Esta fue la gamberrada que dio origen a la Tomatina de Buñol

El origen de la famosa Tomatina de Buñol tiene un comienzo tan inesperado como peculiar. Todo se remonta al último miércoles de agosto de 1945, en plena plaza del pueblo. Aquella tarde, un grupo de jóvenes se había reunido para disfrutar del tradicional desfile de gigantes y cabezudos, una actividad festiva que concentraba a buena parte del pueblo.

En medio de la celebración, estos jóvenes, con el ánimo y la energía propia de su edad, decidieron que no querían limitarse solo a observar. Con más ímpetu del necesario, intentaron abrirse paso en la cabalgata para participar en ella. Sin embargo, su entusiasmo provocó un accidente y uno de los participantes del desfile acabó en el suelo, empujado por el alboroto de los chicos.

Lo que sucedió a continuación fue lo que realmente marcó el inicio de todo. El hombre que había caído se levantó completamente enfurecido y, sin pensarlo dos veces, comenzó a golpear todo lo que encontraba a su paso, desatando el caos en la plaza.

En medio de ese revuelo, y por pura casualidad, se encontraban junto a un puesto de verduras. Ahí es donde ocurrió la gamberrada que lo cambiaría todo. En un acto de pura adrenalina, la multitud comenzó a lanzarse tomates, usando la mercancía del puesto como proyectiles improvisados. La batalla de tomates continuó hasta que la policía intervino para poner fin a la asombrante pelea de tomates.

Al año siguiente, los jóvenes repitieron la misma hazaña, esta vez de forma completamente intencional y llevando sus propios tomates desde casa. Pero la idea de convertir aquella gamberrada en una tradición no fue bien recibida por las autoridades, que decidieron prohibir la Tomatina a principios de los años 50, temiendo que se quedara como una costumbre en el pueblo.

Sin embargo, a pesar de la prohibición y de que algunos participantes fueron detenidos, el espíritu de la Tomatina no pudo ser apagado. La fiesta continuó celebrándose de manera clandestina y, con el tiempo, la presión popular hizo que volviera a ser permitida y reconocida oficialmente. A partir de ahí, la Tomatina creció cada vez más, atrayendo a más personas cada año y consolidándose como una de las fiestas más originales de España.

La Tomatina de Buñol fue finalmente declarada Fiesta de Interés Turístico Internacional en 2002, un reconocimiento que la ha posicionado como un evento de renombre mundial.

Además, para que todos puedan disfrutar de esta experiencia, también se celebra la Tomatina Infantil, un evento diseñado para que los niños entre 4 y 14 años vivan la emoción de la batalla de tomates en un ambiente seguro y controlado, unos días antes de la gran batalla roja.

Para quienes deseen conocer más sobre esta singular celebración, el Museo de la Tomatina en Buñol ofrece una experiencia inmersiva, donde los visitantes pueden explorar la historia de la fiesta, revivir la batalla en realidad virtual y disfrutar de exposiciones que muestran cómo una simple gamberrada en 1945 se transformó en una fiesta internacionalmente tan famosa.