Teresa Ribera, durante la reunión del Comité de crisis para el seguimiento de los efectos de la DANALa Moncloa

DANA  El Gobierno elude su responsabilidad en la DANA tras instar a seguir los consejos de organismos a su cargo

El trágico martes 29, Teresa Ribera recomendaba informarse exclusivamente a través entidades dependientes de su ministerio y de Interior: la Aemet, la CHJ y Protección Civil

Pedro Sánchez, Carlos Mazón, Salomé Pradas, Pilar Bernabé, Ángel Víctor Torres… E incluso la ministra de Ciencia, innovación y Universidades, Diana Morant, pese a no tener competencias y que ha sido metida con calzador en el Gabinete de Crisis montado por el Gobierno con motivo de la DANA al ser la secretaria general del PSPV-PSOE. Todos ellos han hablado, de una manera o de otra, salvo una figura como es la vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera.

Su silencio en las primeras horas resultó más que significativo, pero aún lo lleva siendo más después de más de diez días después de la tragedia. Ribera no habló hasta este viernes, en una entrevista en la Ser, en la que aseguró que llamó a Mazón varias veces sin que éste le respondiera. Las malas lenguas atribuyen ese silencio al examen que este próximo martes tiene en Bruselas para ser comisaria europea y vicepresidenta del máximo órgano comunitario. No obstante, nada de lo anterior obsta a que siga, porque no lo ha publicado el Boletín Oficial del Estado (BOE) a que mantenga sus responsabilidades como máxima responsable del departamento que todavía dirige.

Solo visible en Twitter

De hecho, más allá de esa entrevista, para saber qué hace Ribera el ciudadano de a pie ha de dirigirse a su cuenta oficial de X, la antigua Twitter. Nada más, ya que la socialista no se ha dignado a dar ni una sola rueda de prensa para informar sobre la DANA que ya se ha cobrado la vida de más de 200 valencianos, una cifra que previsiblemente aumentará debido al casi centenar de personas que todavía siguen desaparecidas.

Se suele decir que en las redes sociales todo cabe. Es más, cabe tanto que hasta la socialista se ha hecho en ellas un hueco con tal de tapar su absoluta falta de explicaciones. Éstas debería haberlas dado no solo por ser la responsable de una cartera del ramo, sino, al mismo tiempo, para detallar con pelos y señales cuál fue la sucesión de hechos por parte de organismos que dependen directa e ineludiblemente de ella. Entre ellos están la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) y la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ).

Ni palabra sobre cortar carreteras

En cambio, la trayectoria en la red de Ribera es más que elocuente, puesto que en ningún momento hace llamamientos alguno a los valencianos a que contacten o se informen a través de organismos de la Generalitat, sino únicamente de los que dependen de sus compañeros del Consejo de Ministros, en este caso del titular del Interior, Fernando Grande-Marlaska.

De este modo, retuiteó el mismo martes 29 de octubre a las 12:45 horas un vídeo de la citada Aemet valorando el panorama con este texto: «Máxima cautela en el área mediterránea. Preocupantes alertas de @AEMET_Esp y los servicios de @proteccioncivil. Debemos seguir sus recomendaciones y consejos», escribió.

Llama la atención que, ante semejante alerta, la ministra no nombrara a ningún estamento del Consell. Primeramente, podría haber citado a la cuenta en esa misma red social @protecivilvlc, a @AEMET_CValencia (competencia propia) o, entre otras, a la CHJ (@CHJucar, también suya) o a la de Emergencias de la Comunidad Valenciana (@GVA112).

Ribera calló y calla a la hora de explicar por qué su experto en la Aemet remendaba en el vídeo adjuntado ante un «peligro extremo» que no se viajara «salvo que sea estrictamente necesario» y no puso ninguna referencia a la Dirección General de Tráfico (DGT).

Dicho organismo lo gestiona Interior, o dicho de otra manera, Marlaska. Por tanto, ni puso, ni escribió ni citó a si compañero del Consejo de Ministros de nuevo aunque era un ámbito competencial suyo y que las grandes vías que daban acceso a los pueblos anegados provenían de la A-3, la V-30 o la A-7, entre otras de ámbito estatal.