Valencia Podemos y Sumar trasladan la ampliación del Puerto a la pugna que mantienen por el mismo espacio político
La formación 'morada' reprocha a Yolanda Díaz que no pase de las palabras a los hechos de cara a paralizar la obra que el próximo martes aprobará el Consejo de Ministros
En política, como en otros órdenes de la vida, cuando un mismo pastel se lo han de repartir más bocas de las que estaban previstas suelen surgir los problemas. El ejemplo más reciente de ello es el que afecta a Unidas Podemos (UP) y a Sumar. Hasta hace pocas fechas, los 'morados' estaban integrados en esa macrocoalición fundada y liderada por la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz. Sin embargo, las buenas relaciones entre socios, que nunca hubo e incluso ni se molestaron en ocultar, saltaron por los aires cuando los de Ione Belarra anunciaron por sorpresa su separación en el Congreso de los Diputados y su marcha al Grupo Mixto.
Esa maniobra vino provocada por la nada disimulada pugna entre Podemos y Sumar para la conquista de un mismo espacio político, situado a la izquierda del Partido Socialista. En este sentido, la escisión en la Cámara Baja fue tan solo el principio de una serie de actuaciones con tal de que la formación creada por Pablo Iglesias pueda optar a recuperar protagonismo mediático e influencia política en su momento más delicado.
Ese es el fin. Pero los medios no son sino todos aquellos orientados a intentar posicionar en el marco mental social a Díaz y sus aliados como un partido de lo que en sus orígenes Podemos denominó «la casta», es decir, sumiso ante los poderosos y sin capacidad real para dar respuesta a los problemas de las clases medias y bajas.
Reproches de inacción
Así, la ampliación del Puerto de Valencia anunciada por el ministro de Transportes, Óscar Puente, este jueves en la propia capital levantina, UP la ha cogido como el siguiente motivo de confrontación con sus antiguos compañeros. Es cierto que tanto unos como otros se oponen a las actuaciones en el recinto, pero el contexto de guerra soterrada les obliga a marcar distancias y lanzarse reproches. En base a ello, Belarra y los suyos están cuestionando en público y en privado la capacidad que podría llegar a tener Sumar para una tan hipotética como poco concebible paralización del proyecto.
De hecho, de cara a alimentar esa ansiada debilidad, la formación 'morada' lleva días vanagloriándose de que fue Podemos (sin nombrar a Díaz) quien consiguió el bloqueo del Puerto, que, hasta la luz verde del Gobierno el próximo martes, habrá durado cuatro años. Igualmente, no solo ha anunciado que sus diputados votarán en contra en la Carrera de San Jerónimo, sino que también ha avanzado que llevarán el caso ante la Justicia.
Al respecto, los tiempos y las formas vuelven a jugar un papel fundamental en esta disputa ideológica a la izquierda de la izquierda, puesto que el reproche que se le hace a Sumar es, básicamente, que está teniendo mucha palabra pero pocos hechos. Es decir, algo así como 'dejen ustedes de pensar desde el asiento del Ejecutivo y pasen a la acción como hacemos nosotros'.
Dominar el relato, clave en la disputa
Para evitar que esa percepción fruto de la operación orquestada por Unidas Podemos termine por calar en el imaginario colectivo, ha tenido que ser la propia Díaz la que se haya puesto al mando. De este modo, esta misma semana la titular de Trabajo ha tratado de capitalizar la oposición a la ampliación del Puerto de Valencia. Para ello, se reunió horas antes de la visita de Puente a la ciudad del Turia con un colectivo contrario a una obra que, por otra parte, contribuirá a fortalecer la economía tanto local como regional y del conjunto de España.
Tras esa cita, la líder de Sumar publicó en su perfil de la red social X (antes Twitter) un contundente mensaje en valenciano: «Los intereses de una multinacional –en relación a la naviera MSC, que invertirá en el recinto más de 1.000 millones de euros– no pueden estar por encima de los de la ciudad y la emergencia climática. La ampliación del Puerto de Valencia no puede ir contra el bienestar de los vecinos y las vecinas. Nos hemos reunido con No Ampliación Puerto para pedir que se paralice esta operación», escribió.
Sin embargo, este gesto convenientemente promocionado por Díaz y su equipo no les ha servido para calmar los ataques que les siguen llegando desde UP y que les continúan recriminando que está ofreciendo mucha palabrería y declaraciones de intenciones pero, a su juicio, ninguna solución práctica a un asunto clave para el relato de la ultraizquierda en la Comunidad Valenciana y en España. Es más, el panorama de ser fuerza extraparlamentaria en el Ayuntamiento de Valencia y en las Cortes autonómicas le añade más picante a una ya de por sí inflamada retórica 'podemita' a la hora de incomodar todavía más a Sumar y poner a sus dirigentes entre la espada y la pared.
El Debate se ha puesto en contacto con Compromís y Unidas Podemos para que valoren el clima descrito. Mientras los primeros se limitan a «no comentar» sobre ello, los de Ione Belarra directamente no han cogido el teléfono ni han respondido a los mensajes enviados por este periódico.