Valencia El desbloqueo del Puerto pone fin a más de dos décadas de freno a un proyecto vital para la economía de España
Tras meses en el cajón del Consejo de Ministros, el próximo martes el Ejecutivo dará luz verde a ampliar una infraestructura por la que se canaliza el 40 % del comercio exterior del país
«Solo me gustan los plazos a los que me puedo comprometer. Por eso anuncio que el próximo martes el Consejo de Ministros aprobará la licitación de las obras de la ampliación norte del Puerto de Valencia». Esa frase pronunciada este jueves por el ministro de Transportes, Óscar Puente, era tan ansiada en la ciudad del Turia que nada más pronunciarla, el más de un centeneras de personas que se dio cita en el Edificio del Reloj rompió a aplaudir. A algún asistente, incluso, se le escaparon unas lágrimas. No era para menos, ya que el desbloqueo hace unas semanas resultaba más bien como los milagros de Navidad que tan insistentemente repiten las películas típicas de estas fechas.
El 14 de diciembre fue un «gran día», en palabras del presidente de la Generalitat, Carlos Mazón. No obstante, como toda historia de sacrificio, no ha sido fruto de un día. Ni siquiera de unos pocos años. Todo lo contrario, la ampliación nació hace 22 años. De hecho, el proyecto quedó por primera vez recogido a principios de siglo, cuando el Plan Estratégico 2001-2015 abordaba la cuestión. Cinco años después, en 2006 fue cuando el Consejo Rector de Puertos del Estado aprobó el plan valenciano que hoy, definitivamente, toma forma.
En ese momento, todas las actuaciones se sometieron a los criterios establecidos para otorgar la correspondiente Declaración de Impacto Ambiental (DIA), superando dicha evaluación. Este aspecto es el que, a día de hoy, sigue siendo la punta de lanza sobre la que la izquierda vive en relación al Puerto. El proyecto aprobado constaba de dos fases. La primera se culminó en 2012 y estaba centrada en las denominadas obras de abrigo, mientras que la segunda es la que afecta a la terminal de contenedores.
Llamativa presencia de Baldoví
Para cristalizarla, resultó elegida mediante concurso público MSC, que se comprometió a una inversión superior a los 1.000 millones de euros. Es más, en el acto de este jueves, Puente ensalzó la «colaboración público-privada» y elogió la apuesta de la naviera por ser «la mayor que se ha hecho en un puerto español».
Sin embargo, cuando parecía que todo iba hacia delante y seguía su curso, fue cuando la política y la ideología impregnaron el debate público. Así, formaciones como Unidas Podemos y Compromís, cuyos silencios ante las actuaciones acometidas hasta 2012 fueron estruendosos, vieron una oportunidad para ocupar su espacio mediático, con lo que comenzaron a utilizarlo como herramienta para conseguir sus postulados. No obstante, llama la atención que en el evento del anuncio de las obras estuviera el líder nacionalista, Joan Baldoví. Eso sí, en un más que discreto segundo plano y, quién sabe, si uniéndose a la ovación por el desbloqueo.
Las razones esgrimidas tanto por 'naranjas' como por 'morados' para oponerse a este proyecto único en España se reducen a un supuesto ambientalismo que el propio ministro de Transportes se encargó de refutar, destacando que el recinto será «cien por cien ecológico» y que, a mayor abundamiento, también será «autoabastecible con energías limpias».
«Portarse bien»
Más allá de las habituales trifulcas y polémicas provocadas por los partidos a la izquierda de la izquierda, resulta reseñable el buen clima vivido este jueves entre administraciones. Con el Gobierno central en manos del PSOE y la Generalitat y el Ayuntamiento de Valencia con el Partido Popular al mando, la sintonía ha sido total y máxima. Valga como ejemplo que desde hace días, fuentes de la Generalitat se mostraban optimistas de cara a la cita de este jueves. Es más, afirmaban que desde el Gobierno les habían trasladado la sugerencia de «portarse bien» en sus declaraciones sobre esta materia, ya que semanas atrás había sido caballo de batalla en lo que a reivindicaciones se refiere.
Es cierto que el Ejecutivo de Pedro Sánchez tiene y mantiene innumerables deudas con la Comunidad Valenciana, pero no es menos cierto que lo vivido a colación de la ampliación del Puerto de Valencia es un hito nada baladí. Tras más de 20 años desde que el proyecto vio la luz, éste ya está encarando la recta final. Ahora bien, sobre la mesa siguen asuntos pendientes como el agua, las obras del Corredor Mediterráneo o la reforma del modelo de financiación autonómica.
En su discurso, Mazón elogió a Puente por ser marido de una mujer de la localidad alicantina de San Vicente del Raspeig (la misma donde nació la esposa del presidente autonómico) y por ser un «experto arrocero». Con esa anécdota de fondo, felicitó al titular de Transportes porque no se le había «pasado el arroz», en comparación con su antecesora en el cargo, la catalana Raquel Sánchez. Por tanto, clima navideño en lo que al Puerto de Valencia se refiere: buenas palabras, colaboración y, según se vio, ganas de seguir adelante. Fue Puente quien lo escenificó en su brindis navideño: «¡Por Valencia y por España!».