Ana Losada, en el centro, durante su conferencia en la CEU UCH de Valencia

Ana Losada, en el centro, durante su conferencia en la CEU UCH de ValenciaCEU UCH

Entrevista | Presidenta de Escuela de Todos

Ana Losada: «La ley valenciana de educación es buena porque nos saca de una situación conflictiva»

La presidenta de Escuela de Todos se sienta con El Debate para analizar el desarrollo de la Ley de Libertad Educativa valenciana, las diferencias con el Consell de Ximo Puig, así como la situación lingüística en las regiones que comparten idioma con el castellano

La Ley de Libertad Educativa que el Partido Popular y Vox aprobaron en la la Comunidad Valenciana a mediados de 2024 fue una de las normas más importantes que sacó adelante la, por aquél entonces, coalición gobernante en la Generalitat. Su principal objetivo era poner fin a la política de adoctrinamiento e imposición del valenciano sobre el castellano en las aulas que llevaron a cabo Ximo Puig y sus socios de Compromís y Unidas Podemos. Sobre la implantación del texto y del panorama lingüístico en la región y en España, la presidenta de Escuela de Todos, Ana Losada, atiende a El Debate.

–¿Cómo valora el contexto actual de la elección de lengua maternal en centros educativos en las comunidades con idiomas cooficiales?

–En España la lengua materna y la lengua común es el castellano. Y esto no se refleja en los sistemas educativos de las comunidades autónomas bilingües. Hay casos extremos como los de Cataluña, Baleares o el País Vasco, en los que tenemos sistemas educativos donde la lengua vehicular en casi su totalidad no es el español. Por tanto, estamos ante un sistema educativo que no está trabajando por la lengua por razones evidentemente políticas, en ningún momento pedagógicas.

–Cuando a un alumno se le niega la posibilidad de estudiar en su lengua maternal, ¿qué se le está quitando?

–La lengua materna es el vehículo fundamental para que un alumno desarrolle un aprendizaje con todas las herramientas que tiene a su disposición. Lo dice la UNESCO, que los niños deberían estudiar solamente en su lengua materna hasta los ocho años y a partir de esa edad deberían comenzar poco a poco y no de golpe introduciendo la segunda lengua. En España esto no se cumple en ninguna comunidad autónoma bilingüe. Esto es un problema muy serio, porque eso no se está haciendo en ningún caso por una motivación pedagógica, sino por una motivación política.

El éxito no depende de la lengua

–Más allá de las motivaciones ideológicas que apunta, ¿cree que también influye el hecho de ir contra lo español?

–Desde luego, existe una hispanofobia en todos aquellos que van en contra del español y su argumentación además lo hace ver. Por ejemplo, hay una información que dice que llevar a tu hijo a un centro donde la lengua base sea el valenciano para el próximo curso es llevar a tu hijo a un aula de éxito. Ese éxito dependerá de muchas cosas y el éxito no está relacionado con el valenciano o con el castellano. El éxito, en todo caso, está relacionado con que tu hijo pueda estudiar su lengua materna, pero no está relacionado con ninguna lengua. La situación es tan ridícula que el español parece ser la única lengua en el mundo que se puede aprender en la calle o en el patio. No. El español es una lengua. El valenciano, el euskera, el gallego o el catalán se aprenden en la escuela porque tú puedes aprender a hablar una lengua, pero hablar una lengua no significa dominarla.

Para dominar una lengua necesitas practicar esa lengua en contenidos que te aporten un vocabulario culto, una gramática, sintaxis… Eso no se puede aprender en la calle ni en el patio, porque entonces podríamos decir que un analfabeto sabe hablar y que por eso no necesita estudiar una lengua. Esos argumentos son ridículos. No estamos en esa guerra, no tenemos que estar ni debemos entrar.

Los que niegan la lengua materna usan unos argumentos simples, cortos, para intentar convencer a los padres de que es un error si eliges el español

–¿Cree que con la nueva ley valenciana este contexto ha mejorado?

–Nosotros hubiésemos redactado esa ley de otra manera, pero creo que la ley es equilibrada y un paso acertado viniendo de dónde venimos. La ley marca que había un conflicto lingüístico que en Valencia no se había vivido. Por eso creo que la ley se puede mejorar. Es una buena ley porque nos saca de una situación conflictiva y nos mete en una situación en la que las familias tienen un poder de decisión que hará que la lengua principal sea aquella que los padres han elegido y, por tanto, estamos en una nueva etapa positiva.

Ana Losada, durante la entrevista con El Debate

Ana Losada, durante la entrevista con El DebateUCH CEU

–¿Basta con las leyes o para cambiar este panorama también también es obligado el ámbito social?

–Esa pregunta me parece súper importante porque los políticos tienen que entender que los cambios en la sociedad no se producen solamente porque se dicten leyes. En el parlamento hay un discurso, una argumentación que ha de llegar a los padres. Los que niegan la lengua materna usan unos argumentos simples, cortos, para intentar convencer a los padres de que es un error si eliges el español. Hay que bajar a la sociedad, dotar de medios a la sociedad y activar ese relato porque si no, al final el relato que está presente es aquel que se difunde y el otro, aunque exista, si no se difunde, nadie lo conoce. Por eso, es muy importante que las asociaciones tengamos medios y espacios para poder difundir este mensaje de una forma responsable.

Esto no es una guerra de lenguas. Hemos de contribuir desde la política, desde la sociedad, desde las personas influyentes en los ámbitos culturales y educativos a romper este conflicto que está creado de forma artificial y que mezcla razones ideológicas e hispanofobia, pero en ningún momento está basado en razones pedagógicas, en buscar lo mejor para nuestros hijos, porque nuestros hijos no han venido al mundo con la misión de salvar el valenciano, ni el catalán, el euskera, el gallego o el español. Nuestros hijos son ciudadanos con plenos derechos que viven en una sociedad bilingüe y su derecho debe ser respetado.

–Durante la pandemia hubo una avalancha de aprobados masivos. ¿Teme que en los colegios afectados por la dana sus responsables puedan tender a no aplicar la ley educativa valenciana en su totalidad?

–Esos niños tienen lo mismos derechos que tenían antes de la dana y por tanto se deben aplicar las mismas reglas de juego que al resto de alumnos que vivan fuera de de esa desgraciada zona en la que afectó la dana. Lo que esperamos es que esa normativa se aplique y, por supuesto, entendemos que la Consejería de Educación, el Gobierno valenciano y el Gobierno de España deben dedicar muchísimos recursos a problemas fundamentales.

Losada, junto al resto de conferenciantes en la CEU UCH

Losada, junto al resto de conferenciantes en la CEU UCHCEU UCH

–¿Han llevado a Europa sus quejas sobre el panorama educativo en las comunidades bilingües?

–En el caso de Cataluña, la Asamblea por una Escuela Bilingüe, que también presido yo, llevó en su momento la situación de discriminación a la Comisión de Vigilancia del Parlamento Europeo. Vino una misión en diciembre de 2023.

Trayectoria de Escuela de Todos

–¿Cuándo se funda Escuela de Todos y cómo ha sido su evolución?

–Nació como consecuencia de la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña que demuestra que la presencia del español en el sistema educativo catalán es totalmente residual, que no se imparten asignaturas troncales y que eso va en contra de la Constitución y del sentido de autonomía. Eso provocó una reacción totalmente oponiéndose a la aplicación de esa sentencia por parte de los partidos nacionalistas e hizo que las asociaciones que trabajamos en el ámbito en Cataluña decidimos agruparnos para intentar conseguir la aplicación de la sentencia y presentar una demanda colectiva que forzara que el TSJC diera la orden de ejecutarla. Ese objetivo lo cumplimos porque nuestra asociación consiguió la aplicación obligatoria de la sentencia.

El problema de la lengua es a nivel de toda España porque hay unos ciudadanos que están siendo afectados y son españoles. Entonces empezamos a trabajar muchas asociaciones del resto de España, de Baleares, de Valencia, del País Vasco y de Navarra. Se acercaron a nosotros para intentar que ese movimiento que había tenido éxito pudieran expandirlo al resto de España.

Hay un desconocimiento muy grande porque falta pedagogía para que los ciudadanos conozcan cuáles son sus derechos y los puedan reclamar

–¿Qué servicios ofrecen a las familias?

–En Escuelas de Todos lo que más hemos hecho es dar información sobre cuáles son sus derechos, porque es muy difícil que la gente pueda reclamar sus derechos si los desconocen. Hay un desconocimiento muy grande porque falta pedagogía para que los ciudadanos conozcan cuáles son sus derechos y los puedan reclamar y, por tanto, presionar a unas instituciones que están trabajando fuera de la normativa y en contra de los derechos de una parte de los ciudadanos. También denunciamos los incumplimientos. En el caso, por ejemplo de Valencia, estamos haciendo una campaña para difundir cuáles son las ventajas de la educación en lengua materna y advertir a los padres de que la elección de lengua depende de ellos, que si ellos se abstienen o no votan hay otros padres que van a elegir por ellos cuál es la lengua del grupo donde estudia su hijo. Por tanto, hay que participar en ese proceso y tomar la decisión de elegir la lengua que ellos consideran que es la lengua en que su hijo debe estudiar la mayor parte de las asignaturas.

–¿Qué contexto al respecto prevé en el corto y medio plazo?

–La verdad es que cada vez es más difícil trabajar para nosotros porque estamos en contra de la imposición de las lenguas cooficiales, como está pasando en las comunidades bilingües, y todos estos movimientos nacionalistas mezclan ideología política y llegan a acosar a alumnos, a profesores, a directores y ciudadanos. Este movimiento no se puede parar. Los políticos no se dan cuenta de que la sociedad civil tiene un papel que ellos no pueden hacer y que esa sociedad civil ha de tener recursos. Nosotros estamos luchando contra asociaciones como Òmnium Cultural, Escola Valenciana o Plataforma per la Llengua, que tienen millones de euros de recursos y que además reciben subvenciones y tienen las puertas abiertas en todos los centros educativos. Entonces, si no tenemos recursos no podemos luchar contra un relato y al final ese relato es el único que impera. Los padres se sienten intimidados a levantar la mano y decir 'yo no pienso eso'.

Entonces, nuestra situación empeora año tras año porque vemos que a pesar de los cambios de gobierno que ha habido en muchas autonomías en en España después del último periodo electoral los recursos no llegan. No queremos dinero regalado, queremos participar en proyectos y que esos proyectos lleguen al mundo educativo y permitan difundir un relato que huya del conflicto lingüístico. La clase política y las instituciones nos tienen que ayudar de la misma manera que están ayudando a otras asociaciones.

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