Armada española  El submarino S-81 Isaac Peral afronta sus decisivas pruebas de inmersión en abril

La ministra de Defensa, Margarita Robles, ofreció el pasado día 30 el apoyo del Ministerio de Defensa a Navantia en el desarrollo de los trabajos de los submarinos S-80. Robles admitió retrasos en este programa esencial para la Armada española y subrayó que «para el Ministerio todo lo que ayude y, en su caso, el incremento de plantilla, para que el programa sea más rápido, ahí nos van a encontrar». A partir de aquí, se han sucedido las informaciones sobre las demoras, debidas a cuestiones estrictamente técnicas. En este contexto, el director de Construcción Naval de Navantia, Agustín Álvarez, terció ayer en la polémica y dejó claro que el programa del nuevo submarino «avanza con paso firme», por lo que confía en que se entregue «este año», una vez supere las pruebas de inmersión previstas para el próximo mes de abril.

Estas explicaciones las ha dado en el V Congreso Marítimo Nacional del Clúster Marítimo Español y la Real Liga Naval Española, en el que también ha intervenido el almirante jefe del Estado Mayor de la Armada, Antonio Martorell, que no descarta que haya «pegas» en esta fase.

«No me extrañaría que sucediera. Ya veremos en qué queda», ha dicho Martorell, que ha afirmado que este «salto» hacia la autonomía estratégica, que hay que hacer «con seguridad», está costando «mucho porque el programa es de enorme riesgo», informa Efe.

En su opinión, los submarinos de la serie S-80 que se están diseñando en las instalaciones de Navantia en Cartagena, «son la apuesta más arriesgada de la industria naval militar española de siempre». Con ella, España entrará «en el exclusivo club de nueve países en todo el mundo capaces de ser autoridad de diseño, y de diseñar, construir, sostener y operar sus propios submarinos», ha apuntado Martorell.

Este mismo lunes, el presidente del comité de empresa de Navantia, José Antonio Sánchez, advirtió ante los medios de comunicación que la inmersión estática del buque, programada para el 4 de abril, podría posponerse. Los trabajadores exigen que se amplíe la plantilla, «actualmente insuficiente» para construir los submarinos S-80, según denuncian. El director de Construcción Naval de Navantia ha insistido por su parte en que el programa «tiene un periodo de prueba muy exigente».

De este modo, «al ser un prototipo, pueden surgir problemas inesperados que pueden no ser del diseño, sino de equipos incorporados al submarino». Con todo, la compañía tiene «un plan muy claro para este año», por lo que confía en que el S-81 «se va a entregar este año».

«No nos cabe ninguna duda. Tenemos un plan muy claro compartido con Defensa para las pruebas de inmersión que van a comenzar próximamente», ha aclarado Álvarez, que ha querido «despejar cualquier duda» puesto que la iniciativa «avanza con paso firme a pesar de algunas dificultades inesperadas».