Un momento de la fiesta de Els Enfarinats de IbiEFE / Morell

Historia Valenciana

Los Enharinados de Ibi, un festivo combate para hacerse con el poder municipal con dos siglos de historia

Cada año tiene lugar una batalla campal en la que los huevos, la harina y la pólvora son las únicas armas disponibles

Aunque parezca una inocentada por el día en que se celebra, cada 28 de diciembre, día de los Santos Inocentes, en la localidad de Ibi, municipio juguetero del interior de Alicante, tiene lugar una batalla campal con 200 años de historia conocida como fiesta de Los Enharinados o Justicia Nueva, en la que los huevos, los petardos y la harina son las únicas armas disponibles.

La festividad de los Santos Inocentes, arraigada en una tradición de más de dos siglos, conmemora el trágico relato del Rey Herodes y la masacre de los niños inocentes. Este día se celebra en las iglesias cristianas como un día para recordar a esos pequeños, considerados las primeras víctimas del cristianismo, quienes perdieron sus vidas a manos de Herodes.

La conexión entre las travesuras y bromas que se hacen en esta jornada y la historia de los niños se establece a partir de las artimañas que los padres emplearon para resguardar a sus hijos, manteniéndolos alejados de los perseguidores que representaban una amenaza enviada por Herodes.

El vínculo entre los Santos Inocentes y los enharinados de Ibi radica en la tradición ancestral que celebra la inversión de roles y la recreación de un mundo al revés. En Ibi, durante el día de los Santos Inocentes, la población se sumerge en una batalla de harina, marcando una jornada donde las reglas convencionales se trastocan. Esta festividad, aunque con matices propios, se conecta con la idea medieval de invertir jerarquías sociales y simular un gobierno temporal por parte de aquellos habitualmente menos privilegiados.

Todo empieza a coger forma la noche previa, en la que los enmantados, los personajes encargados de anunciar que a la mañana siguiente los enharinados tomarán el poder, leen diferentes bandos en valenciano en los que se canta las cuarenta a personas e instituciones del pueblo.

Pero el día grande es el 28 por la mañana. Los enharinados se reparten los cargos de alcalde, juez, fisco, secretario y cajero; mientras, la oposición viste chistera negra adornada de estrellas de papel. No hay cargos en la oposición pero, sin ellos, la fiesta no existiría. Algo que caracteriza a ambos grupos es que visten ropas estrafalarias y las caras pintadas.

Traspaso de poderes

El primer paso es el traslado de poderes. El Ayuntamiento real delega las funciones en el Ayuntamiento de enharinados, y lo primero que hacen es reunirse junto a la iglesia para realizar una carrera de 200 metros hasta el Ayuntamiento. Esta competición la tiene que ganar sí o sí el alcalde.

Acto seguido tiene lugar la batalla entre enharinados y oposición en la calle Las Eras. Para facilitar el acceso a todo el mundo en la fiesta, hay primero una batalla de harina y huevos para después dar paso a la de cohetes y pólvora.

Fiesta de los enharinados en Ibi, Alicante

La fiesta continúa con una comitiva, que encabeza el alcalde, recorriendo comercios y bancos en busca del pago de impuestos. Juntos, entran en las tiendas, en las farmacias, en los supermercados… Los enharinados cobran por el incumplimiento de sus ridículas leyes y, al final, toda la recaudación se dona a un asilo de ancianos del pueblo. Para entonces ya están completamente blancos, cubiertos de harina (o de polvos de talco). El recorrido acaba pasadas las dos de la tarde, momento en el que se reponen fuerzas comiendo.

Cásate si quieres ser enharinado

Para formar parte de este grupo selecto de los enharinados hay que estar casado. El grupo lo forman 14 hombres, aunque este número puede ir creciendo, pero es raro ya que es un grupo muy cerrado en el que siempre están los mismos porque se basa en la amistad.

Cuando la fiesta llega a su fin y los enharinados han perdido el poder, aparecen los tapados, personajes irreconocibles que pueden ser las mujeres de los enharinados.