Una imagen histórica: el momento en el que, por primera vez, un Harrier se dispone a aterrizae en el portaaeronaves español DédaloArmada Española

Armada española  El día en que un Harrier aterrizó por primera vez en el mítico Dédalo

Corría el año 1972. En Sapporo (Japón) se celebraban hace 50 años los Juegos Olímpicos, en los que el esquiador español Francisco Fernández Ochoa ganó el eslalon especial y la medalla de oro, la única de la historia del deporte español en Juegos de Invierno. La sonda estadounidense Mariner 9 transmitía incesantes fotos desde Marte y la nave soviética Luna 20 llegó a la luna. Aquel año, se celebraron elecciones presidenciales en Estados Unidos. El presidente republicano Richard Nixon fue reelegido venciendo sin demasiados problemas al candidato demócrata George McGovern. Nixon, por cierto, realizó la primera visita de un presidente estadounidense a la Unión Soviética. Fue el año en el que se estrenó «El Padrino». En Irlanda del Norte tuvo lugar el denominado «domingo sangriento»; y se produjo la matanza de Munich. En España, los Príncipes Don Juan Carlos y Doña Sofía viajaron a Alemania; se ponía en funcionamiento la central nuclear de Vandellós I, en Tarragona; se estrenaba el popular concurso Un, dos, tres... responda otra vez...

En medio de todos aquellos acontecimientos tuvo lugar uno que quizás no acaparara la atención de los medios de comunicación de entonces, pero que tuvo una notable importancia en la intrahistoria de las Fuerzas Armadas españolas. Un Harrier AV-8A aterrizaba por primera vez en el portaaeronaves Dédalo, destinado a portahelicópteros antisubmarinos. Este modelo de Harrier permaneció en servicio en la Armada española hasta 1996.

Kindelán

La Armada tiene un interesante relato de aquel hito. En octubre de 1972, la Armada se dirigió a Hawker Siddeley, un grupo de fabricantes británicos destinados a la producción aeronáutica. España quería una demostración del avión Harrier V/Stol en el portahelicópteros Dédalo. El jefe de Pilotos de Prueba de la Hawker, John Farley, voló entonces con un Harrier desde el aeropuerto de Dunsfold hasta el Dédalo, que se encontraba en aguas de Barcelona. «Lo que la Comisión encargada de valorar el resultado de aquellas pruebas pudo apreciar, a juzgar por los hechos que a lo largo de todos estos años han venido sucediéndose, es que la demostración debió de ser un éxito, ya que con muy buen acierto se decidió que eso era lo que España necesitaba, para pasar a disponer de hecho de una cierta potencia aeronaval», afirma la Armada.

El Dédalo, que fue buque insignia de la Armada española tras ser cedido por Estados UnidosKindelán

AV-8 Harrier Plus en despegue del portaaeronaves L-61 Juan Carlos IArmada Española

Espectacular imagen de la operación de abastecimiento en vuelo entre un F/A-18E Super Hornet y un Harrier españolUSS George H.W. Bush (CVN 77)

Curiosamente, cinco años después, en agosto de 1977, John Farley realizó por primera vez el llamado salto del esquiador (ski jump) con un Harrier. En esencia, un salto de esquí es una rampa curva hacia arriba que permite a la aeronave despegar de una pista corta. La Armada siempre se ha mostrado satisfecha con los Harrier, ahora en el fin de su vida útil y a la espera de su relevo por el F-35B.

El AV-8B+ es el primer caza del mundo capaz de despegar y aterrizar verticalmente o en pistas cortas. Los actuales Harrier que componen la Novena Escuadrilla han sido modificados en su software para adaptar a la flota de aviones a las últimas mejoras tecnológicas.