Armada  Submarino S-81 Isaac Peral: radiografía de un coloso con tecnología espacial

Los nuevos submarinos españoles de la serie 80 se situarán entre los más avanzados del mundo. De hecho, parecen sacados de una película de ciencia ficción. No en vano están siendo construidos por Navantia mediante procedimientos de la industria aeroespacial americana. Para su diseño se optó por el Manual de Ingeniería de Sistemas de la NASA, en el que se definen los procesos necesarios y los hitos de revisión requeridos. Disponen asimismo de una espectacular gama de recursos tecnológicos. Por ejemplo, la propulsión anaeróbica AIP, un complejo sistema denominado BEST (Bio-Ethanol Stealth Technology), que consta de un reformador de bioetanol para producir hidrógeno. El sistema proporciona una autonomía independiente de la atmósfera de hasta tres semanas. O un sistema de combate desarrollado por Navantia Sistemas en colaboración con Lockheed Martin, con capacidad de lanzar misiles tácticos de ataque a tierra. O los componentes clave suministrados por Indra como un innovador radar y todo el sistema de contramedidas, simuladores tácticos y de plataforma. Por no hablar de sus ocho mástiles de tecnología punta, de sus generadores diésel o de su modernísima y amplia gama de sónares.

Radiografía del S-81Kindelán

Radiografía del S-81Kindelán

El primero en pasar a disposición de la Armada será el S-81 Isaac Peral, cuya primera prueba de mar está prevista para el próximo 27 de mayo, después de algún retraso. El S-81 será entregado a la Armada española en abril del próximo año, si se cumplen los plazos previstos. De mantenerse el ritmo de producción, las fechas de entrega de los siguientes submarinos serán las siguientes: «Narciso Monturiol» (S-82), en diciembre de 2024; «Cosme García» (S-83), en octubre de 2026 y «Mateo García de los Reyes» (S-84), en febrero de 2028. A finales de enero, la ministra de Defensa Margarita Robles visitó el astillero de Cartagena conocer de primera mano la evolución del calendario del programa S-80, que se realiza cumpliendo siempre con los estándares de seguridad de la NASA, un sistema de armas muy complejo comparable como reto de ingeniería con los vehículos espaciales.

Esta clase de submarinos son un prodigio de la tecnología. A continuación, pasamos revista a sus principales y sofisticados componentes, siguiendo la información técnica hecha pública por Navantia:

Mando y control

Es el cerebro del submarino y, como destaca la empresa constructora, desde sus consolas se puede controlar cualquiera de sus sistemas: el sistema integrado de control de comunicaciones, el de control de plataforma y el de combate integrado. Por otra parte, y como ya informó El Debate, existen dos simuladores avanzados, basados en software real, para el adiestramiento de las dotaciones.

Ilustración del mando y control del S-81Navantia

Armas

El S-80 dispone de una gran variedad de armas. Para guerra antisuperficie tiene capacidad de incorporar misiles sub-harpoon de largo alcance; para guerra antisubmarina, torpedos pesados DM2A4; y para ataque a tierra, está preparado para llevar misiles Tomahawk. «El equipo de manejo y lanzamiento de armas está compuesto por estiba para 12 armas largas y 6 tubos lanzatorpedos con descarga positiva», siempre según Navantia.

Sección del submarino reproducida por NavantiaNavantia

Mástiles

  • 1.Mástil de inducción
  • 2.Mástil Radar
  • 3.Mástil periscopio de ataque
  • 4.Mástil multifunción
  • 5.Mástil ESM
  • 6.Mástil optrónico
  • 7.Mastil SHF
  • 8.Antena HF de emergencia

Silueta de los mástiles del S-81Navantia

Motor y propulsión

El S-80 está equipado con un motor eléctrico principal de 3500 kW compuesto por dos semimotores independientes (el resto del sistema de propulsión del submarino lo integran tres motores diésel generadores, dos compartimentos de baterías y el mencionado sistema AIP). Tres grupos diésel generadores de 1.200 kw alimentan eléctricamente al motor principal, recargan las baterías y cubren los consumos de las auxiliares.

En el corazón de la nave: el motor eléctrico del S-81Navantia

AIP

El AIP, también llamado BEST (Bioethanol Stealth Technology), es una de las claves del -80. Permite reformar el bioetanol, evitando así la necesidad de tener hidrógeno a bordo. «Las ventajas son que proporciona a los submarinos de la clase S-80 una gran autonomía independiente de la atmósfera de hasta tres semanas, no requiere un mantenimiento importante entre grandes carenas y se puede operar en todo el rango de cotas de inmersión», explica la empresa constructora.

Esquema de funcionamiento del sistema AIP del S-81Navantia

Sónares

El sónar es un elemento submarino imprescindible en cualquier submarino. El S-81 los incorpora con tecnología punta. «El sónar pasivo del S-80 se basa en el sónar remolcado (TAS), el sónar de flanco (FAS + PRS), el sónar cilíndrico (CAS) y el sensor de intercepción acústico (AIS)», enumera Navantia en este apartado. El submarino también incluye un detector de minas y obstáculos (MODS).

Ilustración del sistema de sónar del S-81Navantia

Se da la circunstancia de que el Ministerio de Defensa publicó ayer un mensaje en sus redes sociales, que a continuación reproducimos, destacando el papel de España como referente en la construcción naval, con unas llamativas fotos en las que, entre otras, aparece el S-81 en el astillero de Cartagena.

El S-81 Isaac Peral ultima de manera inminente una prueba crucial. La tripulación ultima los preparativos y un entrenamiento exhaustivo en los simuladores. Se trata de un decisivo examen de navegación, que está previsto para el 27 de mayo. Este coloso de los submarinos ya encara el futuro en su elemento natural.

Misiones del futuro

· Guerra antisuperficie
· Guerra antisubmarina
· Operaciones de fuerzas especiales
· Ataque selectivo a tierra
· Diseñado para su completa integración en el grupo de combate en acciones de primer ataque
· Operaciones en aguas poco profundas
· Inteligencia, vigilancia y reconocimiento
· Minado secuencial
· Disuasión
(Fuente: Navantia)