La DANA deja una profunda cicatriz en la cultura y el patrimonio valenciano con pérdidas millonarias
La devastadora gota fría deja daños en el arte, museos, consorcios musicales o editoriales
La DANA no solo ha destruido calles, viviendas y negocios a su paso, sino que ha dejado una importante cicatriz en la cultura y patrimonio valenciano. Los municipios de la Huerta Sur de la provincia han sido los más perjudicados, con hasta 180.000 personas afectadas. Pero además de esas personas se encuentran comercios, librerías, museos, teatros y cines.
Los técnicos y especialistas de la Secretaría Autonómica de Cultura y del Instituto Valenciano de Conservación, Restauración e Investigación (IVCR+i) han estado recorriendo las poblaciones afectadas por la riada con el fin de conocer los daños producidos en bienes e infraestructuras culturales. Desde archivos, bibliotecas, monumentos y espacios museísticos para contar con una valoración ajustada de los efectos de las inundaciones y determinar los medios que se activarán en el marco tanto del Plan Nacional de Gestión de Riesgos y Emergencias en Patrimonio como del plan propio de la Generalitat Valenciana.
Desde el Gobierno central también han comenzado a hacer balance de los daños ocasionados al sector. El miércoles, el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, señalaba en una reunión celebrada con más de 40 entidades del área, que la recuperación de la región no será posible sin la cultura, que será un «elemento esencial» y «motor de lo que vendrá».
El ministro subrayaba que «Valencia necesita que su sector cultural recupere cuanto antes que el esplendor y el dinamismo que le caracteriza y estaremos ahí el tiempo que haga falta para apoyar ese regreso», prometía. «Hemos sido en todo momento muy conscientes de ese peso decisivo y por eso iniciamos, desde el inicio de la catástrofe, el diseño del Plan de Reconstrucción de la Cultura Valenciana, con varias medidas urgentes en líneas de ayudas y en marcha, en cuyo diseño futuro seguimos trabajando en diálogo con el sector», agregaba.
Este plan tiene como primer objetivo que «ningún trabajador, entidad o empresa del sector cultural se quede fuera» del primer paquete de ayudas impulsado por el Gobierno de España. En este marco, ha indicado que una de las primeras medidas ha sido lanzar ayudas directas y convenios con el tejido cultural valenciano para contratar la asesoría técnica y legal necesaria que les permita acceder a este paquete y que «ninguna entidad quede fuera».
Al margen de ello, el Ministerio de Cultura trabaja para que en «las próximas semanas» esté en marcha la convocatoria de una línea extraordinaria y «adicional» a las ya impulsadas para «la reactivación del sector cultural». «Lo estamos acabando de perfilar y esperamos que pueda estar a través de la convocatoria anticipada a finales diciembre», especificaba.
Sobre las prioridades que le han trasladado desde el sector cultural a Urtasun, este indicaba que tiene «infinidad de problemáticas», desde las sociedades musicales, las salas de cine o las compañías de artes escénicas, entre otros ámbitos. «Tienen muchas dificultades y necesidades muy amplias y variadas», afirmaba.
Y es que los daños en el sector son inconmensurables. Entre las áreas culturales perjudicadas está, por ejemplo, el arte. La Consejería de Cultura valenciana y el Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM) están evaluando las obras, principalmente escultóricas, almacenadas en las naves de la Generalitat en Ribarroja que han sufrido los efectos de la DANA, para determinar su estado y nivel de daños y proceder a su restauración si es necesario.
Los almacenes están ubicados en el polígono industrial El Oliveral de esta localidad, una de las zonas más afectadas, y albergan alrededor de 170 obras de la Colección de Arte Contemporáneo, de las que 128 piezas son del IVAM, así como el archivo con catálogos y otras publicaciones relacionadas con el área de Cultura.
Además del arte, el sector del libro ha sido de los más damnificados. La Associació d'Editorials del País Valencià (AEPV) calcula que se han perdido un millón de ejemplares de libros, valorados en 4.500.000 euros a precio de coste y que supondrían un total de 15.750.000 euros a precio de mercado. Además, hay que sumar las afectaciones en instalaciones, equipamientos y vehículos propios de las editoriales, que ascienden a 500.000 euros.
En concreto, la AEPV estima que al menos 34 editoriales valencianas se han visto afectadas, total o parcialmente. Los daños se han cuantificado en más de cinco millones de euros, principalmente respecto al coste de los libros perdidos. Entre las 34 editoriales dañadas hay 20 sellos de esta asociación, una cifra que supone más del 35 % del total.
En el ámbito de las artes escénicas, los más afectados han sido los pequeños espacios y compañías independientes y su principal lucha es la reapertura y reprogramación. Muchas agrupaciones han perdido buena parte de su material escénico por la inundación de sus almacenes, como Albena Produccions, Teatre el Micalet, Pot de Plom o Contrahecho. Además, se han contabilizado también 32 salas de cine afectadas, que trabajan contrarreloj para poder reabrir cuanto antes sus puertas al público.
La música, un área muy importante en la sociedad valenciana, tampoco ha podido esquivar la tragedia. Se estima que más de una treintena de sociedades musicales han sufrido daños, lo que se traduce en que hay alrededor de 3.500 músicos federados afectados, más de 4.000 alumnos sin recibir clases y unos 300 profesores sin trabajo, según los datos publicados por tres organizaciones musicales de Valencia ciudad.