El director de À Punt, Alfred CostaEl Debate

Perfil

Alfred Costa, de director de la TV valenciana por concurso público a dimitir tras una comida privada de Mazón

El todavía director general de À Punt presentaba este miércoles su renuncia «por motivos personales», pero el presidente de la Generalitat le ofreció su puesto a la periodista Maribel Vilaplana durante un encuentro el día de la DANA

Bien es sabido que en ocasiones la línea que separa el ámbito personal del profesional es muy difusa, aunque en el caso del todavía director general de À Punt, Alfred Costa, esta demarcación al menos se puede medir temporalmente. Una docena de días son los que han pasado desde que otro evento también colindante entre ambas realidades diese al traste con su liderazgo de la televisión pública autonómica de la Comunidad Valenciana: el «almuerzo de trabajo» entre el presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, y la periodista Maribel Vilaplana.

La comida, celebrada el 29 de octubre, el día de la DANA, en el restaurante El Ventorro de Valencia se desveló en realidad como un prolongado encuentro del que todavía hay menos luces que sombras, pero que, en todo caso, implicó que Mazón no llegara al Palacio de la Generalitat hasta las seis de la tarde y al centro donde se coordinaba la devastadora gota fría hasta las siete. Más allá del, en palabras de la Generalitat, «tsunami de bulos» desatado en torno a este episodio, es conocido que el jefe del Consell le ofreció a la portavoz del Levante UD y antigua presentadora del extinto Canal 9 el puesto que ostenta Costa, en una información que trascendió el 8 de noviembre.

Costa anunciaba a su plantilla el miércoles 20 su dimisión de forma «irrevocable» y «por motivos personales» después de casi cinco años al frente de la radiotelevisión pública valenciana, puesto al que accedió en febrero de 2020 por concurso público. El licenciado en periodismo y extrabajador de RNE se incorporó en 2018 a la nueva televisión autonómica como jefe de emisiones, hasta alcanzar dos años después una dirección general que ahora abandona «fruto de una profunda reflexión personal y profesional» y en sus momentos de máxima audiencia fruto de la cobertura del temporal.

El comunicador se despedía de sus trabajadores y del resto del equipo directivo con la esperanza de que su dimisión «permita acelerar el proceso de transformación de los medios públicos de comunicación que prevé la nueva ley», que se aprobó en marzo, pero de la que todavía queda casi todo por desarrollar. La norma señala que el nuevo director general será escogido por el órgano ejecutivo de la Corporación Audiovisual de la Comunitat Valenciana (CACVSA) y será «nombrado por el Consell, a propuesta del Consejo de Administración».

Las Cortes Valencianas tienen pendiente la elección de los miembros del Consejo encargado de elegir al nuevo responsable de À Punt, si bien Mazón ya estaba barruntando que el cargo de Costa fuera a parar a Vilaplana, con la que había mostrado su sintonía en público, a diferencia de la falta de la misma con la línea de la televisión valenciana, con la que había mostrado su malestar, también en público, en alguna ocasión. «A ver si no me dejáis para después de los anuncios, como siempre», les afeaba el dirigente alicantino en febrero a unos periodistas de la cadena, en unas declaraciones que desde el PSPV se interpretaron como una «presión».

El director general de À Punt, Alfred Costa, en una imagen de archivoRober Solsona / Europa Press

La cadena emitía un comunicado después negando la mayor, asegurando que ni la Dirección General ni la de Informativos habían sufrido «ninguna injerencia, consigna, ni presión política ni directa o indirecta, del actual Consell de la Generalitat Valenciana ni de ningún órgano del Gobierno valenciano». Una distancia editorial que se ha venido manifestando de manera regular durante el Gobierno de Mazón. Para muestra, la definición de Vox como partido de «ultraderecha» o similares, incluso cuando todavía formaba parte del Gobierno de coalición con los 'populares'.

Los socialistas siguen insistiendo, sin embargo, en que tras la marcha de costa está el objetivo del Consell de «manipular» la radiotelevisión pública y volver a «las peores épocas de la extinta Canal 9». Aun así, apuntan a que «esas presuntas reuniones con presuntos candidatos a los que se les va ofreciendo la dirección general no son sino una desautorización a la actual dirección, por lo que entendemos perfectamente que el señor Costa dé un paso atrás al entender que no cuenta con la confianza del Gobierno valenciano», en palabras de la diputada del PSPV en las Cortes Mercedes Caballero, este miércoles.

Ese mismo día, la vicepresidenta y portavoz de la Generalitat, Susana Camarero, mostraba su «respeto» a la decisión de Costa, le deseaba «lo mejor» y le agradecía «los servicios prestados». El presidente del consejo rector de la Corporació Valenciana de Mitjans de Comunicació, Miquel Francés, asumirá provisionalmente las funciones de Costa, cuya dimisión se oficializará el próximo 9 de diciembre, prácticamente un mes después de que esa comida de trabajo no agendada precipitara su marcha y un año y medio antes de que finalizara su mandato.