Un galápago europeo como los que se han introducido en la AlbuferaGVA

Valencia  El lento renacer del galápago en la Albufera

Las autoridades han reintroducido cuatro centenares de ejemplares en una década, pero esta especie de tortuga sigue en peligro de extinción

La Consejería de Medio Ambiente, Agua, Infraestructuras y Territorio ha devuelto a la Albufera el galápago europeo gracias al Plan de actuaciones para el establecimiento de Emys orbicularis en el ámbito del Parque Natural de la Albufera.

El director general de Medio Natural y Animal, Raúl Mérida, ha resaltado el trabajo que se viene haciendo desde la Generalitat para la reintroducción del galápago en este entorno. «Se trata de un tipo de reptiles que la Generalitat considera como especie de actuación prioritaria por estar catalogada como en peligro de extinción desde los años 90 del siglo XX», ha indicado.

En un periodo de diez años, un total de 394 ejemplares han sido introducidos en seis enclaves de la Albufera: el Ullal de Baldoví (Sueca), en 2007; el Tancat de la Pipa (Valencia), en 2010; el Tancat de Milia (Sollana), en 2012; la Llacuna (Algemesí), en 2014; el Tancat de l'Illa (Sueca), en 2015, y los Ullals de la Senillera (Albalat de la Ribera), en 2017.

Además, el director general ha explicado que «la mayoría de los individuos liberados han sido criados en cautividad tanto en las instalaciones propias del Centro Acuícola de El Palmar (CAEP) gestionado por la Consejería de Medio Ambiente, así como en las instalaciones del Oceanogràfic».

Un ejemplar de galápago europeo reintroducido en la AlbuferaGVA

Según ha explicado Mérida, la puesta en marcha de un plan de recuperación de una especie de reptil como el galápago europeo «es un proceso de larga trayectoria ya que han pasado 16 años desde la reintroducción del primer individuo y a pesar de las dificultades encontradas y de las exigencias de la especie, el galápago europeo puede presumir de contar con la Albufera como nuevo terreno de vida».

En la actualidad, a excepción del Ullal de Baldoví, todos los núcleos poblacionales reintroducidos muestran claros señales de adaptación a su nuevo hábitat, incluso, algunos de ellos como el Tancat de la Pipa, Milia y L'Illa ya cuentan con poblaciones asentadas y viables que confirman el éxito del plan de recuperación.