Elche resignifica una Cruz a los caídos en nombre de la concordia
El Paseo de Germanías reabre como Jardín de la Concordia, en honor al primer alcalde democrático de la ciudad, en un acto que divide a los partidos políticos de la ciudad por la permanencia del monumento construido durante el franquismo
En un intento por combinar memoria histórica y reconciliación, Elche ha transformado el antiguo Paseo de Germanías en el Jardín de la Concordia, un espacio que busca homenajear los valores democráticos y la Transición española, pero que también reabre debates sobre el significado y la permanencia de símbolos vinculados al franquismo. La decisión de mantener la Cruz de los Caídos como parte del proyecto ha puesto de manifiesto las tensiones sobre cómo gestionar el pasado.
Este jueves, la ciudad alicantina ha celebrado la inauguración de este nuevo espacio. El evento, que reunió a más de un millar de personas, se centró en homenajear a dos figuras clave de la democracia: Ramón Pastor (PSOE), primer alcalde democrático de la ciudad, y Adolfo Suárez (UCD), primer presidente del Gobierno tras la Transición, representado en el acto por su hijo, Adolfo Suárez Illana.
Sin embargo, la jornada también estuvo marcada por la polémica debido a la decisión del Gobierno local, liderado por PP y Vox, de conservar la Cruz de los Caídos, un monumento levantado durante el franquismo que, según sus defensores, simboliza «un abrazo abierto a todos los ilicitanos», pero que colectivos de víctimas de la dictadura y los partidos de izquierdas consideran contrario a la polémica Ley de Memoria Democrática. Además, el monumento está incluido en el catálogo del Ministerio de Memoria Democrática entre los emblemas en honor a la dictadura que habría que retirar en base a la citada norma.
El acto comenzó a las 17:00 horas con el descubrimiento de un monolito en honor a Ramón Pastor, a cargo de sus hijos, quienes recibieron una réplica en miniatura como recuerdo. Gloria Pastor, hija del exalcalde, expresó su agradecimiento en un discurso cargado de emoción: «Elche guarda un respeto a la figura de mi padre, pese a hacerlo en un marco un tanto complicado». También recordó que su padre y Suárez fueron figuras que «construyeron puentes» desde posiciones ideológicas diferentes. La jornada continuó con la interpretación de la Novena Sinfonía de Beethoven por la Orquesta Sinfónica de Elche y culminó con la apertura al público del refugio antiaéreo de la Guerra Civil, recientemente musealizado.
Ausencias y críticas
El evento no contó con la presencia de los últimos cuatro alcaldes socialistas de Elche ni de los ediles del PSOE y Compromís, que rechazaron asistir en protesta por la permanencia de la Cruz de los Caídos. Los sindicatos CCOO y UGT también boicotearon el acto, denunciando que el monumento «perpetúa un símbolo antidemocrático y vulnera la legislación de memoria histórica».
Desde el Gobierno municipal, capitaneado por el alcalde 'popular' Pablo Ruz defendieron la permanencia de la cruz y calificaron el acto como un «reconocimiento a la democracia y la Transición española». Aurora Rodil, portavoz de Vox y concejal de Infancia, Familia y Mayores, describió la jornada como «una victoria del bien sobre el mal» y enfatizó el valor religioso del monumento encomendándose a Cristo Rey.
Por su parte, Adolfo Suárez Illana subrayó el espíritu de concordia del evento: «Estoy aquí para rendir tributo con el corazón a un hombre del PSOE», recordando que la Transición fue construir desde las diferencias.
Posiciones divididas
Algunos familiares de víctimas del franquismo lamentaron lo que consideran un intento de «blanquear un símbolo antidemocrático» y propusieron sustituir la Cruz por un obelisco en honor a los republicanos Galán y Hernández. No obstante, optaron por no organizar protestas durante la inauguración «para evitar conflictos».
El Partido Popular, por su parte, criticó duramente la ausencia del PSOE, calificándola de «falta de respeto» hacia la memoria de su propio compañero de filas, Ramón Pastor. Claudio Guilabert, portavoz adjunto del PP, instó a los socialistas a «abandonar la confrontación» y optar por el diálogo.