El todavía Obispo Auxiliar de Valencia, Mons. Arturo Pablo Ros Murgadas, en Santiago, en 2022César Arxina / Europa Press

El obispo auxiliar de Valencia tomará posesión como obispo de Santander tras ser nombrado por el Papa

El Santo Padre ha nombrado a Monseñor Arturo Pablo Ros Murgadas para un cargo que desempeñará a partir del próximo 16 de diciembre mediante una «pastoral sencilla», según ha señalado

El Papa Francisco ha designado obispo de Santander a Monseñor Arturo Pablo Ros Murgadas, en la actualidad obispo auxiliar de Valencia. El nombramiento se hizo público este martes al mediodía a través de un comunicado de la Nunciatura Apostólica a la Conferencia Episcopal Española. Desde 2015 era obispo de Santander Mons. Manuel Sánchez Monge, quien seguirá al frente de esta diócesis como administrador apostólico hasta la toma de posesión del nuevo obispo, prevista para el próximo 16 de diciembre.

El obispo electo de Santander nació el 10 de junio de 1964 en Vinalesa (Valencia). Después de haber trabajado en el sector de la banca, ingresó en el seminario mayor de Valencia y completó los estudios filosóficos y teológicos en la Facultad de Teología S. Vicente Ferrer (1987-1993). Es licenciado en Teología por esta misma Facultad y fue ordenado sacerdote el 29 de mayo de 1993 en Valencia.

El Santo Padre le nombró obispo auxiliar de Valencia el 27 de junio de 2016, asignándole la sede titular de Ursona (Osuna, Ursonen(sis), que tenía como metropolitana a Sevilla). Recibió la ordenación episcopal el 3 de septiembre del mismo año. En la Conferencia Episcopal Española es el presidente de la Subcomisión Episcopal para la Juventud y la Infancia, según ha informado la CEE en el mismo comunicado.

Mons. Arturo Pablo Ros Murgadas, obispo auxiliar de ValenciaCEE

En Santander, lo ha anunciado el martes al mediodía el ya obispo emérito, Sánchez Monge, en una rueda de prensa. En la misma, se ha leído el saludo del nuevo obispo de Santander, en la que se refiere a «esta hermosa tierra» cántabra y saluda a las autoridades regionales y municipales, a quienes traslada su deseo de «juntos, buscar el bien común y trabajar por la paz», según declaraciones recogidas por Europa Press.

En ese saludo, Ros también ha apelado a la Bien Aparecida, patrona de Cantabria, cuyo himno reproduce, y hace hincapié en la pobreza y en acercar el Evangelio «sin demoras y sin excluir a nadie».

Me siento entre agradecido e interiormente confusoMons. Arturo Pablo RosObispo electo de Santander

«Me siento entre agradecido e interiormente confuso», ha confesado Arturo Ros a los medios de comunicación en Valencia tras el rezo del Ángelus. Así, ha apuntado, junto a lo «sorprendente» de este momento, su agradecimiento. «Muchas gracias, de corazón», ha dicho el nuevo obispo, que se ha mostrado «muy agradecido por la confianza que la Iglesia» ha depositado« en él y «dispuesto a servirla» y a entregarse «totalmente».

Ros ha explicado parte de su biografía, en la que se constata que no es ajeno a Cantabria. Contó que estuvo en Santander «hace muchos años, siendo seminarista» y ha señalado que después no ha vuelto, al tiempo que ha manifestado que «toda la información» que le llega es «que es una tierra preciosa, geográficamente de una gran belleza» y con «buena gente, noble, cántabra».

Una Iglesia «viva»

«También me hablan muy bien de las delicias gastronómicas, que es importante para poder alegrar el paladar», ha bromeado, antes de indicar que «sobre todo» le han hablado de «una Iglesia viva» a la que «me incorporo y a la que quiero acompañar, ofreciéndole lo mejor que pueda de mi vida».

Preguntado por los medios por las acciones que pretende llevar a cabo en esta nueva etapa y por la huella que busca dejar en su nueva diócesis, ha mostrado su deseo de anunciar el Evangelio, así como su intención de acompañar a la gente. «Estamos en tiempos que no son fáciles en ningún sitio. Yo soy una apasionado de Jesucristo, Nuestro Señor, y del Evangelio. Entonces, quiero vivirlo y anunciarlo, como lo hacía él», ha asegurado, como informa la citada agencia.

Es propio de este tiempo una pastoral sencilla» y «estar con la gente, acompañarla, animarla, cuidarla y darle ganas de vivirMons. Arturo Pablo RosObispo electo de Santander

«Es verdad que a veces, aparentemente, hacemos las cosas un poco complicadas», ha apostillado, tras lo que ha considerado que «es propio de este tiempo una pastoral sencilla» y «estar con la gente, acompañarla, animarla, cuidarla y darle ganas de vivir». «Y ese es mi propósito. Mucho más no sé hacer», ha puntualizado.

De Valencia se lleva «todo»

Preguntado por lo que se lleva de Valencia, Arturo Ros ha respondido que «todo». «Todo, porque es mi vida, es mi historia, es mi familia, es mi diócesis», ha remarcado. «He sido 30 años cura, contando los años de obispo auxiliar. Me llevo muchas cosas, pero como he dicho antes, me llevo el afecto de la gente», ha agregado.

«Es verdad que los curas son interlocutores, los diáconos, las personas consagradas, pero el pueblo de Dios: las mujeres, los hombres, jóvenes, mayores, niños, me han dado tanto, me han regalado tanto, me han llenado tanto. Ellos me han sostenido en el ministerio. Sin ellos no hubiese sido capaz de hacer muchas cosas que he tenido que hacer. Y eso siempre lo llevaré en el corazón», ha expuesto.

Sentimientos encontrados

Por su parte, el arzobispo de Valencia, Monseñor Enrique Benavent, ha asegurado que «para la diócesis de Valencia es un motivo de alegría que un obispo auxiliar haya sido promovido como obispo titular de una diócesis importante como es la de Santander». El arzobispo ha dicho que Ros ha sido en la diócesis valenciana «un sacerdote y un obispo auxiliar que ha hecho grandes servicios en los distintos cargos que ha tenido, como vicario, párroco, formador del seminario, vicario episcopal y como obispo auxiliar».

«En ese sentido vamos a sentir como un vacío que se nos queda», ha aseverado Benavent, que ha mostrado también alegría por la designación de Ros como nuevo obispo. «Nos alegramos también de que el Santo Padre se haya fijado en él y le haya confiado esta responsabilidad al servicio de la Iglesia, que también es una responsabilidad y un trabajo al servicio de la Iglesia de toda España».