Un científico valenciano lidera el equipo que ha detectado la mayor fuga de metano de la historia
El Doctor Luis Guanter está a la cabeza del grupo que detectó el hito, que se produjo en Kazajistán en 2023 y que provocó un incendio con llamas de diez metros de altura y un cráter de 15 de ancho
Ciencia y Comunidad Valenciana vuelven a copar titulares, algo que viene siendo habitual en los últimos tiempos. En esta ocasión, la noticia la protagoniza el Doctor Luis Guanter, catedrático de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV), líder de un equipo científico internacional que ha detectado la mayor fuga de metano de la historia en un pozo petrolífero.
Se trata del yacimiento Karaturun East, situado en Kazajístán. Guanter, que también es el responsable del Grupo LARS del Instituto de Ingeniería y Medioambiente del citado centro académico, ha publicado junto al grupo a cuyo frente está en Environmental Science & Technology Letters y su trabajo ha sido seleccionado por Nature como Research Highlight.
En él, los expertos cuantifican y rastrean cuál ha sido la evolución de esta emisión sin precedentes de metano, la mayor registrada hasta el día de hoy. Todo ello ha sido posible gracias a que han combinado datos de satélites de diversas misiones, tales como TROPOMI, GHGSat, PRISMA, EnMAP y EMIT, con los de Sentinel-2 y el radiómetro multiespectral Landsat.
Llamas de diez metros y cráter de 15
Según los datos recogidos en la investigación encabezada por el valenciano, la mencionada fuga produjo un incendio que alcanzó los diez metros de altura y, además, provocó la creación de un cráter de 15 metros de ancho. Estas cifras son más que notables, puesto que suponen que superan a hechos similares registrados con anterioridad, como pueden ser el de Aliso Canyon en 2015, el de Ohio en 2018 o el de Luisiana en 2019.
«La fuga se inició el 9 de junio de 2023 y durante los 205 días que duró el incidente se liberaron aproximadamente 131 toneladas de metano a la atmósfera. Para sellar el pozo se inyectaron miles de toneladas de agua. Finalmente, el flujo de gas se detuvo el 25 de diciembre de 2023 inyectando lodo de perforación», detalla Guanter.
Él no ha sido el único español que ha formado parte de este trabajo, ya que le han acompañado Javier Roger, Adriana Valverde, Itziar Irakulis y Javier Gorrroño. A todos ellos se han unido expertos de diversas instituciones de carácter internacional como SRON Netherlands Institute for Space Research, Kayrros, Environmental Defense Fund y United Nations Environment Programme. Como elemento innovador, cabe destacar que el estudio se ha ejecutado mediante la aplicación de nuevos métodos de procesamiento de datos, con lo que se ha conseguido una mejora a la hora de notificar y manejar las columnas de metano que se concentraban en el lugar de la fuga.
«Estos métodos optimizados incluyen la implementación de un filtro a medida para detectar columnas y modelos específicos de cuantificación de metano para instrumentos hiperespectrales», señalan los responsables del grupo LARS, que también subrayan el valor de las tecnologías satelitales avanzadas para que este proyecto haya acabado en éxito y se haya podido cuantificar la emisión total de metano expulsada en Kazajistán:
«Nuestro trabajo demuestra cómo las herramientas espaciales avanzadas son esenciales para descubrir y gestionar estos eventos de súper emisiones, permitiendo una reconstrucción precisa y una cuantificación robusta de las emisiones», apuntan los integrantes del grupo LARS.
Asimismo, éstos valoran positivamente el hecho de que haya un continuo y preciso monitoreo en aras de que los impactos ambientales producidos a raíz de las actividades industriales para la extracción de petróleo y gas sean mínimos o, si no, menores.
«El gas natural, además de ser una importante fuente energética, también es un gas de efecto invernadero responsable de casi un tercio del calentamiento global, pues contiene más del 90 % de metano. La diferencia con el CO2 es que tiene un mayor impacto a corto plazo, por lo que es necesario actuar en origen y reducir las emisiones», concluye el grupo de científicos.