Torrente reconstruye por su cuenta el barranco del Poyo ante el «abandono» del Gobierno de Sánchez

Transcurrida una semana de 2025, el Ayuntamiento de Torrente, en Valencia, denunció la «percepción de abandono» que tenía por parte de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), ante su «silencio» desde la última reunión que mantuvieron el pasado 17 de diciembre para abordar medidas tras la catastrófica dana que arrasó esta localidad y otras más de 70 de la provincia el pasado 29 de octubre.

Entonces, el Gobierno municipal exigía al órgano estatal «una respuesta formal e inmediata», mediante la elaboración de un plan de acción urgente que contemple medidas concretas para la reparación de los daños en el barranco del Poyo y actuaciones preventivas para evitar futuras crecidas. Esto no ha llegado y en el pueblo se han hartado de esperar a que el Ejecutivo de Pedro Sánchez mueva ficha, así que han empezado a actuar por su cuenta.

«Ante la inacción del Gobierno central y la CHJ», dependiente del Ministerio de Transición Ecológica y el Reto Demográfico, el Consistorio anunciaba hace unos días que había iniciado la contratación y ejecución de obras de reconstrucción, aunque «la magnitud de los destrozos requiere inversiones que el presupuesto municipal no puede cubrir por sí solo», por lo que había tenido que recurrir al endeudamiento.

En un comunicado, el Ayuntamiento torrentino anuncia ahora que los trabajos de reconstrucción y estabilización de la ladera del barranco del Poyo, así como la reconstrucción de la calle Barranc de l'Horteta en el barrio del Xenillet, avanzan a buen ritmo tras la declaración de emergencia por parte del Consistorio. «La riada del pasado 29 de octubre causó importantes daños en esta área, haciendo desaparecer parte de la ladera, una calle completa y afectando significativamente a los servicios urbanos», detallan.

Así, el Ayuntamiento ha destinado una inversión estimada de 845.185 euros para estas actuaciones, con un plazo de ejecución aproximado de ocho meses. Tras una semana desde el inicio de las obras, ya puede observarse la base de la escollera que servirá de soporte para la reconstrucción de la ladera del barranco, sobre la que se asentará nuevamente la calle Barranco de l’Horteta.

Como explican, la barrancada del 29 de octubre tuvo un impacto devastador en esta parte del Xenillet, junto al Poyo. «El barranco ganó metros, destruyendo la ladera, el muro de mampostería y la calzada, incluyendo saneamiento y los servicios urbanos subterráneos. También se vieron afectados la acera existente, varios puntos de iluminación pública y la vegetación de la ladera. Este desastre obligó a numerosos vecinos a enfrentarse a pérdidas significativas, con algunos incluso perdiendo sus viviendas», abundan.

Las obras en marcha incluyen la estabilización y reconstrucción de la ladera, la rehabilitación de la calle Barranc de l'Horteta y la realización de estudios técnicos, geotécnicos y ensayos necesarios para garantizar la seguridad de la infraestructura. La alcaldesa de Torrente, Amparo Folgado, ha destacado la importancia de estas actuaciones: «Para Torrent es muy importante poder recuperar esta calle, en la que vecinos han visto perder sus viviendas y sus vidas durante décadas. Por eso es prioritario reconstruir la ladera del barranco y volver a urbanizar esta calle».

Contratos de emergencia

En el escrito, la alcaldesa 'popular' también ha subrayado el compromiso del Ayuntamiento con los vecinos del Xenillet y del resto de Torrente: «Los vecinos no están solos. El Ayuntamiento hará todos los esfuerzos necesarios para recuperar la normalidad. Agradecemos la paciencia de los vecinos, el trabajo de los técnicos municipales y de las empresas contratadas. Torrente no va a esperar a que lleguen los fondos del Estado o se determinen competencias; ya estamos actuando».

Además de la reconstrucción de la ladera y la calle Barranco de l'Horteta, el Ayuntamiento está trabajando en otros puntos afectados de la misma vía. Se está llevando a cabo la recuperación del Centro Social Xenillet y de la Escuela Infantil Ciutat Jardí, que también sufrieron daños graves debido a la riada. Asimismo, se está limpiando y retirando vehículos de los aparcamientos subterráneos, cuya accesibilidad se vio comprometida tras la desaparición de la calle Barranco de l'Horteta, por dónde los garajes tienen su acceso.

El Ayuntamiento de Torrent ha optado por contratos de emergencia para actuar con celeridad en la recuperación de las zonas afectadas. «Estas medidas buscan garantizar que las infraestructuras se restauren lo antes posible», apuntan desde el Consistorio.

«La reconstrucción del barranco del Poyo y la urbanización de la calle Barranc de l'Horteta son solo algunas de las muchas acciones que el Consistorio está llevando a cabo para reparar los daños ocasionados por la riada», aseguran en un escrito en el que zanjan que «estas intervenciones reflejan el compromiso del Ayuntamiento de Torrent con la seguridad y el bienestar de sus ciudadanos, así como con la recuperación rápida y eficiente de su tejido urbano».