El Ayuntamiento socialista de Gandía usa recursos públicos para marginar el español y pedir elegir valenciano

Uno de los aspectos en los que el actual presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, hizo más hincapié durante la campaña electoral que le llevó al Palau en 2023 fue lo relacionado con la educación y, muy concretamente, en todo lo relativo a la imposición lingüística que en aquellos años estaban poniendo en práctica Ximo Puig y sus socios de Compromís y Unidas Podemos. Fruto de ese empeño y de conseguir la confianza mayoritaria de los votantes en la región, el jefe del Consell presentó este martes la campaña institucional para que los padres de estudiantes puedan escoger si quieren que sus hijos tengan como lengua vehicular el castellano o el español.

Con esta medida, según el dirigente, se devolvería a «570.000 familias la libertad de elegir», con lo que «se recuperan derechos y libertades, dando un gran paso para dar el poder a las familias para que sean las principales responsables en la educación de sus hijos, garantizando al mismo tiempo que nuestros alumnos sean competentes en ambas lenguas, y que al finalizar sus estudios así se les reconozca».

Sin embargo, esta política, desde el mismo momento en que se anunció, está siendo objeto de una oposición frontal de la izquierda valenciana con representación en las Cortes regionales, es decir, el PSPV-PSOE y Compromís. Los socialistas, tras los últimos comicios municipales, perdieron una nada desdeñable parte de las plazas en las que gobernaban, pero mantuvieron Gandía, que es la ciudad de mayor tamaño bajo mando del puño y la rosa en la Comunidad.

Vídeo de la propia concejal

Desde su Ayuntamiento, no han dudado en organizar con recursos públicos una campaña para instar a los padres a que el idioma que elijan sea el valenciano. La propia concejal de Educación, Esther Sapena, ha dado a conocer la campaña promovida desde el mismo Consistorio, denominada Ensenya’m la llengua; tria el valencià (Enséñame la lengua, elige el valenciano), en un vídeo explicándola y que se ha distribuido por los medios de difusión públicos.

En su opinión, es una iniciativa «completamente necesaria para informar a las familias y para que entiendan que la única opción para que sus hijos e hijas tengan una educación de calidad es escoger el valenciano en la consulta que prontamente la Consejería hará en las escuelas y centros escolares de nuestra ciudad». Seguidamente, expone sus argumentos.

Entre ellos, asegura que si los padres eligen el español como lengua vehicular la Red de Libros dejará de ser gratuita. Del mismo modo, asevera que el valenciano «es garantía de que los niños y las niñas tengan un futuro laboral y una inclusión social mucho mayor». Sin dar datos al respecto, Sapena subraya que «científicamente está comprobado que aprender dos lenguas desde el nacimiento, en la época escolar, favorece el aprendizaje de otras lenguas». «Es una oportunidad para vuestros hijos e hijas que no podemos quitársela. Tenemos que garantizar el aprendizaje del valenciano y hemos de garantizarlo ahora más que nunca. Elige valenciano», termina la concejal su clip.

Pero esta maniobra en contra de la elección de la lengua no se limita al vídeo de la responsable de Educación en Gandía, sino que también se han impreso y distribuido varios folletos. Uno es el logotipo de la campaña, un fondo naranja con un dibujo con la lengua fuera y el texto «Ensenya`m la llengua». En la parte inferior aparecen los emblemas del Ayuntamiento y de la Agencia de Promoción del Valenciano, Aviva Gandía.

El segundo panfleto es un folio en el que, siguiendo el criterio expuesto por la edil en su mensaje grabado, establece los motivos por los que las familias deben obviar el español en su elección y apostar ciegamente por la lengua autonómica. El que abre el listado hace referencia a que el alumno «solo podrá» aprender castellano y valenciano «escogiendo» la segunda. La razón esgrimida resulta llamativa: «El castellano se puede aprender en todos los ámbitos sociales, mientras que el valenciano, si no lo habláis en casa, solo se aprenderá en la escuela».

Esta afirmación recuerda a la que, en una entrevista para El Debate, la presidenta de Escuela de Todos, Ana Losada, censuró: «Para dominar una lengua necesitas practicar esa lengua en contenidos que te aporten un vocabulario culto, una gramática, sintaxis… Eso no se puede aprender en la calle ni en el patio, porque entonces podríamos decir que un analfabeto sabe hablar y que por eso no necesita estudiar una lengua. Esos argumentos son ridículos. No estamos en esa guerra, no tenemos que estar ni debemos entrar», dijo para este periódico.

Por último, el documento editado por el Consistorio de Gandía intenta convencer a los padres indicando que el valenciano «es una herramienta para tener más oportunidades laborales y una mayor inclusión social», ya que es «proteger nuestra manera de vivir y entender el mundo».

Ante lo descrito, la responsable de Política Lingüística de del Partido Popular en el Ayuntamiento gandiense, Mar Beltrán, cree que «contraviene una ley autonómica» por considerar que esta incitación a escoger el valenciano carece de imparcialidad, afirmando que «únicamente corresponde a las familias elegir la lengua vehicular conforme a su propio criterio». «Se está intentando mediatizar y manipular la opinión de las familias gandienses», insiste.