El sarcófago de San Vicente Mártir en un patio del Museo de Bellas Artes, Valencia

El sarcófago de San Vicente Mártir en un patio del Museo de Bellas Artes, ValenciaGVA

El olvidado sarcófago de san Vicente Mártir en Valencia

Vox reclama la vuelta del sepulcro del patrón de Valencia a su lugar de origen junto con su Archivo Histórico

El sarcófago de san Vicente Mártir, una pieza de incalculable valor histórico para la ciudad de Valencia, vuelve a ser objeto de polémica tras la propuesta presentada por el Grupo Parlamentario Vox en las Cortes Valencianas. Esta iniciativa busca devolver la pieza a su emplazamiento original, el Monasterio de la Roqueta, junto al Archivo Histórico de este enclave, como parte del esfuerzo por preservar el legado cultural y religioso de la ciudad.

El llamado «Sarcófago del Ciclo de la Pasión», datado en el siglo IV y elaborado en mármol de Carrara por un taller italiano, es uno de los pocos ejemplares constantinianos que se conservan. Actualmente, se encuentra en uno de los pasillos del Museo de Bellas Artes de Valencia sin ningún tipo de identificación.

Este sepulcro romano-cristiano es especialmente notable por su rica decoración, le falta la losa que lo cubre y solo ofrece labrado uno de los frentes, estando la mayor parte cubierta por una decoración en forma de «S» alargada, lo que demuestra que ya en el siglo IV había comunidades cristianas en la ciudad de «Valentia» (la Valencia romana). Incluye un relieve central con una cruz latina decorada con piedras preciosas figuradas y, debajo de sus brazos, un ciervo y un cordero. Sobre la cruz, se encuentra el crismón constantiniano, también decorado con gemas y rodeado de una corona de laurel donde descansan dos palomas.

primer plano

Relieve central del sarcófagoGVA - Museo de Bellas Artes

Según algunas tradiciones, este sarcófago albergó los restos del diácono y mártir Vicente, aunque la veracidad histórica de esta afirmación ha sido objeto de debate desde el siglo XIX. El cronista valenciano José Martínez Aloy reavivó la discusión en 1887, cuando planteó que este sepulcro podría haber albergado los restos del mártir, en el altar de san Vicente en el Monasterio de la Roqueta. Es este dato lo que algunos historiadores valencianos no comparten. A pesar de las opiniones encontradas, según Josep Montesinos Martínez, profesor del Departamento de Historia del Arte de la Universidad Politécnica de Valencia, es indiscutible que contuvo el cuerpo de un cristiano, además de que posee un alto valor arqueológico y simbólico.

El sarcófago tiene una historia marcada por el olvido y la recuperación. Durante la invasión napoleónica, fue utilizado como abrevadero para animales, lo que explica la hendidura que presenta en su parte superior por el roce del cuello de los animales. Más tarde, fue descubierto y rescatado por el cronista Vicente Boix, quien evitó que se perdiera definitivamente. A pesar de este esfuerzo, hoy en día yace como una pieza más en el Museo de Bellas Artes, desprovista del significado que tuvo en sus orígenes.

El Monasterio de la Roqueta, por su parte, tiene un lugar destacado en la historia de Valencia. Considerado la «ecclesia mater» de la Diócesis Valentina, fue el primer gran centro de culto cristiano en la ciudad y guarda una relación directa con san Vicente Mártir, patrón de Valencia. Ya que, en este templo se veneraron durante siglos las reliquias del santo. Aunque este no fuera el sarcófago donde descansaron sus restos, se sabe que si fue enterrado cerca del Monasterio, según relata Montesinos. Y fue en 1837 cuando desapareció de la Iglesia y, hoy por hoy, guarda una réplica de un material sintético.

Propuesta de Vox

En el marco de la festividad de san Vicente Mártir, celebrada el 22 de enero, Vox presentó una Proposición No de Ley (PNL) para solicitar la devolución del sarcófago al Monasterio de la Roqueta, así como la recuperación del Archivo Histórico de este lugar, que data de 1238 y fue dispersado tras la Desamortización.

La diputada Miriam Turiel destacó la importancia de esta iniciativa, no solo desde la perspectiva de la fe, sino también como un reconocimiento histórico y cultural. «Lo que para unos es relevante por la fe, para todos debe serlo también por la historia y la tradición» afirmó Turiel, subrayando la necesidad de recuperar elementos que forman parte del alma de Valencia. La propuesta también pone el foco en el abandono histórico que ha sufrido este patrimonio, reclamando una mayor atención por parte de las instituciones públicas.

Con este proyecto Valencia no solo recuperaría un símbolo venerable en un lugar de culto del patrón de su ciudad, sino también un legado histórico que permanece olvidado sin título en los pasillos de un museo.

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