¿Se sabrá algún día la cifra real de muertos y desaparecidos por la DANA?
Además de la disparidad de datos y los cuerpos arrastrados mar adentro, existen grupos vulnerables como personas sin hogar, inmigrantes ilegales o personas mayores solas sobre los que puede que nadie haya denunciado su ausencia
Ya es la peor catástrofe de la historia de la Comunidad Valenciana y una de las peores de todo el siglo en España. El último recuento ha cifrado en 207 los muertos y en 78 las personas desaparecidas tras la DANA que ha azotado la región durante la semana pasada, y principalmente, a la provincia de Valencia.
Aunque cifras iniciales de desaparecidos eran muy superiores y se hablaba de alrededor de 1.900 personas, estos nuevos datos son un respiro para los valencianos. Pero, cabe recalcar, que esos 78 casos son los denunciados, lo que no implica que sea el número real de personas en paradero desconocido.
Realizar el balance de muertos y desaparecidos está siendo una completa odisea. Según el CECOPI, las personas fallecidas hasta este jueves eran un total de 211, mientras que el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV) había publicado que son 199, antes de la última actualización.
Y es que, aunque se estén haciendo dos balances de forma paralela por dos organismo distintos, según el Real Decreto 32/2009 por el que se aprueba el Protocolo nacional de actuación Médico-forense y de Policía Científica en sucesos con víctimas múltiples, la Oficina de Comunicación del Tribunal Superior de Justicia correspondiente, en este caso el de la Comunidad Valenciana (TSJCV), es la encargada de «canalizar toda la información relativa a las autopsias, las identificaciones y otros aspectos relacionados con las víctimas mortales provocadas por la DANA».
Además del caos por no coincidir el número de fallecidos, se suma la lentitud de actualización de los datos. Ya que en el último balance emitido no se ha tenido en cuenta, por ejemplo, el cadáver de un niño de cinco años encontrado por efectivos de la Guardia Civil en Chiva.
Existen grupos vulnerables que nadie ha denunciado ni denunciará, que serán los cadáveres que nunca formarán parte de este censo de personas muertas o desaparecidas. Se trata, entre otros, de gente sin techo que vivían en las calles, inmigrantes ilegales o personas mayores que estaban solas, que no les quedaba familia ni nadie en el mundo.
Tras las graves inundaciones, se han habilitado oficinas de Policía Nacional y Guardia Civil ante mortem para las denuncias de desaparecidos por parte de los familiares, localizadas en Algemesí, Alfafar y Albal. Las cifras que se publican de forma posterior se extraen de este recuento de servicios especiales, aunque hay grupos, como los mencionados anteriormente, que no tienen ningún familiar para acudir a denunciar.
Los expedientes ante mortem de personas desaparecidas que están activos corresponden exclusivamente a denuncias donde los familiares han aportado diferentes datos y facilitado muestras biológicas junto a las denuncias en las oficinas ante mortem que permitan la identificación posterior de sus seres queridos.
Entre el listado de municipios afectados se encuentran la mayoría de localidades de la comarca de la Huerta Sur, afectadas por el desborde de la Rambla del Poyo. Lo que supone más de 180.000 habitantes censados, con más de 12 pueblos, destacando Catarroja y Torrente como los más poblados. De entre todos esos vecinos afectados, no se sabe a ciencia cierta cuántos pueden pertenecer a este tipo de grupos vulnerables y que no se tienen en cuenta en el recuento.
Cadáveres en el mar
Además de los grupos de personas no denunciadas que no constan como desaparecidos oficialmente, existen otros cadáveres que seguramente tampoco lleguen a formar parte del balance final. Estas son las víctimas que han acabado en el mar, arrastradas por la fuerza del agua desbordada y que ya no podrán ser rescatadas.
Los barrancos desbordados y el agua que ha inundado la Rambla del Poyo derivaban todos en el Mar Mediterráneo, en su desembocadura por la Albufera. Las fuertes corrientes han mandado los restos de lo que el agua ha arrasado por su paso en los diferentes municipios afectados, además de vehículos, basura y otros restos, también se deben tener en cuenta los cadáveres.
Efectivos de emergencia tienen como prioridad ocho días después de la catastrófica DANA la búsqueda de víctimas tanto en el río Magro como en la Rambla del Poyo, la desembocadura del río Turia y la Albufera, según ha informado el Centro de Coordinación de Emergencias (CCE).
Días después de las inundaciones ya han aparecido al menos tres cadáveres, hallados en las playas de Valencia durante las labores de búsqueda. Fue la Guardia Civil la que halló los cuerpos hace dos días, dos de ellos en la playa de Sueca y uno en la de Pinedo, según han indicado fuentes el Instituto Armado. Y el 4 de noviembre apareció otro cuerpo arrastrado por el agua en una cuneta de Catarroja.
El Escuadrón de Zapadores Paracaidistas, una unidad de operaciones especiales del Ejército del Aire y del Espacio, trabajan en turnos de 12 horas para cubrir las 24 horas del día con 80 efectivos desplegados en Valencia en zonas de difícil acceso. Su mejor arma: el dron.
Con esta herramienta cubren el barranco de Cuchilla, en Pedralba, el de los Pelos, en Chiva, o el del Poyo, en Paiporta, entre otros, que son algunas de las zonas que han sobrevolado con sus drones en busca de desaparecidos.
El vuelo de este aparato permite reconocer los barrancos antes de entrar en ellos. Es vital saber si hay agua y la profundidad que tiene, si llega hasta la rodilla o puede cubrir. «Luego entramos, con trajes de neopreno si hay agua y si no, andando, para ir recorriendo la zona en busca de desaparecidos», ha explicado a Efe el teniente David Escribano, al mando del grupo.
El sistema de drones que utilizan es el llamado wasp (avispa en inglés), que, según el teniente, es muy útil en el ámbito militar pero también en emergencias. Puede volar con lluvia y aterriza en agua. Además, puede soportar unos veinte nudos de viento (38 km/h).
A estos especialistas se suma la llegada del buque de investigación oceanográfica 'Ramón Margalef', uno de los más avanzados tecnológicamente con los que cuenta el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, que ha sido enviado a Valencia específicamente para buscar cuerpos desaparecidos en el mar.
Aunque no todo son malas noticias. Las especulaciones apuntaban a gran cantidad de muertes dentro de los principales parkings de Valencia que todavía permanecen anegados, pero efectivos de bomberos y miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado están concluyendo los trabajos en los aparcamientos de los centros comerciales de Bonaire (Aldaya) y MN4 (Alfafar) afectados por la DANA sin hallar, por el momento, víctimas mortales.
Por el momento, los efectivos ya han revisado los vehículos aparcados en el estacionamiento y prácticamente todo el interior de los parkings sin que haya aparecido ninguna víctima mortal. El subterráneo del centro comercial Bonaire cuenta con un total de 5.700 plazas de aparcamiento, de las cuales 1.800 son subterráneas, han indicado fuentes oficiales.