El presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón
El doble rasero del Gobierno con la justicia choca con el acoso y derribo contra Mazón
El Ejecutivo es parco en palabras y critica los autos en causas como las de Begoña Gómez, el fiscal general o el hermano del presidente del Gobierno, pero es locuaz cuando se trata de criticar al jefe del Consell
El papel que ejerce la ministra de Educación y a la par portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, cada martes en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros no es nada fácil. Es cierto que el turno de preguntas de los periodistas suele ser bastante limitado, pero no es menos verdad que la inmensa mayoría de sus cuestiones suelen ir dirigidas a que la cara visible del Ejecutivo intente argumentar sobre la nada desdeñable cantidad de casos de corrupción que tienen en vilo no solo al Gabinete que preside Pedro Sánchez, sino también al propio Partido Socialista.
Así, ante episodios como los del hermano o la esposa del líder de su formación o los que afectan a personalidades como José Luis Ábalos, la también secretaria general del PSOE en Aragón suele echar 'balones fuera'. Es habitual. Una constante. Pero lo vivido en el Palacio La Moncloa este último martes es la prueba más palmaria de que tanto el Gobierno como el partido mayoritario que lo sustenta y el conjunto de la izquierda ejercen sobre la justicia una doble opinión mediática y política con dos objetivos: asegurar la supervivencia de Sánchez en el poder y, al mismo tiempo, erosionar al presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón.
De este modo, Alegría desde hace meses lleva calificando las diferentes instrucciones que acechan a los suyos con términos tan clarificadores como los siguientes: «Lo que estamos viendo y viendo genera, cuanto menos extrañeza y todo es un poco burdo»; «estamos frente a un montaje» frente al que la «estrategia es dar cobertura jurídica a lo que es una causa política»; «instrucción sin pedalear en la nada» o que lo relativo al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, son «elucubraciones» sin «ninguna base documental».
«Son maniqueos y sectarios»
Pero no se quedó ahí. Todo lo contrario. Fue a más y lo hizo con entusiasmo al pronunciar expresiones como que «aquí no hay caso» (en lo concerniente a la asesora de Begoña Gómez). En este sentido, sobre la citación como testigo del ministro de Justicia, Presidencia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, las palabras de la ministra tampoco fueron excesivas: «Son la una y cuarto (dixit) no se ha recibido todavía ninguna citación», aseveró.
Pedro Sánchez y Carlos Mazón se saludan antes de la Conferencia de Presidentes
Esa vehemente crítica ante la acción de los jueces, en cambio, troncha con lo locuaz que se mostró este mismo martes ante el auto de la juez de Catarroja mediante el que imputó a la consejera valenciana de Justicia e Interior durante la dana, Salomé Pradas, y la situación en la queda Mazón. Tocó explayarse:
«Me atrevería a decir que es un auto demoledor y, sobre todo, lleno de verdad. Una verdad, por cierto, absolutamente inexistente en las nulas explicaciones que el señor Mazón (al que llamó Amazon por desliz) dio desde el pasado 29 de octubre». Y añadió algún que otro ataque al jefe del Consell:
«Llega un momento que por decencia y por dignidad uno tiene que asumir que se han hecho las cosas mal; asumir que ha cometido errores, dar un paso atrás y marcharse. Es un auto demoledor y sobre todo lleno de verdad», recalcó. Eso sí, aunque no se encuentra investigado el mandatario valenciano, no hizo mención alguna a una eventual dimisión de García Ortiz, pese a estar formalmente imputado y que el magistrado que instruye su causa ha confirmado que es una «evidencia» que ha hecho «desaparecer pruebas» de su teléfono móvil y otros dispositivos
Ante esa llamativa diversificación de que cuando los jueces o la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil ponen negro sobre blanco sus pesquisas. El Debate se ha intentado poner en contacto con el equipo de la ministra de Ciencia, Innovación y Universidades y líder del PSPV-PSOE, Diana Morant. Sin embargo, y a pesar de la insistencia, nadie de ellos ha atendido a las llamadas de este periódico.
Por otra parte, otros confidentes son claros frente a la postura de los socialistas, bien hablen en nombre del Gobierno o en el de las siglas del PSOE: «Son maniqueos y sectarios. Siempre presumen de lo que ellos mismos carecen. Dan lecciones a todos, pero luego ellos son los que tienen un doble rasero cuando se trata de temas judiciales. Ya les conocemos», zanjan.
