Castellón multará con hasta 100.000 euros y vigilará con drones para evitar vertederos incontrolados

La basura y los residuos en vertederos incontrolados suponen cada vez más una problemática importante en la ciudad de Castellón de la Plana, especialmente en zonas como la de la Marjalería. La insalubridad, los malos olores y los problemas que ello acarrea han obligado al Ayuntamiento a tomar medidas.

Las sanciones económicas es la primera de las medidas para concienciar a la población castellonense de los inconvenientes de los vertederos. Las multas pueden ascender hasta los 100.000 euros en el caso de las infracciones más graves y las más leves ya parten de los 2.000.

En esta campaña actual, que comenzó el 1 de julio, ya se han registrado hasta cinco infracciones, según ha notificado la Unidad de Protección Medioambiental y Animal de Policía Local (UPROMA), responsable de las labores de vigilancia, protección del medio ambiente y control de vertidos.

Durante toda la campaña del año anterior, en los meses de verano se llegaron a contabilizar hasta 26 multas por depositar basura en lugares no autorizados. Unas cifras alarmantes que el Consistorio ha querido reducir para estas semanas estivales y que espera que con estas medidas de concienciación y con la amenaza de la cuantiosa sanción económica los vecinos de la capital de la Plana estén más concienciados.

La campaña de concienciación impulsada por el Ayuntamiento para evitar los vertidos ilegales en la ciudad ya está en marcha. El primer teniente de alcalde y concejal de Servicios Públicos, Sergio Toledo, acompañado por la teniente de alcalde del Grao, Ester Giner, y el concejal de Medio Ambiente, Cristian Ramírez, han participado en una cita informativa en la confluencia del camino Ullal de la Comare, en el cruce con camino de la Donación.

Plan Estratégico de Limpieza

Durante la cita informativa, donde han estado presentes los educadores ambientales y diversos técnicos municipales, se han presentado los drones, que serán unas de las herramientas imprescindibles para el nuevo Plan Estratégico de Limpieza que el Consistorio ya ha puesto en vigor.

«El Plan Estratégico de Limpieza es una prioridad y los vertederos incontrolados son un objetivo a erradicar, con la colaboración de todos. Por supuesto sumando medios del Ayuntamiento pero apelando a la concienciación ciudadana», ha destacado Toledo durante el encuentro.

La vigilancia se va a intensificar respecto a la del 2023. Con turnos de mañana, tarde y noche y, sobre todo, los fines de semana, con un horario de 20:00 a 2:00 horas los viernes y los sábados.

«El objetivo es rebajar hasta erradicar este tipo de malas prácticas. Por eso, de nuevo vamos a usar los tres drones de la Unidad del UPROMA, que van a reforzar esas labores de vigilancia, van a estar a pleno rendimiento igual que las patrullas destinadas a prevenir la proliferación de vertederos ilegales», ha insistido edil.

Desde el Consistorio han recalcado que existe un teléfono gratuito de recogida de enseres y hay puntos tanto de ecoparques móviles como fijos para poder reciclar. Por lo que Toledo ha hecho un llamamiento «a la convivencia vecinal y que se dejen de tirar vertidos incontrolados en diferentes puntos de la ciudad».

Vertedero y poblado de chabolas

Según han compartido desde el Ayuntamiento, los puntos más sensibles, donde el verano pasado se detectaron vertidos incontrolados fueron zonas como Camino de la Donación; Ullal de la Comare; Camino Mota Izquierda del Riu Sec; Camino Fileta; Camino Enramada; Camino Penyeta Roja; en la Ciudad del Transporte; Camino Serradal y Camí d’Enriera, entre otros.

Esas zonas, alejadas del centro de la ciudad, pero donde también residen algunos vecinos y hay cultivos, es donde más proliferan este tipo de vertederos. Son muchos los castellonenses que han levantado la voz quejándose de estos vertidos y de los problemas de insalubridad que ello conlleva.

No muy alejados de esa zona se encuentran algunos solares con asentamientos de chabolas, que también están causando problemas similares a los residentes. Son puntos donde prolifera la basura, no hay limpieza y se utilizan como desguace de chatarra, con vehículos abandonados y despiezados e infraviviendas construidas sin permiso del Ayuntamiento de Castellón.

La zona de Mestrets, concretamente, es donde más problemas se han ocasionado. Debido a estos asentamientos y a la cantidad de vertidos y chatarra, se originan incendios en la zona. En los últimos nueve años se han registrado un total de 56, el último de ellos en el mes de mayo obligó incluso a desalojar el poblado de chabolas y alrededores.

Por todo ello, las autoridades municipales están procediendo a la limpieza de la zona de chabolas, pero por el momento no ha sido posible desalojar y limpiar todas las parcelas afectadas. Con el paso del tiempo estos okupas vuelven y siguen construyendo infraviviendas, algunas incluso de hormigón.