La alcaldesa de Valencia, María José Catalá, en una imagen de archivoJorge Gil / Europa Press

El Ayuntamiento de Valencia acusa a Compromís de «enfangar el debate político» con tal de atacar a Catalá

Los nacionalistas reprochan a la alcaldesa de Valencia que en el mes de julio el equipo de gobierno adjudicara 236 contratos «a dedo» y el Consistorio responde que actúa en base a criterios «estrictamente técnicos»

El cierre del curso político en el Ayuntamiento de Valencia le está suponiendo a la alcaldesa, María José Catalá, una lluvia de reproches a su gestión durante su primer año al frente del Consistorio por parte de la oposición; un aspecto, por otro lado, nada sorprendente puesto que Compromís y el PSPV-PSOE no han respaldado a la regidora prácticamente en ninguno de los asuntos capitales legislados durante esta etapa.

Si a principios de esta misma semana la polémica giraba en torno a los efectos que ha tenido la reapertura de la calle céntrica calle Colón al tráfico y el equipo de gobierno local desmontó el relato de socialistas y nacionalistas con datos oficiales, el nuevo punto de fricción se refiere a la adjudicación de contratos menores. Según Compromís, durante el pasado mes de julio entre la alcaldesa y sus concejales firmaron un total de 236 contratos «a dedo».

Esta cifra supondría «1.168.809 euros de dinero público contratado sin concurrencia competitiva», así como un 76,12 % más que los llevados a cabo en 2023, en palabras de la concejal 'naranja' Lluïsa Notario: «Parece que Catalá le ha cogido el gusto en utilizar este tipo de contrato poco transparente, sin ningún tipo de publicidad y que rehúye los controles financieros pertinentes», afirma la edil. Igualmente, añade que estas prácticas «marcan una tendencia que indica que el Gobierno de derechas está evitando utilizar el concurso público y abierto, un procedimiento más transparente» e insta a los miembros del Ejecutivo levantino a explicar «qué quieren esconder».

«Nuevo despropósito» de Compromís

Sin embargo, fuentes municipales rechazan las acusaciones de la representante de Compromís. Así, aseguran que comparar los últimos dos julios es «poco riguroso» y responde a «un nuevo despropósito» de la formación nacionalista y a su «afán por enfangar el debate político». Argumentan esta postura subrayando que cuando Catalá llegó a la alcaldía el 17 de junio del año pasado «la contratación del Ayuntamiento estaba ralentizada con motivo de las elecciones municipales».

Lluïsa Notario, tomando posesión de su cargo como concejal en el Ayuntamiento de ValenciaAyuntamiento de Valencia

Asimismo, las mismas fuentes recalcan que la contratación del Ayuntamiento se realiza con criterios «estrictamente técnicos» y «buscando en cada momento dar respuesta a las necesidades de la ciudad». Como ejemplo de ello ponen el «alto porcentaje de compromisos electorales cumplidos por el Gobierno de la alcaldesa María José Catalá, por encima del 55 %».

Además, comparan la ejecutoria de la 'popular' frente a la coalición de Compromís y el PSPV-PSOE, que estuvo desde 2015 hasta 2023, señalando que durante esas dos legislaturas ambos partidos «gastaron 110 millones de euros en 18.000 contratos menores», unas cifras que les llevan a no estar «en disposición de dar lecciones de gestión a nadie».

En cuando al balance de lo que va de mandato, las fuentes municipales apuntan que, mientras que el periodo de Joan Ribó fue «totalmente deficitario» y se caracterizó por la «ineficacia, lentitud y por dejar problemas enquistados en la ciudad», el de Catalá está siendo «infinitamente más eficaz», ya que ha logrado un Ayuntamiento «más ágil y resolutivo en la gestión del día a día de la ciudad».