El consejero valenciano de Agricultura, Agua, Ganadería y Pesca, Miguel Barrachina, durante la entrevistaGemma Gil

Entrevista | Consejero de Agricultura de la Generalitat Valenciana

Miguel Barrachina: «La alternativa de Sánchez y Ribera a la huerta de la Comunidad Valenciana es el desierto»

El consejero valenciano de Agricultura contrapone su gestión a la que llevó el tripartito de Ximo Puig, que la cataloga de «ecologismo de salón» llevado a cabo por «falsos ecologistas» en contra de los intereses de campesinos, ganaderos y pescadores de la región

El aspecto del agua y la agricultura fueron dos de los que más se habló durante la campaña electoral de las elecciones autonómicas en la Comunidad Valenciana y, año y medio más tarde, siguen siendo temas capitales en la agenda regional por asuntos como el trasvase Tajo-Segura, los incendios, la situación del sector o la Albufera. Además, lo relativo al campo ha sido una materia que ha tensado las relaciones entre la Generalitat Valenciana presidida por Carlos Mazón y el Gobierno central, con derivadas judiciales incluidas.

De todo ello, el consejero de Agricultura, Agua, Ganadería y Pesca, Miguel Barrachina, habla con El Debate tres meses después de llegar al cargo tras la ruptura de Vox con el Partido Popular y a pocos días o semanas de que Teresa Ribera deje el Ministerio para la Transición Ecológica, a cuyo successor le pide «sentido común» y que no sea «un talibán».

–Lleva tres meses como consejero de Agricultura. ¿Cómo valora este tiempo?

–Muy feliz, porque hemos conseguido multiplicar la actividad y nos hemos dedicado a ayudar a las inversiones para modernizar nuestras ganaderías y nuestra agricultura. Hemos dedicado más dinero y ejecutado más en tres meses que el Botánico en su último año. Y sobre todo, lo que nos hemos encontrado es con un sector que lo que reclama es que le devuelvan la autoestima que siempre debiera haber tenido y que con una estrategia planificada, la izquierda, desde el gobierno de Pedro Sánchez y también desde el de Ximo Puig, ha intentado demonizar, pero también a la caza. Incluso al sector taurino. A todo el mundo rural con un proceso planificado para arruinar su reputación.

Es un proceso de planificación en el cual se les ha acusado de esclavistas. La propia Yolanda Díaz dirigió un proceso de inspecciones preguntando si el agricultor era violento, si había alambradas en el campo, si el trabajador presentaba magulladuras y se le obligaba a dormir en el propio huerto. Todo esto ha sucedido con Ximo Puig y con Pedro Sánchez. Pero, afortunadamente, ese es un proceso que hoy hemos frenado por completo. Hemos pasado de la demonización a la admiración del agricultor, del ganadero y del pescador porque se lo merecen.

«Equipo de verdadera élite»

–¿Cómo recuerda el día en que Carlos Mazón le llama y le dice que va a ser consejero?

–Intenso, porque el presidente Mazón imprime a toda su actividad una celeridad espectacular. Fue una noche de jueves a las 22:15 cuando me dijo que a la mañana siguiente tenía que tomar posesión a las nueve y a las diez montar un equipo del cual no tenía un solo nombre. Pero, afortunadamente, tengo un equipo directivo de verdadera élite y en estos tres meses he contado con la complicidad de la totalidad de los funcionarios de la Consejería, que nos ha permitido operar milagros. Ha sido posible porque a pesar de la intensidad y de lo precipitado de la ruptura del pacto entre el Partido Popular y VOX, conseguimos en tiempo récord hacer los nombramientos adecuados e imprimirle un ritmo de trabajo a la Consejería. Sinceramente, espectacular.

Barrachina, en un instante de la entrevista con El DebateGemma Gil

–¿Durante este tiempo, ha hablado con el exconsejero Jesús Aguirre?

–Yo ya tenía muy buena relación con el exconsejero Aguirre y la tengo. Mientras fue consejero, defendí en las Cortes Valencianas su gestión. Tengo la mejor consideración de José Luis Aguirre porque creo que es una gran persona, reconocida y querida por el sector. Es un hombre del campo y que ahora vuelve al campo y yo, de hecho, no he frenado ninguno de los proyectos que llevó a cabo, sino que incluso intento acelerarlos. Mi consideración y mi opinión sobre José Luis Aguirre es inmejorable.

Y si me hubiese surgido alguna duda o si hoy tuviese alguna duda o algún problema, sé que lo tengo permanentemente disponible.

El Gobierno valenciano ha pasado de perseguir a los cazadores a perseguir y sancionar al falso ecologista que molesta a nuestros cazadores

–Quedan dos años y medio de mandato. ¿Cuáles son sus retos?

–La Comunidad Valenciana, que ha sido líder y todavía lo es en producción hortofrutícola, desgraciadamente ahora es líder europeo también en abandono de tierras y líder nacional en envejecimiento de sus agricultores. Es decir, se ha abandonado mucha tierra y cuando estos agricultores, que tienen de media 65 años, se jubilen, desgraciadamente se producirá todavía un mayor abandono de tierras porque no hay relevo generacional. Por tanto, la situación es enormemente preocupante y nuestro objetivo es doble: simplificación y modernización. Los agricultores y el sector primario tienen básicamente plagas en sanidad vegetal y en sanidad animal, y una plaga administrativa y burocrática que los asfixia. Es la queja constante. Están aborrecidos y por tanto nuestro objetivo es simplificar. Simplificación y modernización porque el sector primario en la Comunidad Valenciana sigue siendo, como en todos los territorios, indispensable. Pero aquí, por el recorrido y la trayectoria que tenemos de liderazgo en producción, es todavía más importante.

El consejero valenciano de Agricultura, Miguel BarrachinaGemma Gil

–¿Cuál es su su relación y la de su equipo con las distintas asociaciones de agricultores?

–Muy buena. He de agradecer la calurosa acogida que he tenido por las asociaciones de agricultores, por todas. Por las de ganaderos y también por los colectivos taurinos, a quienes queremos hacer la vida fácil. Y también por la Federación de Caza. El agricultor es la víctima de la campaña de demonización de la caza que perpetró la izquierda contra nuestros cazadores, que deben ocupar el lugar en la cadena alimentaria que le corresponde y, por tanto, son quienes tienen la encomienda de acabar con la sobreabundancia de fauna salvaje, en este caso de jabalíes o corzos, que están arruinando a nuestros agricultores.

Desgraciadamente, al ecologismo de salón que habitaba en esta Consejería hasta que ha visto los jabalíes en la playa no le ha preocupado en absoluto que estuviesen arruinando a todos los agricultores de secano y los agricultores de regadío les ha dado igual. Su prohibicionismo ha causado un daño extraordinario y el gobierno de Carlos Mazón, afortunadamente, está por restituir, por recuperar el equilibrio que se ha perdido.

El Gobierno valenciano ha pasado de perseguir a los cazadores a perseguir y sancionar al falso ecologista que molesta a nuestros cazadores. Por ejemplo, a aquellos que interrumpen una batida de caza se les puede multar con 3.000 euros.

Ribera no ha gobernado, se ha ensañado con la Comunidad. Nunca habíamos llegado a este extremo

–ASAJA hace unos días les dio un «tirón de orejeas» por considerar insuficientes las ayudas a la ganadería y mostró su preocupación por el trip sudafricano. ¿Ha habido algún avance al respecto?

-El pasado viernes estuve con el ministro de Agricultura pidiendo que aquellos tratamientos que la Comunidad Valenciana ha solicitado para poder actuar frente a las plagas sean autorizados. Hay una autoridad nacional y por tanto lo hemos reclamado y no entendemos cómo, por ejemplo, para combatir el cotonet del caqui está prohibido el tratamiento químico, pero aunque hay un tratamiento biológico, lo han declarado exótico y por tanto no podemos dispersarlo para que acabe con la plaga. Desgraciadamente, la izquierda que nos gobierna nacionalmente prohíbe tratamientos químicos y tampoco autoriza los biológicos, con lo cual dejamos desarmados a buena parte de los agricultores y ganaderos.

En cuanto a las ayudas, es verdad que siempre es poco, pero los ganaderos en general están muy contentos con la ayuda de 17 millones por la sequía. El propio Luis Planas, y se lo agradezco en el Senado, puso como ejemplo a esta Consejería por haber tomado medidas eficaces de lucha contra la sequía, que no ha tomado ninguna otra comunidad autónoma. Siempre será poco lo que se merezcan nuestros ganaderos y nuestros agricultores, pero que en menos tiempo hemos hecho más que nadie es una certeza.

El responsable valenciano de Agricultura, atendiendo a El DebateGemma Gil

–¿Cómo están las relaciones con el Gobierno central y muy particularmente con la ministra Ribera?

–Desgraciadamente, la todavía vicepresidenta Ribera no ha gobernado, se ha ensañado con la Comunidad. Nunca habíamos llegado a este extremo. La Confederación Hidrográfica del Segura, que depende de ella, ha pedido a nuestros agricultores que dejen de cultivar el campo. Es decir, les ha dicho que la hortaliza de invierno, cuyas semillas tenían ya reservadas desde hacía más de un año, no las cultiven. Nunca un gobernante nacional se había atrevido a tanto. Les quitan primero el agua y a los mismos agricultores que en 25 ocasiones Sánchez y Ribera les han quitado el agua ahora les dicen que no hay agua para cultivar. Justo por eso nosotros veníamos pidiendo que los trasvases fuesen técnicos y no políticos. La alternativa de Sánchez y Ribera para la huerta en la Comunidad Valenciana es el desierto.

Eso se llama exterminio del agricultor. Es un doble ataque agrícola y ecológico porque va a suponer talar más de diez millones de árboles. Es la vicepresidenta Ribera la que nos quita el agua, como fue otra vicepresidenta de Sánchez, Yolanda Díaz, la que llamaba esclavistas a nuestros héroes en el campo, a nuestros agricultores. Pedro Sánchez se ha propuesto acabar con el campo valenciano y alicantino y sus decisiones van todas en esa dirección.

Al sustituto de Ribera le pido sentido común. No debe ser un talibán, sino alguien comprometido con el mundo del agua y con el mundo rural y, por tanto, con nuestros regantes a los que tanto han maltratado.

–Por tanto, ¿cree usted que más que gestión lo que hay es ideología?

–Sí, efectivamente. Han sido caprichos políticos de la señora Ribera. La reducción de 240 a 140 hectómetros del trasvase Tajo-Segura no ha tenido ninguna justificación. Todavía no sabemos el motivo ecológico.

–En días o semanas, Ribera saldrá del Gobierno. ¿Qué le pide a quien le sustituya?

–Sentido común. No es posible que a una tierra que ya tenía derecho al agua con el trasvase Tajo-Segura se le quite el agua que ya tenía. Por tanto, eso es ir en contra de los tiempos. Pedimos que sea alguien que venga con sentido común y que las deudas hídricas que tienen con la Comunidad Valenciana se cumplan. A quien nombren en el lugar de Ribera no debe ser un talibán, sino alguien comprometido con el mundo del agua y con el mundo rural y, por tanto, con nuestros regantes a los que tanto han maltratado.

Miguel Barrachina, tras la entrevistaGemma Gil

–Hay una frase que dice que los incendios del verano se empiezan a apagar en invierno. ¿Cuál es la política antiincendios de su Consejería y qué diferencia hay con la del Botánico?

–Vicente Martínez, que es un gran consejero de Medio Ambiente y que conoce el territorio, ha anunciado ayudas para ganados que hacen desbroce forestal, es decir, que pastorean en el borde insondable y que, por tanto, lo limpian. Nosotros hemos llevado agua a las más de 300 ganaderías de toda la Comunidad Valenciana en extensivo. Eso es facilitar que haya 78.000 colaboradores anónimos en forma de ovejas, cabras y vacas trabajando, es decir, pastoreando en aquellas zonas en las cuales pueden llegar los incendios. El último gran incendio que sufrimos, el de Bejís, todo el perímetro del incendio cuando se extinguió fue porque había llegado a campos cultivados. Cada campo que se deja de cultivar es un lugar en el que se va a producir un incendio.

La batalla frente a Sánchez y frente a Bruselas son dos ejes que el propio Carlos Mazón está liderando personalmente

–¿Cómo valora la política europea en relación con la agricultura? ¿Comparte el rechazo general del sector?

–A Bruselas lo que le pedimos es un tratamiento justo. Ningún sector del mundo puede vivir trabajando solo 120 días al año, como, por ejemplo, sucede con nuestros pescadores. Por tanto, hay que respetar su actividad. El Gobierno de Carlos Mazón les ha eliminado las tasas, sí, pero no podemos ir más allá. Las prohibiciones para faenar son prohibiciones europeas. Es escandaloso que no puedan pescar nuestros pescadores, que son los más interesados en mantener la biodiversidad y la pesca, porque ya pescaban con sus padres y con sus abuelos y quieren que sus hijos sigan pescando.

El presidente Mazón estuvo y volverá a estar en el pleno del Comité Europeo de las Regiones pidiendo cosas tan sencillas como igualdad de trato. No puedes prohibir a nuestros agricultores el tratamiento con determinados productos y que todas las importaciones nos lleguen tratadas con esos mismos productos. Una de dos: o permites a nuestros agricultores defenderse de las plagas con ese producto, o, si el producto es malo para el consumidor, lo será también para las importaciones. Por tanto, igualdad de trato, cláusulas espejo, reciprocidad y trato justo con las mismas reglas. La pérdida de cultivos es alarmante y las decisiones europeas nos han perjudicado muchísimo. La batalla frente a Sánchez y frente a Bruselas son dos ejes que el propio Carlos Mazón está liderando personalmente.