejerías deben ponerse a elaborar sus cuentas de cara a la presentación de los Presupuestos de la Generalitat para 2025. Y será en su tramitación parlamentaria, que ocuparía el último trimestre del año, donde se verá si Vox se cierra en banda a cualquier tipo de acuerdo con el PP o si, por el contrario, se abre a dar luz verde a leyes y medidas cruciales para garantizar la estabilidad de la legislatura y espantar el fantasma de un adelanto electoral.

Ley de Señas de Identidad

En paralelo a la redacción de las cuentas públicas para el próximo ejercicio, aunque haya habido cambios en determinadas caras del Consell, la hoja de ruta de Mazón no ha cambiado ni un ápice de lo que se fijó como metas en 2023. De este modo, como prioridades está la de mantener una política fiscal con impuestos bajos en contraposición a lo vivido durante los ocho años de gobiernos del PSPV-PSOE, Compromís y Unidas Podemos.

Primera reunión del nuevo Consell de Mazón, este viernes

Primera reunión del nuevo Consell de Mazón, el pasado viernesGVA

En la misma línea, avanzar en la mejora de la situación de la sanidad es algo a lo que el presidente autonómico no va a renunciar y, bajo la batuta de Marciano Gómez, buscará seguir bajando las listas de espera en la Comunidad e implementar un sistema que responda en tiempo y forma a las necesidades de los valencianos y que se aleje todo lo posible del que heredó, ya que estaba colapsado y con unos tiempos de espera más que elevados y que en los últimos doce meses se han visto aminorados.

En materia educativa y cultural, el segundo año de Mazón en el Palau de la Generalitat es posible que sea el que se dé luz verde a la nueva Ley de Señas de Identidad con tal de legislar para dar carpetazo a las injerencias del independentismo catalán en la región, que fueron una de las características más importantes de la izquierda entre 2015 y 2023, con varios millones de euros públicos otorgados de manera constante a asociaciones y entidades que promueven la creación de los 'Países Catalanes' y que, por tanto, no respetan ni la integridad territorial que contempla el Estatuto de Autonomía ni la unidad nacional que refleja la Constitución de 1978.

En consecuencia, Mazón encara esta nueva etapa como presidente con los mismos planes que le llevaron a ganar ampliamente las elecciones y al cargo. Sin embargo, tendrá que esforzarse en granjearse apoyos puntuales para leyes importantes como la de Presupuestos y otras normas que den forma al programa con el que se presentó.

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