Chert, el pequeño pueblo de Castellón que vive una segunda juventud gracias a franceses, alemanes y suecos

La Comunidad Valenciana está repleta de rincones únicos por explorar y, sobre todo, en el interior es donde se encuentran algunas de estas joyas. Y, en el caso de pequeños pueblos con encanto, sus visitantes no solo se enamoran para pasar unos días, sino que algunos deciden quedarse. Este es el caso de Chert, un pequeño municipio de la provincia de Castellón, con poco más de 700 habitantes y que ha conseguido embaucar a familias no solo de fuera de la terreta, sino también de otros países.

La localidad, situada en la comarca del Bajo Maestrazgo, está construida en el enclave de la montaña, con un relieve bastante irregular, donde las calles y sus casas están rodeadas de barrancos y ramblas. Urbanísticamente, hay una clara diferenciación entre el casco antiguo y la zona más moderna.

El poble vell es la parte pequeña y más antigua de la localidad y es precisamente esta zona la que ha atraído a nuevos residentes extranjeros, siendo prácticamente un área residencial y muy característica por sus tipos de calles y viviendas restauradas.

En su mayor parte, las familias que residen en el poble vell son extranjeras o de otras partes de España que han ido adquiriendo y restaurando las viejas viviendas para pasar el verano o, en unos pocos casos, residir allí de forma permanente.

Casas a 1.000 pesetas

Este boom inmobiliario viene dado desde décadas atrás. Así lo ha confirmado el Ayuntamiento de Chert a este periódico, que ha mencionado que las primeras compras empezaron hace aproximadamente unos 50 años. El motivo principal era el precio irrisorio de las viviendas, principalmente por su mal estado de conservación.

Algunas salieron a la venta con el requisito ineludible de que el comprador las hiciera habitables de nuevo. Así, tras el paso de los años, el número de viviendas restauradas en el casco antiguo supera con creces las que se han ido acondicionando en la parte más moderna, aunque ésta sea más extensa.

Franceses, alemanes y suecos son los propietarios extranjeros que más abundan en la zona, así como algunos casos particulares provenientes de Holanda o Inglaterra. Así lo ha destacó la alcaldesa Susana Sanz al periódico El Mundo. También mencionó el ejemplo particular de una familia sueca que ha fijado en Chert su residencia permanente y «se ha integrado como unos vecinos más».

Además de los residentes extranjeros, también los hay de otras partes de España, sobre todo de Cataluña. La localidad tuvo especial repercusión entre los catalanes gracias a un reportaje publicado en noviembre de 1970 en el antiguo medio El Correo Catalán, que anunciaba la venta de viejas casas en Chert por 500 y 1.000 pesetas.

Y es que, aunque el censo de Chert se sitúa en los 725 habitantes según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística, su encanto y condiciones para una escapada rural hacen que su población se multiplique hasta llegar a superar las 2.500 personas en pleno agosto. Así lo han confirmado desde el restaurante de la localidad, donde aseguran que el pueblo «cobra mucha vida durante el verano».

En el casco antiguo y zona del poble vell se pueden recorrer las calles estrechas y plazas porticadas con edificios del siglo XIII como la iglesia parroquial y visitar el Palacio de los Condes de Pestagua o el antiguo Ayuntamiento.

Los alrededores de Chert también esconden algunos tesoros entre tanta naturaleza, y es que la localidad es un punto de paso interesante para los aficionados de las vías ferratas, que recorren senderos alrededor de la localidad. Este es el caso de las muelas Redona, Llarga o Murada, en donde se puede disfrutar de un yacimiento arqueológico.

Pueblos atractivos para extranjeros

Y es que Chert no es el único pueblo del interior de Castellón que ha atraído a familias y visitantes extranjeros para residir. Factores como el bajo coste de vida, la tranquilidad y la naturaleza atraen a multitud de residentes con capacidad económica que buscan una segunda vivienda en España o una casa con posibilidad de teletrabajar y disfrutar de las ventajas de vivir en estas zonas.

Este es el caso de la localidad de San Jorge, también situada en la comarca del Bajo Maestrazgo. Este municipio del interior, que apenas cuenta con un millar de habitantes, según el censo del Instituto Nacional de Estadística de 2019, ocupa el puesto número 17 de las 25 pequeñas poblaciones preferidas por los ciudadanos extranjeros para residir en España, según el último informe elaborado por el portal inmobiliario Idealista, en relación a la venta de viviendas en el año 2021.

Y el motivo es el mismo que en Chert, el bajo precio de la vivienda. Según el mismo estudio de Idealista, en San Jorge ronda los 905 euros el metro cuadrado, muy por debajo de la media en otros pueblos o ciudades.

Entre el público que busca viviendas en esta localidad se encuentra, en primer lugar, los ciudadanos procedentes de Francia, seguidos de los alemanes y, finalmente, interesa a los ciudadanos de Países Bajos.