La DANA revive el fantasma de la Pantanada de Tous: el peor temporal en 40 años sacude Valencia
Con lluvias de hasta 445 litros en una hora y media, el impacto del temporal revive el recuerdo de 1982 y deja decenas de muertos
La reciente DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) ha dejado un impacto devastador en la Comunidad Valenciana y el sur de Castilla-La Mancha, recordando uno de los episodios más trágicos de la historia reciente de la región: la pantanada de Tous de 1982. Según datos de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), este temporal es el peor del siglo XXI y se encuentra entre los tres más intensos del último siglo, comparable en intensidad a las históricas lluvias de 1987 y, especialmente, a la catástrofe de Tous hace 42 años.
La pantanada de Tous sigue grabada en la memoria de la Comunidad Valenciana. Aquel 20 de octubre de 1982, lluvias torrenciales provocaron la acumulación de más de 600 litros por metro cuadrado en menos de 24 horas. La enorme cantidad de agua presionó la presa de Tous, en Valencia, hasta desmoronarla y causar una de las crecidas más dramáticas en España, con un caudal punta de 16.000 metros cúbicos por segundo que cubrió gran parte de las comarcas de la Ribera Alta y la Ribera Baja. El resultado fue una tragedia sin precedentes, con una treintena de muertos y pérdidas materiales catastróficas.
Este episodio de 1982 impulsó importantes cambios en la gestión y prevención de inundaciones. El derrumbe de la presa originó una larga batalla legal sobre las indemnizaciones a los afectados, y llevó a la Confederación Hidrográfica del Júcar a implantar el Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH). Así, se puede contar con datos en tiempo real de toda la cuenca del Júcar y sus embalses para evitar que se repitan tragedias como la de Tous.
El agua de un año en una hora y media
El temporal actual ha registrado niveles de precipitación que recuerdan a los de aquel octubre. En Chiva, por ejemplo, se registraron 445 litros por metro cuadrado en solo una hora y media, un dato comparable a la cantidad media de lluvias en la Comunidad Valenciana durante todo un año. Esta vez, la DANA ha provocado más de 70 muertes y un impacto sin precedentes en infraestructuras, afectando especialmente a la cuenca del Magro, las zonas bajas de la Ribera y las áreas de Requena y Utiel, con acumulaciones de lluvia de hasta 491 litros por metro cuadrado.
Los expertos apuntan a un fenómeno llamado «tren de tormentas» como la causa de las lluvias intensas que afectaron a Valencia. Según ha asegurado el doctor Rafael Armengot a Efe, este tipo de formación de tormentas organiza sistemas de lluvias que se estacionan sobre una misma área, descargando grandes volúmenes de agua en períodos muy cortos. En este caso, la cuenca del Magro y la rambla del Poyo han recibido el impacto de estos «trenes», aumentando el caudal de los ríos y provocando graves inundaciones en municipios como Chiva, Masanasa, Catarroja y Cheste.
La DANA de 2024 no solo es comparable con la Pantanada de Tous, sino también con las lluvias de noviembre de 1987, que impactaron especialmente en la Safor y el Valle de Albaida antes de extenderse a la Ribera y la Vega Baja. Ambos temporales de los ochenta marcaron un antes y un después en las políticas de prevención y el desarrollo de infraestructuras para minimizar el impacto de futuras inundaciones.
Respuesta ante estas emergencias
La situación actual ha reavivado el debate sobre la necesidad de mejorar la preparación y respuesta ante episodios de lluvias torrenciales. Las comunidades autónomas han reforzado sus sistemas de alerta y se han sumado a proyectos de infraestructuras de contingencia, como el Parque inundable La Marjal en Alicante, que se inauguró en 2015 para retener aguas pluviales y reducir el riesgo de inundaciones en zonas urbanas.
Aemet ha concluido que «el temporal de estos días es histórico y comparable a los grandes temporales mediterráneos». Las imágenes de calles y casas inundadas, vehículos atrapados y rescates de emergencia han mostrado la vulnerabilidad de muchas zonas ante la magnitud de estos fenómenos. A pesar de los avances y medidas de prevención que se pusieron en marcha tras la Pantanada de Tous, el sistema hidráulico y las infraestructuras actuales no han sido suficientes para evitar la catástrofe.