Valencia
Catalá apuesta por una plaza del Ayuntamiento «emblemática y señorial» frente a la «chapuza» planeada por Ribó
La alcaldesa de Valencia asegura que no va a tomar «decisiones llevadas por impulsos» sobre el proyecto definitivo y critica que la izquierda remodelara la zona con 200 maceteros verdes que «todo el mundo» en la ciudad «odia»
El nuevo curso político ha empezado fuerte en la ciudad de Valencia y buena muestra de ello es que uno de los temas que ya ha generado polémica entre el equipo de gobierno y la oposición es el relativo a la remodelación de la plaza del Ayuntamiento de la capital levantina, seguramente el lugar más conocido de ésta.
Al respecto, la edil del PSPV-PSOE María Pérez ha echado en cara a la alcaldesa, María José Catalá, que durante sus casi 15 meses en el cargo haya «dejado perder un tiempo precioso» para aprobar un proyecto definitivo para el famoso emplazamiento y haberlo puesto en marcha. Este aspecto lo ha relacionado con lo que, a su juicio, es una «falta de modelo de ciudad» por parte de la 'popular'.
Igualmente, la socialista también ha criticado las «dilaciones injustificadas» del Ejecutivo municipal en lo referente a las citadas actuaciones, un aspecto que lo ve como consecuencia de «la incapacidad y mala gestión del gobierno de Catalá», que están provocando «un perjuicio a la ciudad, ya que los profesionales que ganaron el concurso de ideas» en época del exalcalde de Compromís, Joan Ribó, «siguen sin tener ninguna noticia sobre cuál será el futuro» de este enclave «más de un año después».
Un urbanismo que fue «un fraude»
Cabe recordar que cuando los nacionalistas y el PSPV-PSOE gobernaron Valencia en coalición (2015-2023) ya procedieron a realizar determinadas obras en la plaza del Ayuntamiento. Éstas, no obstante, fueron rechazadas en general por los vecinos, que no llegaron a entender el porqué de 200 maceteros de color verde a lo largo del perímetro o, entre otras cosas, el nuevo sentido del tráfico rodado en la misma zona.
Por ello mismo, la alcaldesa asegura que su Gabinete no hará «nada provisional» ni «ninguna chapuza» como, en su opinión, ya hizo su antecesor en el puesto, por lo que el diseño final estará listo «cueste el tiempo que cueste» para que esté «a la altura de la tercera capital de España». «No voy a tomar decisiones llevadas por impulsos, como hacía el anterior Gobierno, que cuesten dinero de las arcas públicas, que sean provisionales y que resulten una chapuza. Yo eso no lo voy a hacer. A mí que no me esperen en esas dinámicas», remarca la primera edil.
Del mismo modo, la mandataria levantina se refiere a los mencionados maceteros como una «verdadera chapuza», que «costaron entorno a mil euros cada uno» y que «todo el mundo en Valencia odia». En este sentido, fuentes municipales apuntan que la futura plaza en la que está ubicado el edificio del Consistorio ha de ser un espacio «emblemático y señorial», a la par que ha de «contar con el máximo consenso ciudadano y la aprobación de los técnicos municipales y de los expertos en urbanismo».
Así, ponen sobre la mesa lo que consideran la «improvisación y la falta de interés por la estética urbana de la ciudad demostrado por los gobiernos de Compromís y PSPV» por fomentar un «urbanismo táctico que fue un fraude para los vecinos y comerciantes» porque provocó «que en el entorno de la plaza del Ayuntamiento estén instalados 16 tipos diferentes de maceteros y ocho estilos distintos de farola».
Finalmente, las mismas fuentes destacan que el equipo de gobierno de Catalá «está trabajando para avanzar en un proyecto de referencia, que tenga en cuenta que la plaza del Ayuntamiento es la catedral de la pólvora, y que en ella durante los primeros 19 días de marzo se celebra la mascletà, que por su potencial es una de las imágenes icónicas de las Fallas y de la tradición del arte pirotécnico de Valencia».