Fuerzas Armadas El portaaeronaves L-61 Juan Carlos I y los F-18 afrontan una profunda modernización
El portaaeronaves L-61 Juan Carlos I afronta la sustitución de su sistema de propulsión por un valor estimado de 30 millones de euros. Se trata de uno de los cuatro nuevos acuerdos aprobados por el Gobierno, que suman un importe total de 142 millones de euros. Este, en concreto, no es un asunto menor, ya que afecta de lleno al mayor buque de guerra construido en España, pieza estratégica de la Armada española. El Juan Carlos I dispone de propulsión eléctrica y cuenta con una turbina de gas y dos generadores diésel. La referencia del Consejo de Ministros de este martes no especifica qué tipo de propulsión se introducirá, aunque sí se deja claro que «esta es la solución que se ha mostrado más eficaz para asegurar la capacidad operativa más eficiente del buque».
El buque cuenta con dos propulsores denominados POD (de 11,0 MW cada uno). Precisamente, la Armada encargó ya hace un par de años un estudio para intentar buscar una alternativa, ya que se detectaron problemas técnicos en dichos POD, generando vibraciones y ruidos. Estas vibraciones interfieren con las frecuencias propias del casco y de otros elementos del buque. Incluso se ha llegado a detectar pérdida de la propulsión en ocasiones.
Mantenimiento para los F-18
El contrato de mayor importe autorizado, de 70 millones de euros, tiene como objetivo el suministro de materiales para el sostenimiento de los F/A-18 (C.15). El contrato incluye la gestión de reparables, repuestos incidentales, componentes de motores, equipos de apoyo, superficies de mando, componentes de aviónica, comunicaciones, elementos del radar, etc., que aseguren la operatividad de la flota de aviones. En ocasiones hay aviones que no están disponibles para misiones por falta de repuestos.
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El F-35, invisible ante la sustitución de los F-18 y los Harrier españoles
Hay que recordar que los F-18, aunque se encuentran en la fase final de su vida operativa, están plenamente activos en numerosas misiones con la OTAN. Sin ir más lejos, está programado un despliegue del 1 de diciembre de 2022 al 31 de marzo de 2023, en la Base Aérea de Fetesi, en Rumanía, donde se ubicará un Destacamento Aerotáctico (DAT) de 8 F-18M y 130 militares del Ala 15 que desarrollarán misiones de Policía Aérea y de entrenamiento.
Otra partida que ha decidido el Gobierno está destinada al mantenimiento del obús 155/52 del Ejército de Tierra, con un valor estimado de 30 millones y una vigencia de tres años. Además, se ha dado luz verde al departamento que dirige Margarita Robles a destinar 12 millones de euros a la compra de combustible para los buques en puertos civiles del extranjero en 2022. De esta manera, se facilitará que «las unidades españolas participen en las agrupaciones de buques de la OTAN y reforzará sus capacidades de despliegue, algo necesario en el actual contexto internacional», subraya la referencia del Consejo de Ministros.