Armada
Portaaviones Gerald R. Ford, LHD Trieste, Fujian, PA-Ng... batalla decisiva por el poder naval
¿Se está quedando España fuera de juego en la carrera de otros países por dotarse de portaaviones potentes como punta de lanza de sus respectivas Armadas? ¿Necesita España un nuevo y gran portaaviones que se complemente con el LHD Juan Carlos I? ¿Puede España permitírselo económicamente? Aunque los especialistas no terminan de ponerse de acuerdo, es evidente que las Fuerzas Armadas españolas van por detrás en este capítulo estratégico de la defensa naval. El Juan Carlos I es el mayor buque de guerra construido en España. Su denominación OTAN es LHD (Landing Helicopter Dock) y fue dado de alta en la Lista Oficial de Buques de la Armada el 30 de septiembre de 2010, con la numeral de costado L-61. Es un buque moderno y España figura en la lista de países, no demasiado numerosa, que cuenta con un buque de estas características. Pero lo cierto es que estamos lejos de las principales potencias militares. Con una eslora de 231 metros y una manga de 32, tiene propulsión eléctrica y una capacidad de desplazamiento de 26.000 toneladas. La capacidad aérea del L-61 es de hasta 30 aeronaves entre helicópteros medios y pesados en perfil de operaciones anfibias; o bien entre 10 y 12 aviones F-35B o AV-8B+, más un número similar de helicópteros medios, cuando actúa con perfil de misión de portaaviones.
Este es el punto de referencia. Si lo comparamos con el modernísimo Gerald R. Ford de Estados Unidos, que ha protagonizado su despliegue inaugural, habría que señalar en primer lugar que dispone de propulsión nuclear y puede desplazar 100.000 toneladas largas a plena carga. Tiene una eslora de 337 metros y su armamento hace palidecer a nuestro L-61 con misiles Sea Sparrow evolucionados, misiles de fuselaje rodante y el sistema CIWS (Close-in Weapon System, sistema de armamento de proximidad). El portaaviones tiene capacidad para transportar el triple que el nuestro, hasta 90 aviones, incluidos F-18 Super Hornet, Boeing EA-18G Growler, Lockheed Martin F-35C Lightning II, Grumman C-2 Greyhound, Boeing F / A-18E, Northrop Grumman E-2 Hawkeye, Helicópteros SH-60 Seahawk y vehículos aéreos de combate no tripulados.
En Europa, Francia ha tomado la delantera con el futuro portaaviones PA-Ng. De propulsión nuclear, al igual que el flamante Gerald R. Ford, tiene una eslora de 310 metros y una capacidad de desplazamiento de 75.000 toneladas. Eso sí, cuenta con catapultas electromagnéticas (Emals) de General Atomics, el mismo sistema que el Ford, y capacidad para 30 cazas de combate de nueva generación y armamento de tecnología punta.
Italia ha irrumpido en esta carrera decisiva por la preponderancia naval con el LHD Trieste, un buque de asalto anfibio de la Armada Italiana —similar al L-61 Juan Carlos español, pero dotado con sustanciales avances tecnológicos— construido y botado el 24 de mayo de 2019 por la empresa italiana Fincantieri. El Trieste, con sus 241 metros de eslora,
Italia cuenta ya con el Cavour, un buque de 244 metros de eslora, que puede desplazar 28.100 toneladas a plena carga. Sus instalaciones pueden acoger aeronaves de ala fija AV-8B Harrier y JSF y helicópteros EH101, AB212, NH 90, SH3D. Y con el Garibaldi, que será dado de baja en los próximos meses. En servicio desde 1985, fue el buque insignia de la Armada italiana hasta 2012. Ahora el Trieste toma el relevo, con su Puede alojar aun millar de personas, entre ellos 600 infantes de Marina y puede albergar helicópteros EH101 y NH90 y aviones de combate F-35 Baircraft.
También China
China ha decidido no quedarse atrás y se ha sumado a la batalla con el Fujian. El pasado mes de junio China botó su tercer y más avanzado portaaviones en Shanghái. El Fujian no estará plenamente operativo hasta dentro de un tiempo, pero supone un paso fundamental para la modernización de la Armada china, en un momento de gran convulsión internacional. El Fujian es el tercer coloso a disposición del régimen de Pekín y se sumará en los mares al Liaoning, que se puso en servicio en 2012; y el Shandong, que lanzó en 2019.
El Fujian es el primer buque chino dotado con un sistema de despegue de catapulta electromagnética similar al que posee el Gerald Ford. Además, es capaz de desplazar unas 80.000 toneladas, lo que lo acerca a los portaaviones estadounidenses de la clase Nimitz y Ford, con capacidad de entorno a las 100.000 toneladas. Acogerá aviones de combate Shenyang J-15 Flying Shark, una versión china del Sukhoi Su-33 Flanker ruso.
Ante este panorama, la pregunta que se reitera es: ¿cuándo tendrá España un portaaviones acorde a países vecinos como Francia? Numerosos expertos militares coinciden en que debería aprovecharse el incremento presupuestario en defensa para reorganizar la estrategia militar española. Y un nuevo portaaviones encaja en esa ecuación.