Hallazgo neolítico en Pedreguer (Alicante)

Hallazgo neolítico en Pedreguer (Alicante)Diputación de Alicante

Encuentran en una cueva de Alicante evidencias de rituales de canibalismo infantil de hace seis milenios

Las excavaciones en la Cueva del Randero de Pedreguer revelan prácticas funerarias de hace 6.400 años con consumo humano

El hallazgo en la Cueva del Randero, situada en el municipio alicantino de Pedreguer, ha sorprendido a la comunidad científica tras confirmarse la presencia de canibalismo ritual infantil, un hecho único en el contexto del Neolítico en el Levante peninsular. Tras catorce años de excavaciones en este enclave, los arqueólogos del Museo Arqueológico de Alicante (MARQ) y expertos del Instituto Valenciano de Conservación, Restauración e Investigación (IVCR+i) han presentado las conclusiones de un estudio que sitúa este descubrimiento entre los más relevantes de la arqueología prehistórica en España.

El equipo investigador ha encontrado evidencias de manipulación antrópica en huesos humanos que datan de hace aproximadamente 6.400 años, pertenecientes a una comunidad de pastores y agricultores que habitaba la zona. Entre los restos destacan los de dos niños: un fragmento de mandíbula de un niño de seis años y un cúbito de un bebé perinatal de unas 40 semanas de gestación. Estos huesos muestran claras señales de descarnación y mordeduras humanas, indicios inequívocos de un ritual caníbal.

Durante las excavaciones, iniciadas en 2007 y aún en curso, los arqueólogos han recuperado una gran cantidad de restos animales y humanos en una galería utilizada como basurero por los habitantes de la cueva. El hallazgo de los huesos humanos entre los restos de animales procesados, principalmente cabras y ovejas, sugirió inicialmente la posibilidad de prácticas de supervivencia extrema. Sin embargo, las investigaciones revelaron que las marcas en los huesos humanos no se debían a violencia, sino a un canibalismo ritual selectivo.

Restos encontrados en la cueva

Restos encontrados en la cuevaDiputación de Alicante

Jorge A. Soler, prehistoriador y director del MUBAG, ha explicado que el canibalismo era una práctica común en diversas comunidades neolíticas de Europa, aunque las causas de esta conducta varían. En el caso de la Cueva del Randero, la ausencia de señales de violencia, junto con la selección de individuos infantiles, apunta a un contexto ritual relacionado con las creencias funerarias de la época. Según Consuelo Roca de Togores, arqueóloga del equipo, esta ingesta ritual tenía como objetivo honrar la memoria de los difuntos, en un ciclo simbólico de vida y muerte.

Pruebas de canibalismo en los restos

El análisis tafonómico, realizado por los expertos del IVCR+i, ha permitido identificar diferentes tipos de marcas en los huesos, desde cortes llevados a cabo con herramientas de piedra para desarticular y descarnar los cuerpos, hasta fracturas que buscaban extraer médula ósea. También se observaron mordeduras humanas, lo que confirma la ingesta de los cuerpos en un contexto de ritual funerario.

Este hallazgo destaca por su antigüedad, pero también por el carácter simbólico que refleja sobre las prácticas funerarias neolíticas en la región. Mientras que en otras zonas de la Península Ibérica se han hallado evidencias de canibalismo con fines gastronómicos o por violencia, el caso de este enclave alicantino apunta claramente a un ritual funerario de índole espiritual.

Este descubrimiento se suma a otros hallazgos relevantes en la provincia de Alicante, como los huesos con marcas de corte y mordeduras humanas encontrados en la Cueva de Santa Maira en Castell de Castells, que datan del Mesolítico. Estos hallazgos sitúan a la Comunidad Valenciana como uno de los epicentros de la investigación prehistórica en España.

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